España está próxima a abrir la Tierra en un punto estratégico de su territorio. Se creó hace millones de años y no ha salido jamás. Un dato alineado con la mina de hidrógeno más grande de la historia encontrada a las puertas de España. La transición energética ha afectado a todos los sectores y países del mundo.
Si bien los combustibles fósiles demostraron su imponente potencial durante décadas, ahora han pasado a ser los grandes enemigos del ser humano debido a su alta huella ambiental. Es por eso que la humanidad está buscando nuevas fuentes de abastecimiento.
Uno de los vectores energéticos que está ganando mayor notoriedad en el último tiempo es el hidrógeno, que se está extrayendo en diferentes zonas del planeta, entre ellas España. Antes de perforar en un territorio, se efectúa una extensa investigación geológica y geofísica para identificar las zonas propicias en las que podría hallarse este gas natural. Además, se realizan estudios sísmicos para conseguir imágenes detalladas del subsuelo y definir la estructura geológica.
Entonces, se selecciona un lugar basado en la investigación previa y se perfora un pozo de exploración hasta lograr una formación geológica que contenga gas natural. Asimismo, se procede a la instalación de una tubería de revestimiento para conservar la integridad del pozo.
El próximo paso es la ejecución de pruebas para evaluar la presión, flujo del pozo, cantidad y calidad del gas presente. Tras la perforación y extracción, tiene lugar el procesamiento, la separación, el almacenamiento, el transporte, la distribución y el consumo.
España, dispuesta a abrir la tierra: consigue lo impensado
Diferentes compañías del sector mantienen la mira puesta en Aragón para realizar sus proyectos de hidrógeno en suelo. La firma Alkeymia, con sede en Madrid, invertirá 700 millones de euros en la generación de hidrógeno y amoníaco verde.
Esta iniciativa abarca la construcción de dos parques eólicos en el municipio de Caspe. La construcción comenzará a finales de 2025 o principios de 2026. Asimismo, la previsión es que termine a lo largo de 2028. Esta iniciativa, denominada Pilar, creará 1.000 empleos durante el proceso de construcción y 85 más en fase de producción.
Esta firma producirá alrededor de 30.000 toneladas anuales de hidrógeno verde y 165.000 toneladas anuales de amoníaco verde. Esta última será transportada por ferrocarril hasta el cliente final. La propuesta abarca la construcción de un hidroducto de cerca de 8 kilómetros para inyectar el hidrógeno verde en el punto de acceso P-19 de la Red Troncal de Hidrógeno.
Los ingenieros han escogido esta ubicación porque alberga una importante cantidad de recursos naturales, con el Río Ebro como eje central del desarrollo de hidrógeno y amoníaco verde.
Huesca, otro lugar de España destinado a la extracción de hidrógeno
Por otra parte, una filial de British Petroleum pretende extraer un millón de toneladas de hidrógeno del suelo de Monzón (Huesca). Esta marca ha creado un proyecto dotado de 900 millones de euros durante dos décadas para el levantamiento de una instalación de extracción de este combustible de hidrógeno pionera en el continente.
Con el gas hallado en el subsuelo de Monzón, se podría generar el hidrógeno natural más competitivo del mundo, con un coste de 0,75 euros/kilo, ocasionando un fuerte impacto en Europa y sin tener que recurrir a técnicas de fracking (prohibidas en el territorio español).
Sumado a esto, la empresa ha interceptado otras 6 reservas en zonas de Barbastro y valle del Ebro con el mismo material. Así se abre la puerta a la exploración de dichos yacimientos. Este yacimiento se hizo famoso en 1963, cuando la entidad Enpasa encontró hidrógeno natural en un pozo que proyectó buscando gas.
España se posiciona así en un lugar privilegiado en Europa. Un escenario que ni siquiera pudo logar el levantamiento de enormes búnkeres en estas regiones.
