España se encuentra en graves problemas tras cumplir uno de sus sueños más buscados. En plena transición energética, el objetivo global es descarbonizar la economía y avanzar hacia escenarios más verdes y sostenibles. Bajo este marco, España alcanzó un nuevo récord de generación de energía renovable en 2024, con un 55,8% del mix energético nacional proveniente de fuentes como la eólica, la solar y la hidráulica.
Este acontecimiento ha incentivado un crecimiento sostenido en la capacidad instalada de este tipo de energías, dado que supone el 64% del parque generador nacional, y debido a condiciones climáticas óptimas. Según los datos de Red Eléctrica, la energía eólica tiene la supremacía con una participación superior al 23%, mientras que la fotovoltaica cosecha un 17%.
Por otra parte, Comisiones Obreras ha subrayado en un nuevo informe que analiza el impacto de las renovables que la energía renovable representa una gran oportunidad para España. Podría reindustrializarse con un precio eléctrico más económico. Un escenario que se transfiere a los hogares particulares y la industria en general. Sin embargo, este sueño podría ser también una pesadilla para España.
España sintió que tocó el cielo con las manos con las renovables: solo era el principio del fin
Lo que parecía la solución ideal para acaba con la carbonización, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para España. El país europeo ahora se enfrenta al dilema de producir demasiada electricidad con energías renovables. La zona de Castilla-La Mancha, justo en el centro de España, son famosos desde hace años por sus molinos de viento.
Al menos así era en el pasado, ya que ahora su equivalente moderno ha ocupado su lugar. Las 28 enormes turbinas del parque eólico Sierra del Romeral, en la provincia de Toledo, son las grandes protagonistas del paisaje, mires donde mires. Su actividad lleva la firma de la empresa española Iberdrola y es parte de la tendencia de España a convertir el país en una potencia renovable.
La capacidad de producción eólica de España, su principal fuente renovable, ha sido suplicada desde 2008. Por otra parte, la energía solar se ha multiplicado por ocho, consigna BBC. Este contexto lleva a España a ser el estado miembro de la UE con la segunda mayor infraestructura de renovables, detrás de Suecia.
Y la idea es seguir creciendo. Hace un tiempo atrás, el gobierno español presentó nuevos y ambiciosos objetivos ambientales, entre los que se encontraba cubrir el 81% de la demanda eléctrica solo con renovables para 2030. Un contexto en el que Galicia quiere ser un ‘referente’ en el despliegue de las energías renovables en España.
España tiene demasiada producción renovable: puede ser su ruina
No obstante, existen preocupaciones en la industria eléctrica a causa del desequilibrio entre oferta y demanda. En algunas oportunidades, se da un excedente de electricidad. El consumo de electricidad ha ido disminuyendo en los últimos años. De hecho, en 2023, la demanda registrada ni siquiera rebasó a la anotada en el año 2020 durante la demanda y fue la más acotada desde 2003.
La BBC recoge las declaraciones de Miguel de la Torre Rodríguez, jefe de desarrollo de sistemas de Red Eléctrica (REE), sobre el tema: “Lo que veíamos hasta 2005 era que, cuando el PIB aumentaba, la demanda de electricidad aumentaba más que el PIB. Hemos visto que la demanda ha aumentado menos que el PIB. Lo que estamos viendo es una desvinculación entre la intensidad energética y la economía”.
¿Por qué sobra electricidad en España y Europa?
Existe varios motivos que explican la caída de la demanda, entre ellas la crisis originada por la invasión rusa de Ucrania en 2022. Además, la eficiencia energética actual es mejor y el mayor aporte de renovables ha contribuido a bajar la demanda. “Dado que el sistema eléctrico siempre tiene que tener un equilibrio, eso significa que ha habido un exceso de generación durante esas horas», dice.
“Esto ha hecho bajar los precios, especialmente durante ciertas horas, llegando los precios a cero o incluso negativos”, expuso el experto, advierte el medio ya nombrado. Este problema no afecta únicamente a España. Europa también ha instalado tanta energía renovable que ahora tiene que afrontar el inconveniente de ofrecer electricidad demasiado barata.
Por un lado, Europa ve cómo bajan los precios de la energía en el mercado mayorista y, por otro, cómo se limitan las ganancias de los inversores de las industrias eólica y solar. Podrían existir tres caminos para afrontar el problema (que no son fáciles ni baratos): mejorar la interconexión de la red eléctrica, desplazar la demanda a horas de abundancia energética y almacenar el exceso de energía para utilizarla en horas posteriores.
España deseó energía renovable y la obtuvo, pero ahora debe afrontar las consecuencias y trabajar en soluciones adecuadas. Mientras se resuelve esta problemática, este sector de España se resiste al despliegue de energías renovables.