Una ciudad española se mueve con hidrógeno y el mundo entero ya busca copiarnos el invento. España es uno de los tantos países que está firmemente comprometidos con la mitigación del cambio climático. Una de las medidas a las que el ser humano debe adherirse para que eso suceda es la descarbonización. Atenuar los efectos nocivos del cambio climático y el calentamiento global pasa por bajar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Los informes públicos sobre la contaminación atmosférica reflejan que el transporte es uno de los sectores más contaminantes, por lo que tanto autoridades como diferentes compañías del sector trabajan arduamente por traer al mercado nuevos combustibles más compasivos con el medio ambiente. Con el fin de evitar que la temperatura global se caliente más de 1.5ºC (2.7 ºF) por encima de los niveles industriales, muchos países se han establecido metas para llega a las cero emisiones netas de GEI para 2050.
El cero neto es el punto en el que las emisiones de gases de efecto invernadero que ingresan en la atmósfera quedan equilibradas con una cantidad equivalente de la atmósfera. Es necesaria la ejecución de esfuerzos rápidos de descarbonización para alcanzar la meta de cero emisiones.
Barcelona se mueve con hidrógeno y el mundo entero quiere copiar su idea
Barcelona ya tiene casi una decena de buses que funcionan con hidrógeno. Tardan menos en sus recargas y el mantenimiento es económico. Ha llegado el noveno autobús de hidrógeno verde a la red de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). El vehículo se destinará a la línea V19 (Barceloneta-plaça Alfonso Comín). Los otros ocho continuará brindando apoyo a la X1 (Centre-Francesc Macià-Centre-Glòries) y a las necesidades del servicio.
Los rasgos distintivos de este tipo de autobús son que su mantenimiento es más asequible, su vida útil más larga y tardan menos en recargarse que otros. Así, aunque son más caros que los eléctricos, a la larga, resultan más rentables.
Laia Bonet, tenienta de la alcaldía del ayuntamiento y presidenta de TMB, señaló en un acto en la avenida María Cristina de Barcelona que el nuevo bus representa una apuesta “valiente y ambiciosa” y que, a finales de 2024, existirán un total de 46 autobuses de hidrógeno en la ciudad.
También recordó que, además de los 196 eléctricos que ya circulan, se cerrará 2024 con un 25% de la flota de bus con vehículos cero emisiones. Respecto a esta nueva incorporación, la presidenta de TMB explicó que es parte de una compra de 36 autobuses de H de 12 metro adjudicada a la compañía Solaris Bus Ibérica por un total 23.796.000 euros. Concretamente, se refiere al modelo Urbino 12 H2.
Sumado a esto, se agregarán dos más del mismo fabricante, aunque articulados, a finales de año. El importe para estos versa los 1,8 millones de euros.
Barcelona apuesta por el hidrógeno en su transporte: el mundo mira de cerca su propuesta
Bonet y Mario Canet, responsable de innovación y nuevos retos de TMB, confirmaron que la compra contó con la financiación del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, bajo el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de los fondos Next Generation.
Según registra 20 minutos, Canet mencionó que una de sus ventajas era su tiempo de carga: “Ocho minutos y permite circular todo un día”. También manifestó que el mantenimiento resulta más barato y que su peso es más ligero, puesto que la “infraestructura que requiere es discreta”.
En conclusión, Barcelona se mueve con hidrógeno en su deseo por hacer de Cataluña un espacio más sostenible. Un proyecto perfectamente alineado con los revolucionarios proyectos que están apareciendo en el sector, como el de la aerolínea que se pasa al hidrógeno.