Necesitamos con urgencia ciudades más verdes y saludables. SEO/BirdLife y numerosos expertos tienen el firme convencimiento que la naturaleza tiene mucho que aportar en esas soluciones. Ya que ofrece multitud de servicios ecosistémicos que contribuyen a mantener la calidad de vida y el bienestar de las personas.
Ciudades más verdes y saludables
Multitud de estudios avalan los beneficios que ofrecen los espacios verdes y su biodiversidad a los habitantes de los entornos urbanos. Los árboles son el elemento vertebrador de la infraestructura verde y ayudan a paliar los efectos del cambio climático y la contaminación, de una forma más eficiente y barata que los sistemas tecnológicos.
Por ejemplo, la presencia de árboles en nuestras calles refresca el ambiente entre 2 y 8ºC, haciendo más soportables las cada vez más frecuentes, olas de calor. Las hojas de las plantas absorben contaminación y CO2.
Son una depuradora gratuita y nos pueden ayudar a reducir las 10.000 muertes prematuras que la contaminación atmosférica provoca en España. Además, la vegetación también ayuda a regular los flujos de agua y nos protege de las inundaciones.
Además, el contacto con espacios verdes contribuye a mejorar la salud física y mental. Enfermedades como el asma, la obesidad o trastornos como el TDAH y la falta de vitamina D están ligados con el sedentarismo, la reducción del contacto con la naturaleza y la falta de estímulos durante el desarrollo infantil.
Crecer y estudiar cerca de zonas verdes ayuda a desarrollar la creatividad y la imaginación, mejora el rendimiento escolar y facilita la práctica del ejercicio físico. Se estima que casi un 20% de la mortalidad en España podría prevenirse si se siguieran las recomendaciones internacionales sobre actividad física, acceso a espacios verdes y niveles de contaminación del aire, ruido y calor en las ciudades.
Calidad de vida
Asimismo, la biodiversidad se relaciona positivamente con la calidad de vida, al mismo nivel que el poder adquisitivo. Esto es lo que concluyó un estudio de investigadores alemanes publicado en 2011, que analizó el nivel de satisfacción con su vida de los ciudadanos europeos.
Desde hace unos años, el índice de aves comunes es uno de los indicadores de calidad de vida que utiliza Eurostat, la Oficina Estadística Europea. Existe evidencia científica de que las personas que viven en barrios con más aves, árboles, plantas y arbustos son menos propensas a sufrir depresión, ansiedad y estrés. Y, por lo tanto, son más felices.
Las ciudades europeas albergan al 40,2% de la población, lo que pone de manifiesto la importancia de construir ciudades sostenibles que favorezcan la calidad de vida de sus habitantes.
Y que sean capaces de hacer frente a la actual crisis climática a la que nos enfrentamos. Por ello, contribuir a generar ciudades verdes, que favorezcan esta sostenibilidad, debe ser, no solo una meta, sino también una obligación para los dirigentes políticos. Necesitamos con urgencia ciudades más verdes y saludables.