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miércoles, mayo 31, 2023

El vehículo verde, un gran estímulo para la industria catalana de la automoción

La presentación del estudio Els reptes industrials del vehicle verd a Catalunya, elaborado por Damià Martin y Tomás Megía del Observatori de Prospectiva Industrial (OPI), ha servido para poner sobre la mesa las dificultades y al mismo tiempo las grandes oportunidades que brinda la actual transición hacia vehículos más limpios. Se trata de un proceso que apenas empieza y que pedirá algunos esfuerzos en el sector de la automoción, uno de los más relevantes en la economía del país. El acto ha tenido lugar en la Llotja de Mar de Barcelona y ha sido organizado por la Cámara de Comercio y el Departamento de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat, al que el OPI está adscrito.

Los autores indicaron que el sector de la automoción arrastra una dinámica negativa desde hace años (pérdida de trabajadores y disminución de la facturación) que podría ser detenida y remontada si se aprovecha adecuadamente el cambio de paradigma que supondrá el vehículo verde  se. En el estudio, el concepto vehículo verde se refiere a todo aquel vehículo que evoluciona dentro de los parámetros de una movilidad más sostenible, es decir, con menos dependencia de los combustibles fósiles, reducción de emisiones y de ruidos, mayor eficiencia energética, etc. Aquí entrarían los vehículos de motor de combustión de última generación que emplean carburantes más limpios, los eléctricos y los híbridos. Tanto Damián Martin como Tomás Megía comparten la opinión de que «esta transición se hará por etapas» y que los vehículos eléctricos y los híbridos igualarán al resto en número en la última etapa del proceso, que se sitúa en el horizonte 2030-2040.

La rapidez o lentitud con que se avanzará en esta transición dependerá de la evolución de una serie de variables: la ratio entre el precio del petróleo y el de la electricidad, la tasación de la contaminación por parte de los gobiernos, el tipo de cambio euro-dólar, las subvenciones a la adquisición de vehículos; la evolución tecnológica y la capacidad de compra de los clientes. Algunos de estos factores son lógicamente previsibles como la subida del precio del petróleo, pero otras permanecen en la incertidumbre relacionada con eventuales crisis y fluctuaciones económicas.

Fortalezas y debilidades del sector
Antoni Soy, secretario de Industria y Empresa de la Generalidad de Cataluña, que ha presentado el acto, ha querido enviar un mensaje global positivo recordando que Catalunya «tiene una de las concentraciones de fabricantes de automoción de las más importantes de Europa y más aún si se cuenta la industria auxiliar «. Y ha descrito esta realidad «como una fortaleza». Según Soy, «el estudio demuestra que tenemos capacidad para adaptarnos al nuevo paradigma» También ha defendido la idea de que, en esta dinámica, «son las empresas las que deben liderar, mientras que la administración debe acompañar» . Como ejemplo de esta última acción ha mencionado la estrategia IVECAT.

Sin contradecir este juicio general, los autores han puntualizado que el sector no es igual de potente en toda la cadena de valor relacionada con los vehículos verdes, especialmente con los eléctricos. Así en el estudio se destacan algunos puntos débiles de la industria catalana en componentes tan relevantes como las baterías y supercondensadores, así como la falta de empresas de electrónica de potencia y de motores eléctricos. De todos modos existe la posibilidad de que empresas del sector eléctrico y electrónico puedan cubrir este vacío si diversifican su negocio actual, acercándose a la automoción.

La conclusión es que un número mayoritario de empresas deberá adaptarse a las nuevas necesidades productivas con diversa intensidad. En algunos casos esto pasará por introducir sólo algunos cambios en el objetivo de la compañía, pero en otros habrá una reconceptualización total del producto, partiendo de cero. Una parte de las empresas, no muy grande pero significativa, deberá enfrentarse a una reducción del mercado a medio y largo plazo, lo que forzará a diversificar la producción.

El estudio también indica que las líneas de trabajo más interesantes en vehículos verdes en Cataluña están teniendo lugar ahora mismo no precisamente en el subsector de los turismos-el más popular-sino en motos, vehículos industriales y vehículos de servicios y transporte. Es estos ámbitos donde se está iniciando ya el camino hacia la movilidad eléctrica.

Sin embargo, los autores consideran que, aunque el camino es largo y complejo, en general, la industria catalana parte de una posición favorable donde «pesan más las oportunidades que las amenazas». Y eso es gracias al know how y a toda una serie de capacidades acumuladas en los últimos años y a la diversidad empresarial del sector de la automoción. Por esta razón Els reptes industrials del vehicle verd a Catalunya propone una serie de líneas de actuación a seguir para conseguir el éxito en el nuevo contexto: definición de la visión de futuro con enfoque estratégico; reforzamiento de la cadena de valor; estímulo de la demanda industrial, refuerzo competitivo de la industria auxiliar y apoyar los proyectos a través de la colaboración entre empresas.

Para que todo ello acabe de materializarse el estudio recomienda al sector de la automoción la realización de fusiones y alianzas estratégicas, así como emprender el camino de la internacionalización.

No sólo tecnología
Está claro que los autores proponen un salto tecnológico, un esfuerzo de innovación, palabras clave hoy en día. Sin embargo, el profesor del IESE Pedro Nueno, sin negar la importancia de esta línea, ha recordado que «innovar no es suficiente, hay que tener la voluntad de llevar las cosas a la práctica». Nueno ha ilustrado su reflexión con un ejemplo: el retraso que llevan las ciudades en el desarrollo de grandes redes de infraestructuras para el vehículo eléctrico. También ha moderado el entusiasmo sobre las previsiones de futuro en cuanto a la presencia de este vehículo pero ha hecho pensar al auditorio recordando que «aunque sólo un 3% del parque de vehículos fuera eléctrico, eso ya significaría millones de vehículos con estas características «.

Un estímulo para la voluntad de transformar el sector sería sin duda la cifra de negocio que podrían mover el año 2020 elementos como las baterías y los motores electrónicos: 50.000 millones de euros a escala mundial. Una cifra que ha sido estimada por la consultoría Roland Berger y que recoge el libro.
Ecuaciones por resolver
El vehículo verde y su culminación en la movilidad eléctrica es un proceso evolutivo que pone en contacto aspectos diversos. Por un lado contribuye a aumentar la calidad de vida de las ciudades a través de la mejora de la calidad del medio ambiente. Pero su desarrollo reclamará una acción decidida en el impulso de infraestructuras de apoyo, tal y como ha reclamado Pedro Nueno. Este paso está ligado con la seguridad energética-calidad de la red y del suministro-y también con el debate sobre la presencia de las renovables en el mix eléctrico. Durante la presentación se ha producido una pregunta de un asistente sobre hasta qué punto el precio más elevado de la generación de renovables afectaría el éxito del vehículo eléctrico. La respuesta de los expertos ha sido que «igual que hemos analizado la cadena de valor, hay que hacer lo mismo con la cadena de coste». Evidentemente quedan algunas ecuaciones pendientes, la resolución de las cuales es del máximo interés para los agentes del sector de la automoción.

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