España va a absorber el Sol desde el lugar más alto. Se avecina una nueva energía a casi 4.000 metros de altura. El mundo atraviesa un profundo estado de transición energética en el que lo más importante es dejar atrás los combustibles fósiles para focalizar la atención en fuentes limpias. En este contexto, se ha recurrido incluso a un invento que acaba de llegar de China y que rompe con los paneles solares convencionales.
La energía solar fotovoltaica es una de las piezas clave en la transición actual. Con su capacidad para pasar la luz del Sol a energía eléctrica brinda una alternativa limpia y renovable frente a los contaminantes combustibles fósiles. Está considerada una fuente renovable. Recibe la energía directamente del Sol y suele utilizarse una tecnología avanzada compuesta por células fotovoltaicas para obtenerla, que comúnmente se conoce como panel solar. Este elemento produce una corriente eléctrica por el efecto fotovoltaico.
Este tipo de energía se ha transformado en una de las más populares por su versatilidad y la preocupación cada vez más extendida por el medio ambiente.
España absorberá el Sol desde el lugar menos pensado: una energía revolucionaria a casi 4000 metros de altura
El Teleférico del Teide (el teleférico más alto de España, ubicado en Tenerife) ha instalado un sistema de propulsión con energía solar fotovoltaica. Su implementación hará posible la reducción a cero de las emisiones de CO2. La entidad Teleférico del Teide inauguró recientemente en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide un sistema de propulsión en sus cabinas que obtiene abastecimiento a través de energía solar fotovoltaica.
Este método representa una bajada a cero de las emisiones de CO2 difundidas a la atmósfera y transforma el Teleférico del Teide en la primera experiencia del mundo con un sistema no conectado a la red (aislado) alimentada por este tipo de energía. El sistema implementado aprovecha las últimas tecnologías y agrega la posibilidad de almacenar y distribuir energía a toda la instalación. Una técnica que entremezcla placas fotovoltaicas y baterías, con el sello de ingenieros suizos, alemanes y españoles.
Aprovecha la luz solar y el movimiento descendente de las cabinas, garantiza un suministro eléctrico suficiente y estable para asegurar el correcto funcionamiento de las actuales instalaciones del teleférico. Con esto, las emisiones contaminantes quedan anuladas. El motor que había sido empleado hasta ahora como productor de electricidad quedará cerca a modo de reserva para utilizar en caso de emergencia o necesidad.
Rosa Dávila, vicepresidenta del Cabildo de Tenerife, acudió a la puesta en funcionamiento de la nueva instalación fotovoltaica. Según registra El Diario – Tenerife Ahora, expresó que esta noticia coloca a la isla en la “vanguardia de las energías limpias”. Asimismo, señaló que el camino se está trazando para que Tenerife llegue a ser una isla ecosostenible.
Tenerife absorberá el Sol y creará una nueva energía que sorprende a toda España
Ignacio Sabaté, director gerente de Teleférico del Teide, destacó su parecer en una línea parecida. Advirtió que se pretende llevar un mensaje optimista y comprometido con el medio ambiente a través de esta propuesta: “Si nosotros, en unas condiciones técnicas complejas lo hemos podido hacer, cualquier institución, cualquier empresa, debe verse comprometida también en esta misma línea”.
Esta nueva instalación de energía renovable, limpia o verde es una de las inversiones más importantes de toda la historia del Teleférico del Teide, con 2 millones de euros de montante y financiada en su mayoría con recursos propios y un porcentaje menor por medio de los fondos Next Generation de la UE.
El sistema utilizado se llama ESFOR y fue desarrollado por el grupo austriaco Doppelmayr austriaco, al que pertenece la compañía suiza Frey AG. Asimismo, ha contado con la colaboración de la firma canaria de innovación y tecnología R7, la española Cegasa y la italiana Riello.
En definitiva, España va a absorber el Sol desde el punto más alto con una nueva energía a casi 4.000 metros de altura. Una noticia que sorprende casi tanto como la transformación del gas más peligroso del planeta en energía.