Uno de los mayores desafíos que enfrentan los conductores de los coches eléctricos es la recarga de sus baterías, pero ¿Qué tal si esto no fuera necesario? Pues aunque suena muy raro en Alemania están utilizando un sistema muy diferente y acá te contamos de qué se trata.
El problema de los coches eléctricos
Los coches de gasolina ya son parte del pasado, pues cada vez son más las personas que prefieren comprar un coche eléctrico, el cual es mucho más atractivo, eficiente y amigable con nuestro planeta porque no liberan gases contaminantes.
Pero como en la vida, no todo puede ser perfecto y uno de los mayores desafíos de los coches eléctricos sigue siendo el tiempo y la infraestructura necesarios para la recarga de sus baterías, lo que causa que muchas personas no quieran comprarlos.
A pesar de los avances, recargar un coche eléctrico no se compara con de la rapidez de llenar un tanque de gasolina, pero aunque suene muy extraño recargar las baterías no es algo esencial para usar un coche eléctrico, pues existen otros métodos.
Adiós a las recargas de baterías en Alemania
Si te sorprendiste por la guerra que tiene los dueños de coches eléctricos, esto va interesarte, pues el fabricante de coches NIO está apostando por una tecnología que reemplaza a los puntos de recarga y son las estaciones de intercambio de baterías, conocidas como NIO Power.
Recientemente la empresa ha inaugurado su estación número 20 en Alemania en Sankt Augustin y la número 60 en Europa, pues aunque estas estaciones son especialmente exitosas en China, están ganando terreno en otros mercados.
Mientras que una carga rápida puede llevar media hora o más, en una estación NIO Power el cambio de batería es automático y dura solo unos minutos. Esto significa que el conductor puede salir con una batería completamente cargada y continuar su viaje de inmediato, sin las largas esperas.
Estas estaciones pueden intercambiar hasta 312 baterías al día y tienen capacidad para cargar hasta 13 de ellas hasta el próximo recambio, pero ¿Cómo funciona? Básicamente el coche entra, se posiciona en un lugar específico y la batería se cambia ¡pero eso no es todo!
NIO también ofrece un servicio llamado “Batería como Servicio» (BaaS), que permite a los conductores usar las estaciones de intercambio sin ser dueños de la batería, por ejemplo, si un usuario va a hacer un viaje largo, puede alquilar una batería de mayor capacidad y lo gestiona desde una aplicación móvil.
Otra gran ventaja de estas estaciones es que las estaciones pueden optimizar la carga de sus baterías internas, por ejemplo si hay un exceso de energía en horas de baja demanda o alta producción renovable, cargan las baterías al máximo y durante las horas punta, minimizan su consumo.
De esta forma, no solo benefician a los conductores, sino que también contribuyen a una mayor estabilidad y eficiencia de la red, algo cada vez más crucial con la creciente adopción de coches eléctricos y energías renovables.
Un gran cambio para la movilidad eléctrica
Este sistema es un gran aporte para nuestro planeta, pues las baterías se pueden reutilizar y reciclar fácilmente, sin tener que tirar todo el coche y si tienes un vehículo con batería intercambiable de todas formas puedes recargarlo de manera tradicional.
El problema principal hasta ahora era que cada marca de coche tenía su propia batería, no había un modelo único, lo que hacía muy caro crear una red de intercambio, pero ahora, Alemania tiene una nueva norma, la DIN EN IEC 62840-2 que crea un estándar.
Esta norma ya casi está lista para publicarse. NIO, la empresa que impulsa esto, cree que esta estandarización le dará un gran empujón a su tecnología, lo que significa que los fabricantes alemanes podrán hacer coches con baterías intercambiables que sirvan para diferentes marcas.
Hace poco descubrimos cuanto petróleo nos ahorramos si tenemos un coche eléctrico, pero ahora este nuevo sistema de intercambio de baterías ha llegado a revolucionar aún más la visión que teníamos sobre ellos, demostrando que el problema de las recargas tiene una solución mucho más sostenible y eficiente.