España tiene un continuo tema de discusión que parece no tener fin y está estrechamente vinculado con el autoabastecimiento energético. Los combustibles fósiles han demostrado su valía durante décadas. El hallazgo del petróleo fue uno de los momentos más trascendentales para la historia de la humanidad. Sin embargo, con el tiempo las diferentes sociedades fueron buscando ese “algo más”.
Tener energía eficiente ya no basta. Ahora el hombre busca que esta sea limpia y compasiva con el medioambiente. Los precios que se ofrecen en la energía supeditada a sistemas de suministro incentiva el uso de energías renovables y, más concretamente, el uso de renovables en el ámbito doméstico.
Aquí tenemos que detenernos en el término del autoabastecimiento energético, que es precisamente eso: utilizar energía eléctrica propia, que no está sujeta a sistemas de suministro de electricidad externos. Quienes recurren a este tipo de suministro energético acotan su dependencia a las fuentes de energía contaminantes y las altas facturas de servicios.
El usuario que quiere beneficiarse de energía propia instala un sistema de producción de electricidad propia que va conectado a la instalación eléctrica de la vivienda. Permite aprovechar la producción del sistema cuando se necesita y, en instancias de producción superior a la demanda, permite verter el excedente a la red y recibir una remuneración. También existe la posibilidad de incorporar baterías para que el propietario/a del sistema pueda aprovechar el excedente en otro momento.
Paneles solares en España: ¿sí o no?
Aunque muchos creyeron que el fin de las placas solares acechaba a España por la aparición de este espejo fotovoltaico, la realidad es que los paneles solares están más vivos que nunca. La energía solar, especialmente la de autoabastecimiento, ha sido objeto de discusión durante los últimos años.
Conforme el entorno persigue soluciones más sostenibles y limpias para cubrir las necesidades energéticas, las discusiones tienen lugar a lo largo y ancho del planeta. Quienes se aventuran en el proceso de instalar paneles solares en casa en España (o en el resto del mundo) no suelen hacerlo únicamente con amor a la Tierra.
Instalar paneles solares en casas de España porque esto baja el precio de sus facturas de luz. Este punto es muy valorable contemplando la volatilidad del mercado eléctrico actual.
Sin embargo, la inversión inicial que deben desembolsar las personas interesadas hace que muchos se planteen si realmente vale la pena instalar paneles solares en casa. Por un lado, afean la estética del edificio o casa y, por otro, tienen un valor elevado.
Cuánto vale la instalación de paneles solares en las casas de España
Según registra el portal EcoInventos, la instauración de paneles solares en viviendas unifamiliares ronda un precio de entre 4000 y 7000 euros. El precio varía según el consumo habitual, el tipo de tejado o tipo de instalación a realizar.
Por ejemplo, una familia media (de 3 a 4 personas) con una casa con tejado propio debe pagar alrededor de 5500 euros. Precio que se aplaca en varias comunidades autónomas, en las que existen ayudas públicas por las que es posible reponer hasta un 40% del importe.
Sumado a esto, el IVA ha disminuido o desaparecido para varias instalaciones de autoconsumo en el caso de las personas adheridas a un programa europeo. El factor definitivo para muchos usuarios interesados es el plazo de tiempo en el que se amortiza el pago de la instalación.
En la mayoría de las circunstancias, la inversión se amortiza en unos 6 o 9 años. O sea, que, a partir de ese número de años, el ahorro será sustancial, ya que no el usuario no tendrá que pensar en lo que gastó porque estará amortizado.
Entonces, ¿merece la pena instalar paneles solares en España o no?
Desde el punto de vista ecológico y económico, sí merecería la pena la instalación de paneles solares en España (o el mundo en general), pero solo si el comprador o la compradora tiene en cuenta y cumple tres condicionantes.
El primero es que necesita un tejado propio o espacio para instalarlos, una terraza por ejemplo. Asimismo, debe valorar si quiere o no agregar una batería virtual. Y, por último, debe estar dispuesta a pensar a futuro, ya que tardará varios años en amortizar el pago inicial.
A los pros debemos añadirle el valor intangible de no depender de nadie a nivel energético, algo especialmente relevante después del apagón vivido recientemente en España y la volatilidad actual del precio de la luz.