España ha dado un paso hacia el futuro con un proyecto que promete regar desiertos. A partir de ahora, será posible producir alimentos sin gastar agua dulce. De hecho, la noticia llega en un momento crucial para el país, puesto que la penúltima semana de junio reportó la cuarta semana consecutiva de baja en sus embalses.
Se situó en un 74,44% de su capacidad total después de perder 1,3 puntos, registra Los 40.La razón fue clara: calor intenso y escasas lluvias. La península perdió 733 hectómetros cúbicos de agua embalsada, ubicándose con unos 41 677 hm3 en su totalidad.
Lo positivo es que España se encuentra por encima del nivel alcanzado en esta misma época el año pasado, cuyo reporte era del 63,7%. Sin embargo, el país ibérico debe permanecer alerta. En 2025, el derrumbe está siendo más brusco y ha empezado antes.
En este contexto, la Comisión Europea ha informado el comienzo de un proceso de infracción contra España. La acusa de no haber trasladado de forma adecuada a su legislación nacional todas las reglamentaciones de la revisión de la directiva sobre la calidad de agua potable.
Se trata de una reforma que los países de la Unión Europea tenían hasta enero de este año para concluir la transposición. Así las cosas, España ha incumplido las nuevas normas sobre la calidad del agua potable.
España halla una nueva y original forma de obtener agua
Tras saberse de la inversión histórica realizada en Andalucía para aguas regeneradas, se ha puesto de manifiesto que España ha construido el laboratorio del futuro agrícola en Lanzarote. Tanto es así que ya está regando el desierto con energía eólica.
Lanzarote ha encontrado un tesoro en el viento. Es la herramienta que le permite regar sin “gastar” agua dulce. Vía nota de prensa, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación informó que ha puesto en funcionamiento un proyecto para modernizar el regadío de 300 hectáreas al noroeste de Lanzarote.
La medida aplica, concretamente, sobre los municipios de Tinajo y Teguise. Dicha iniciativa, llevada adelante por la compañía pública Seiasa, tiene el foco puesto en cultivos hortícolas. Al mismo tiempo, beneficia a 667 regantes, aunque otras fuentes suben esa cifra a 697, como reporta La Provincia.
La inversión total llega a 24,4 millones de euros, sin contemplar el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC). El Cabildo de Lanzarote ha brindado una cuarta parte del presupuesto y ha obtenido los terrenos en los que se sitúan las balsas, consigna Diario de Lanzarote.
El resto de la financiación queda a cargo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), con fondos europeos Next Generation.
España consigue regar sin agua dulce: para eso, recurre a agua de mar
La obra se basa en torno a una planta desaladora por ósmosis inversa. En la actualidad, se encuentra en construcción junto con la depuradora nordeste de Lanzarote, en el área de La Santa. A partir de ahí, el agua será impulsada mediante una estación de bombeo hacia dos zonas agrícolas.
Una vez allí, se almacenará en un depósito de 4000 metros cúbicos en El Cuchillo y en una balsa de 38 000 metros cúbicos en Tinache, recoge Diario de Lanzarote.
Potencial del proyecto con el que España sorprende al mundo
Toda esta infraestructura dispondrá de un sistema de telemedida y telecontrol, que hará posible la automatización del riesgo y la optimización del uso del agua. Aspecto vital en un territorio donde cada gota es de interés. Parte de la energía que abastece el sistema provendrá de un aerogenerador.
Infraestructuras como estas buscan mejoras significativas en un país como España, cada vez más afectado por la sequía y el encarecimiento de la energía.
Bajo estos términos, la viabilidad el campo depende en gran parte de la correcta gestión de los recursos. Mientras esto sucede en España, Japón hace lo propio e instala turbinas gigantes en el mar.