La Barcelona más humilde tiene más árboles en el espacio público. Esto se debe a que los barrios menos adinerados y más densamente poblados tienen rotondas y plazas floridas, árboles en las calles, alcorques, pequeños espacios ajardinados que compensan la carencia de grandes infraestructuras verdes que sí que hay en los barrios acomodados.
Por otro lado, los datos también demuestran que los barrios de Barcelona con mayor esperanza de vida tienen más árboles y demás especies diferentes, poniendo de manifiesto que un mejor acceso a la naturaleza puede estar relacionado con mejor salud humana.
«Habrá que hacer más investigación para determinar si es una causa directa, como se ha encontrado en otras ciudades», avisa Padullés. Y es que un número creciente de investigaciones muestra que el acceso a los espacios verdes tienen numerosos beneficios para la salud mental y física, la cohesión social y la calidad de vida en general.
Espacios verdes urbanos
Estos beneficios suelen estar relacionados con el hecho de que los espacios verdes urbanos reducen los niveles de estrés, promueven la actividad física, mejoran los climas locales y reducen la contaminación del aire. En consecuencia, los resultados obtenidos permiten establecer un ranking de los barrios que más se están reverdeciendo en Barcelona (y los que menos!).
Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, La Guineueta y el Poble Sec – Parc de Montjuïc son los barrios con más diversidad de árboles. Por contra, Sants-Badal, Can Peguera y la Clota son los de menor variedad. En cuanto a número de árboles, Horta, Poble Sec – Parc de Montjuïc y Pedralbes ocupan las posiciones altas del ranking, mientras que Vallvidrera, Tibidado i les Planes, Vallbona y la Clota se llevan las más bajas.
Para llevar a cabo este estudio, el CREAF y la UAB han analizado casi 230.000 árboles de todos los barrios de la ciudad y los ha relacionado con factores socioeconómicos como por ejemplo la edad, la renta per cápita y la esperanza de vida.
La diversidad está en la calle
El estudio, que también ha contado con la participación del investigador del CREAF y catedrático de la UAB Javier Retana, muestra que este verde no se distribuye de manera uniforme: la mayoría de árboles de la ciudad se encuentran en las calles (67%), seguidos de lejos por el arbolado de zona (18%) –el de plazas, rotondas, plazas, etc.– y los parques (15%).
En cuanto a la diversidad, de media, las calles también tienen una riqueza de especies arbóreas más grande que los parques de los barrios. El motivo, como es sabido, es que muchos parques tienden a zonas de monocultivo de césped o grandes plantaciones de la misma especie de árbol por razones estéticas. Esta investigación alienta a buscar conjuntos de árboles más diversos para ofrecer una gama de servicios ambientales más amplia.
Menos coches, más árboles
Barcelona tiene unos 7 m² de espacio verde por habitante, un dato bajo en comparación con otras ciudades, pero que se compensa con el alta densidad de árboles en las calles (100 árboles de calle por cada 1.000 habitantes aprox.). Los autores advierten que la carencia de espacio y la forma compacta de las ciudades puede limitar que aumente el verde urbano. Por eso, transformar la red de calles, por ejemplo, reduciendo el número de carriles de tráfico privados, puede abrir nuevas oportunidades para aumentar la plantación de árboles y sus beneficios.
«Este estudio es un ejemplo de los esfuerzos que hacen falta para comprender la complejidad de los ecosistemas urbanos y su relación con los habitantes. Hay que seguir investigando para mejorar el conocimiento y hacer una planificación urbana sostenible y un diseño de espacios verdes que promuevan una distribución más equitativa.
Según nuestros resultados, las personas encargadas de esta planificación y responsables políticos no tendrían que asumir que el aumento de la cubierta arbórea o de los espacios verdes comportará siempre un aumento de los niveles de ingresos por sí solo.
En lugar de esto, tienen que adoptar un enfoque más específico y abordar las barreras que impiden que determinados grupos sociales accedan a los árboles y en los espacios verdes”, concluye Padullés. La Barcelona más humilde tiene más árboles en el espacio público.

Artículo de referencia: Padullés Cubino, J.; Retana, J (2023). Socioeconomics explain tree diversity, abundance, and composition in the compact city of Barcelona, Spain. Landscape and Urban Planning, Volume 236, 104778, ISSN 0169-2046.