El agua de mar y las latas recicladas han demostrado tener mucho que ver con en el futuro que se aproxima. Actualmente, la humanidad se encuentra sumergida en una profunda búsqueda de nuevas fuentes de energía. Se trata del mayor reto del siglo.
Conforme los combustibles fósiles pierden peso a nivel global, las fuentes de energía limpias se alzan como las nuevas salvadoras de la humanidad. Algunas de ellas son las conocidas por todos, como la energía solar o la eólica, pero otras son nuevas y se obtienen de formas impensadas.
El futuro energético promete ser mucho más diverso y fascinante de lo que hemos alcanzado a ver hasta ahora. El cambio energético ya se está dando y es crucial comprenderlo para iniciar las modificaciones pertinentes. De cara al futuro, se estima que el contexto energético estará dominado por fuentes de energía renovables.
Este escenario llevará, a su vez, a importantes cambios que ya están teniendo lugar en industrias y diferentes sectores clave, como el del transporte. En este contexto, ha surgido un tipo de energía que puede generarse a partir de latas recicladas y agua de mar.
Latas recicladas y agua de mar, dos ingredientes que no sabíamos que necesitábamos tanto
Puertollano se está convierte en el epicentro del hidrógeno del sur de Europa. Mientras esto pasa, un equipo de investigadores del Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KIST) ha revelado una nueva e inquietante forma de crear hidrógeno.
Han ideado un nuevo sistema para conseguir hidrógeno sin necesidad de electricidad ni elevadas temperaturas. La clave radica en una aleación de galio que reacciona con aluminio reciclado y agua marina. El resultado ha sido la liberación de hidrógeno durante el proceso.
No se utilizaron latas de forma directa durante la evaluación, pero aún así los profesionales advierten que el mismo método podría ser compatible con el uso de aluminio reciclado. La reacción química no solicita fuentes externas de energía, lo que lo transforma en un modelo potencialmente escalable y sostenible.
De acuerdo al parecer de los investigadores, dicha tecnología haría posible la producción de hidrógeno de manera descentralizada, abriendo así la puerta a aplicaciones móviles, generadores portátiles, dispositivos de emergencia y hasta transporte.
Una forma de energía que no vimos venir
Aunque todavía no se han ejecutado pruebas en vehículos, los profesionales resaltan que el método podría facilitar la generación de hidrógeno para aplicaciones de movilidad. Así lo dejaron plasmado sus autores en un artículo publicado en Energy Storage Materials.
La estimación es que el coste del hidrógeno generado con esta técnica sería de alrededor de 9 dólares por kilogramo. No obstante, esta es una proyección teórica que se basa en circunstancias propias de laboratorio, com el reciclaje eficiente del galio.
Agua de mar y galio, dos piezas clave para crear hidrógeno
El procedimiento químico cimenta su base en el desarrollo de una microaleación entre galio y aluminio. Por su parte, el galio impide la creación de una capa pasivadora sobre el aluminio y facilita una oxidación sostenida.
Dicha interacción provoca burbujas de hidrógeno constantemente al mismo tiempo que el metal se consume. Entre las diferentes innovaciones del proceso, destaca su compatibilidad con agua marina. Un factor que disminuye todavía más los costes y extiende las posibilidades de despliegue en áreas costeras.
Este sistema podría implementarse en sistemas flotantes o plataformas aisladas sin necesidad de recurrir a redes de suministro. El plan es seguir desarrollando el modelo para optimizar su eficiencia y analizar su escalado.
Dicho avance, que contempla el uso de latas recicladas y agua de mar para producir hidrógeno limpio, es un antes y un después para el sector energético. Un anuncio sumamente relevante teniendo en cuenta que Andalucía ya apuesta por el hidrógeno verde como vector de reindustrialización.