El Volcán del Fin del Mundo guarda una nueva energía. Los expertos piden prudencia, pero hay energía para explotar por milenios. Un país de América tiene en su territorio uno de los volcanes más grandes del mundo y se trata de un parque nacional con una gran historia. Cada año recibe la visita de miles de turistas que se atreven a sumergirse en sus imponentes aguas termales, sus aguas de barro y su concentración de géiseres.
No obstante, se trata de un volcán que podría entrar en erupción prácticamente en cualquier momento, suponiendo un desastre para la civilización humana. Aunque se considera un tesoro energético natural, tiene un lado oscuro. Podríamos considerarlo el volcán más peligroso del planeta si explotase. Tiene como base la caldera de un megavolcán. Recientemente, una explosión arrojó agua hirviendo, vapor, barro y fragmentos de roca.
Los turistas que se encontraban allí tuvieron que buscar refugio y las autoridades tuvieron que cerrar el área de recreo. Sucedió cerca de Sapphire Pool, una piscina de agua termal de Biscuit Basin ubicada a poco más de tres kilómetros del famoso géiser Old Faithful, en Wyoming.
El Volcán del Fin del Mundo tiene un gran potencial geotérmico, pero es muy peligroso
El Volcán del Fin del Mundo está en el parque nacional de Yellowstone (Estados Unidos). La energía ubicada en esta zona del mundo es la geotérmica, que tiene un increíble potencial como energía limpia. Sin embargo, también presenta inconvenientes si se quieren instalar allí centrales energéticas. Por ejemplo, la resistencia que podría encontrarse por parte de las comunidades preocupadas por la preservación del medio ambiente.
Aunque el problema principal es que las centrales geotérmicas extraen una cantidad significativa de agua subterránea, uno de los ingredientes vitales para formar un géiser. Aunque el agua vuelve a inyectarse en el suelo, no es lo mismo. Los niveles de agua, la temperatura, la presión y la composición química fluctúan de manera ligera y todos estos efectos pueden mitigar o hasta destruir formaciones sensibles como géiseres.
Los ingenieros geotérmicos estudian la viabilidad de proyectos a mayor escala denominados sistemas térmicos mejorados que no presentan dependencia de sistemas hidrotermales. En lugar de eso, estas centrales perforan miles de metros hasta llega al lechoso rocoso caliente, instancia donde hay agua. Justo después, inyecta agua fría para producir vapor que, a su vez, produce energía geotérmica.
Si un proyecto de estas características se llevara adelante en los límites del parque nacional de Yellowstone, podría desviar de forma fácil el sistema hidrotermal subterráneo de Yellowstone, dejando las formaciones superficiales intactas. También se perforaría a una profundidad suficiente para la producción energía geotérmica, explica Maria Richards, coordinadora del laboratorio geotérmico de la Universidad Metodista del Sur, en Dallas, según recoge la web de National Geographic. Es más, esta era una hipotética solución expuesta por la NASA.
El Volcán del Fin del Mundo tiene una importante energía, pero no pueden perforarlo
Sin embargo, Richard no apuesta por perforar cerca del parque nacional de Yellowstone. Si bien una central geotérmica podría no destruir las formaciones de la región (géiseres, fuentes terminales, charcas de lodo y fumarolas), una central de esta envergadura no pasaría desapercibida en una zona tan prístina. Expertos y miembros de la comunidad geotérmica coinciden que en que, siendo un parque nacional, “es sagrado”.
Respecto a la actividad que se presentó hace poco, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) hizo un llamado a la tranquilidad. Señalaron que la explosión no implica que una erupción volcánica suceda de forma inminente.
En definitiva, el Volcán del Fin del Mundo guarda en su interior energía geotérmica, pero los expertos recomiendan no extraerla.