Incendios forestales en España 2025: el informe de WWF llamado «Restauración de zonas incendiadas» aborda las carencias que existen en España a la hora de planificar y ejecutar la restauración de áreas afectadas por los incendios forestales. Además, destaca la necesidad de un enfoque integral para hacer frente a la crisis climática.
El informe argumenta que la restauración ecológica tiene que ir más allá de la simple plantación de árboles y debe centrarse en la recuperación integral del ecosistema con el fin de reducir su vulnerabilidad futura y asegurar su resiliencia.
WWF enfatiza que las actuaciones de emergencia que se ponen en práctica para minimizar la erosión, las plagas y los daños a infraestructuras deben estar mejor planificadas, tener un carácter temporal y ser acordes a la evaluación de riesgos reales.
Incendios forestales en España 2025: diagnóstico del peor año en dos siglos
Las consecuencias de los incendios forestales han tomado una relevancia especialmente preocupante este verano a nivel global, pero aún más grave en el arco mediterráneo y en España.
A pesar de que no se trate de un problema nuevo, los datos demuestran que los incendios son cada vez más intensos y extremos, elevando la crisis social y ambiental, lo que subraya la necesidad de apostar por la prevención para adaptar el paisaje ante el nuevo contexto climático.
Grandes Incendios Forestales, simultáneos y voraces: un escenario inextinguible
Este verano, aunque el número total de siniestros ha sido menor, con 7451 en 2025 frente a los 8430 registrados de media en los últimos 10 años, preocupa el incremento de Grandes Incendios Forestales (GIF) –aquellos que queman más de 500 ha- que han ascendido a 65 en total, cuando la media de los últimos 20 años era de 21.
Muchos de estos GIF han sido tan voraces que se han convertido en inextinguibles y han supuesto el 87,5 % del total de la superficie afectada.
En apenas 15 días del mes de agosto, se estima que se quemó entre el 80 % y el 90 % del total de la superficie quemada y, de esta, el 45 % del espacio afectado tiene alguna figura de protección.
Las provincias del noroeste de España han sido las más afectadas -tal como advertía el Informe “Polvorín del Noroeste” de WWF en 2018- concentrando buena parte de los GIF y el 80 % del total de la superficie quemada: un 30 % en León, un 29 % en Ourense, un 10 % en Zamora, y un 10 % en Cáceres.
Triple crisis: climática, territorial y social detrás del desastre forestal
Otra característica preocupante del contexto de este verano ha sido la simultaneidad en que han ocurrido estos incendios. Llegó a haber hasta 18 incendios activos de más de 500 hectáreas al mismo tiempo, lo que complica enormemente su gestión.
Ante esta situación, los medios quedan saturados, la evacuación de la población es más compleja, los daños se extienden más rápido y la capacidad de control disminuye.
Estos incendios extremos evidencian una triple crisis: climática —marcada por altas temperaturas, sequías y olas de calor prolongadas— y territorial —agravada por el abandono rural y la acumulación de combustible en el campo—.
A ello se suma una crisis social, con una preocupante falta de prevención real y acción colectiva frente a los incendios forestales.
Restauración ecológica: la herramienta clave que propone WWF para prevenir futuros incendios
Basándose en más de dos décadas de experiencia en la gestión y análisis de incendios forestales, WWF publica su informe “Restauración de zona incendiada” en el que apuesta por la restauración ecológica eficaz como pieza central de la prevención.
Esta restauración debe partir de un diagnóstico riguroso y orientado a transformar el paisaje hacia modelos más resilientes, diversos y sostenibles ante los potenciales incendios de alta intensidad en el futuro, evitando daños adicionales y priorizando las zonas más sensibles.
El documento detalla todas las fases que debe recorrer una restauración para que sea efectiva, desde la evaluación urgente de los impactos y riesgos, incluida la identificación de áreas vulnerables, hasta el diseño de medidas de emergencia que estabilicen el suelo sin crear infraestructuras permanentes o impactos innecesarios, pasando por actuaciones destinadas a favorecer la regeneración natural.
Todo ello culmina en una planificación a largo plazo que incorpore seguimiento, evaluación y adaptación continua.
Entre las principales recomendaciones, destacamos la necesidad de que las administraciones públicas lideren este proceso, dotándolo de recursos, coordinación y voluntad política.
Además, insiste en que la restauración solo será eficaz si se basa en la ciencia, cuenta con comités técnico-científicos, incorpora procesos participativos y se integra en un modelo de gestión del territorio que priorice la prevención, la resiliencia y la sostenibilidad, tal y como exige el nuevo contexto de incendios extremos.
WWF exige al Gobierno aprobar ya el Plan Nacional de Restauración de la Naturaleza
Respecto a las actuaciones de emergencia, aquellas encaminadas a minimizar procesos erosivos y plagas, recordamos la importancia de que estén bien planificadas, acordes a la evaluación de los riesgos y los daños reales.
En líneas generales, debe evitarse el arrastre de madera quemada, minimizar la apertura y extensión de las vías de saca, asegurando que tengan un carácter temporal para evitar la creación de caminos permanentes en zonas sensibles, estableciendo zonas de protección alrededor de cursos de agua.
Además, deben ser acometidas en los plazos temporales recomendados para asegurar su eficacia.
Por último, y con el fin de que la restauración ecológica tome la relevancia que merece y sea una herramienta efectiva para recuperar espacios degradados, WWF urge al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y a las Comunidades Autónomas a que no se demoren en la aprobación del Plan Nacional de Restauración de la Naturaleza, y que sea participado, tenga ambición real y financiación firme.
WWF insta al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y a las Comunidades Autónomas a aprobar sin demora el Plan Nacional de Restauración de la Naturaleza, asegurando que sea participativo, ambicioso y cuente con una financiación concreta y firme.
El informe de WWF posiciona la restauración ecológica como una herramienta fundamental que permitirá recuperar espacios degradados y construir paisajes más resilientes y menos vulnerables a la crisis climática y a los incendios de alta intensidad. Seguir leyendo en ECOticias.com















