El futuro de la aviación se está disipando para convertirse en nuestro presente. Pronto las habituales estelas del cielo pasarán a ser un mero recuerdo. Y lo harán porque a la aviación la está rondando una tecnología futurista. Lo que creíamos que pasaría dentro de unos años nos está alcanzando antes de tiempo. La aviación se ha convertido en un eje fundamental para la economía global, además de ser una herramienta óptima para mantener a las personas interconectadas.
Viajes que antes se hacían en barco y tardaban meses hoy están a menos de 24 horas de distancia. Sin embargo, las generaciones actuales han nacido y crecido con esta idea. Saben que es posible movilizarse entre países, regiones y continentes.
Pero ahora se busca «algo más». El sector de la aviación crece día a día. Sí, pero debe hacerlo de una manera responsable, acotando lo máximo posible las emisiones netas de carbono. Junio de 2020 es una etapa de la historia que pasará a los libros de la aviación.
Mientas el mundo se encontraba paralizado por la pandemia del COVID-19 y los cielos estaban aparentemente vacíos, un progreso significativo para la humanidad se estaba gestando. La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) certificó la existencia de un discreto avión biplaza creado en Eslovenia como una pieza segura para volar.
Corresponde del avión Pipistrel Velis Electro, modelo que cuenta con un importante rasgo distintivo. Fue el primer avión eléctrico 100% certificado del mundo. Desde entonces, el sector de la aviación ha seguido subiendo peldaños hasta llegar a lo que ahora se presenta como la tecnología del futuro.
El sector de la aviación inicia una nueva etapa
Tras la irrupción de un vehículo mitad avión mita coche, un grupo de investigadores del MIT han anunciado la creación de una celda de combustible de sodio-aire que triplica la densidad energética de las baterías de litio.
Tiene potencial para ser implementada en trenes, barcos y aviones. No hay duda alguna de que las baterías de iones de litio han llevado al sector de la movilidad eléctrica mucho más lejos de que lo que la humanidad jamás pudo soñar, pero tienen un tope.
En ocasiones, su densidad energética no da más, sobre todo en sectores donde el peso es uno de los factores más importantes (que es el caso de la aviación). Bajo este marco, ha aparecido el gran invento del equipo del MIT: una nueva celda de combustible que se basa en sodio metálico líquido y podría suponer un antes y un después en los sectores mencionados.
Al contrario de lo que sucede con las baterías convencionales, esta celda no tiene que recargarse. ¿Por qué? Porque se reabastece rápido. En este punto, podemos comparar su proceso con el del llenado de un depósito de combustible
Funcionamiento del invento que podría cambiar la aviación
Esta nueva celda de combustible que puede aplicarse en el sector de la aviación funciona a base de sodio metálico líquido como combustible. Asimismo, utiliza el aire común como fuente de oxígeno. Entre estos dos recursos, una membrana cerámica sólida hace posible el ingreso de iones de sodio.
Un electrodo poroso orientado al aire permite la reacción química que da lugar después de la producción de electricidad. Durante el desarrollo de las pruebas de laboratorio, el prototipo de la celda registró una densidad energética superior a 1500 Wh/kg.
Esto se traduce en una densidad neta útil que sobrepasa los 1000 Wh/kg a nivel de sistema completo, triplicando la densidad de las baterías que vemos actualmente en los coches eléctrico (con 300 Wh/kg).
Planes de futuro de la celda ideal para la aviación regional
A futuro, el plan es lanzar un prototipo funcional del tamaño de un ladrillo para que genere 1000 Wh, cantidad suficiente para el abastecimiento de un dron agrícola de grandes dimensiones. Un desarrollo a cargo de la startup Propel Aero, gestada en el MIT.
Por ahora, el equipo del centro académico tiene sobre sí el mérito de dos prototipos: modelo vertical tipo H y diseño horizontal tipo bandeja.
Ambas unidades utilizan una membrana cerámica y aire húmeda para alcanzar reacciones limpias y sostenidas. La celda de combustible de sodio-aire es más que una mejora técnica para la aviación. Representa un nuevo paso hacia la sostenibilidad, alejado de las estelas que hoy vemos en el cielo. Algo que ya está tratando de lograrse con estos aviones movidos por gas verde.