Noruega supera la propuesta de megaturbinas eólicas de China y crea murallas de 300 metros capaces de atrapar el viento. Prueba más que evidente de su apuesta por la energía eólica. En plena transición energética, la energía eólica se ha transformado en un recurso esencial en la búsqueda de una matriz energética más sostenible y eficiente.
Aprovecha la fuerza del viento para producir electricidad. Un escenario con el que contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y brinda soluciones sostenibles para el abastecimiento energético de diferentes áreas.
Integrar la eólica en el sector energético brinda una opción eficaz para bajar la vulnerabilidad a los cambios. Diversificando sus fuentes de energía, países de diferentes partes del mundo pueden reducir su dependencia de los recursos no renovables, haciendo más fácil la transición hacia un modelo energético más sostenible.
Noruega vence a China con su último proyecto eólico: 300 metros de superioridad
En este contexto, Noruega ha decidido apostar de lleno por la energía eólica, pero con un proyecto diferente: el primer “muro de turbinas” del mundo, que ha obtenido financiación para su instalación en alta mar. Es decir, no hablamos de energía eólica convencional, sino de energía eólica flotante. Por primera vez en la historia, se levantará una pared de rotores sobre una plataforma flotante sobre el mar.
Wind Catching Demonstrator se trata de un proyecto arrollador, impulsado por Wind Catching Systems, que se construirá sobre las aguas de Noruega, concretamente al noroeste de Bergen, en las aguas de Øygarden, al norte de Vestavind D. El plan inicial es que el proyecto comience su funcionamiento en 2029. Esta tecnología propone una alternativa revolucionaria a los sistemas tradicionales de turbinas eólicas marinas, cimentado en imponentes aerogeneradores individuales.
Según registra CNBC, El CEO de la compañía detrás del proyecto, expuso que el “modelo grande” registrará una altura de 300 metros y una anchura de 350 metros. Asimismo, usará 40 turbinas de 1 MW, con una capacidad total instalada de 40 MW y una producción anual de energía estimada en 99 GWh.
Con estas características, el proyecto le otorga un lugar privilegiado a la eólica marina en Noruega. Cabe destacar que este tipo de energía renovable también está ganando protagonismo a pasos agigantados (cómo la eólica convencional) con proyectos tan ambiciosos como el de Noruega o el Proyecto de eólica marina flotante DemoSATH.
Noruega le da un lugar privilegiado a la energía eólica flotante
Más allá de la importancia de la energía eólica, Noruega muestra con esta iniciativa su predilección por la energía eólica marina, otra de forma de aprovechar la energía del viento. Es un tipo de energía limpia y renovable que se consigue al aprovechar la fuerza del viento que se produce en alta mar, ubicación en la que la velocidad es mayor y más contante por la inexistencia de barreras.
Su principal diferencia con la eólica convencional es que está basada en estructuras flotantes en lugar de fijas en el suelo.
La pared de múltiples rotores de Noruega podría suponer una disminución considerable de los costos de mantenimiento y un mejor uso del espacio disponible en el mar. Su configuración dista bastante de los aerogeneradores convencionales. Permite repartir la producción de energía en diferentes unidades más pequeñas, facilitando su reparación y mantenimiento sin perjudicar el funcionamiento general del parque eólico.
Según los expertos, esta tecnología alberga potencial suficiente como para optimizar la captura del viento y mejorar la eficiencia del sistema, sobre todo en áreas marinas en las que las velocidades del viento son altas y constantes.
Proyección del proyecto eólico flotante de Noruega
El proyecto de Noruega adquirirá 1,2 mil millones de coronas noruegas de financiamiento de parte de Enova, una entidad del Gobierno que brinda respaldo a propuestas de energía limpia. La tecnología de Wind Catching Demonstrator emerge como una solución potencial para optimizar la producción eólica en el mar.
Si los planes proyectados resultan satisfactorios, la propuesta de Noruega podría fomentar la expansión de la energía eólica flotante a nivel mundial.
China tiene megaturbinas eólicas (como esta, considerada la turbina eólica más alta del mundo), pero Noruega tendrá murallas de 300 metros que atrapan el viento sobre el mar.