La protección estricta es la herramienta más efectiva para garantizar la conservación y restauración de los mares y océanos ante el cambio climático, por ello es tan importante ampliar las superficies protegidas, especialmente en sitios como el mar Mediterráneo que tiene una biodiversidad de enorme importancia.
Para que los mares actúen como pulmón del planeta, son necesarias más áreas marinas protegidas y mayor protección de la vida marina. Es indispensable que estas zonas tengan planes de gestión coherentes que las pongan a salvo de actividades dañinas.
El medio marino está en un estado precario: la práctica totalidad de los hábitats y especies protegidas se encuentran en estado desfavorable o desconocido, mientras que en espacios teóricamente protegidos de los mares se permiten actividades incompatibles con la conservación, como la pesca de arrastre.
La protección de los mares debe ser estricta
Oceana ha pedido al Congreso de los Diputados incrementar la presión al Ejecutivo para aumentar la superficie de los mares protegida estrictamente en España, ya que el porcentaje actual es irrisorio (menos de un 0,1%). Para cumplir con los objetivos europeos de conservación, el país tiene que llegar al 10% de protección estricta para 2030. Esto implica usar el conocimiento científico para blindar áreas marinas con ecosistemas sensibles ante actividades extractivas, como la pesca o la minería.
En un evento, las ONG han acercado a los asistentes los beneficios socioeconómicos y ecológicos detrás de las áreas marinas de protección estricta de la mano de expertas como la defensora de los océanos, Alexandra Cousteau, y científicas de renombre como la Dra. Cristina Linares de la Universidad de Barcelona. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, ha abierto el acto con una intervención donde ha pedido a los miembros del Congreso priorizar la protección estricta del mar en España.
“Es preocupante que España carezca de hoja de ruta para aumentar la protección estricta de ecosistemas marinos altamente valiosos. Los diputados y diputadas del Congreso pueden ser grandes aliados a la hora de poner este asunto en primera plana política y animar al Gobierno español a actuar como líder en conservación marina delante de la Unión Europea.
Se ha comprobado que cerrar ciertas zonas del mar para convertirlas en paraísos de biodiversidad permite restaurar hábitats y conservar especies, además de fomentar una economía azul sostenible”, explica la defensora de los océanos y asesora senior de la ONG, Alexandra Cousteau.
“Las zonas de protección estricta permiten tener hábitats más sanos y productivos para albergar una pesca sostenible, además de aumentar la resiliencia del océano frente a los efectos del cambio climático. Estamos a la disposición del Gobierno para proporcionar la información científica necesaria que apoye la designación y la ampliación de ecosistemas a proteger, especialmente aquellos de alto valor natural y con elevada capacidad para retener y almacenar carbono”, afirma la Catedrática de Ecología de la Universidad de Barcelona, Cristina Linares.
Se propone designar nuevas zonas protegidas
Representantes de Oceana han presentado una propuesta a los diputados y diputadas para la designación de nuevas áreas de protección estricta en los mares y la ampliación de las ya existentes, priorizando los ecosistemas más vulnerables.
Además, la Fundación Marilles ha mostrado los resultados de un nuevo estudio científico que ha analizado las zonas de mayor relevancia ecológica del mar Balear, una información clave para avanzar en la protección estricta en esa región.
Todo ello, en el Mediterráneo, uno de los mares más ricos en biodiversidad, pero a la vez uno de los más sobreexplotados. Las zonas identificadas se encuentran principalmente en aguas de Andalucía, Catalunya, la Comunitat Valenciana, Baleares y la Región de Murcia. De seguirse lo que proponen ambas organizaciones, estos espacios ayudarían a proteger de manera estricta el 5,4% del Mediterráneo español.