El coche de gasolina está empezando a verse como algo más del pasado que del presente. Ante los retos cada vez más graves ocasionados por el cambio climático y el agotamiento de recursos, la industria automotriz está viviendo un momento de profunda transformación. Uno que no podemos comparar con nada que hayamos visto antes. La transición del coche de gasolina o cualquier motor de combustión interna a los vehículos eléctricos supone una de las modificaciones más significativas en el transporte personal desde que se inventó el automóvil.
El coche de gasolina se veía como el mayor aliado de la humanidad, pero ya no
Inventos como este ya auguran el fin del coche de gasolina, pese a que durante más de un siglo ha dominado el segmento del transporte personal. Y esta duradera popularidad se debe a varios puntos clave. El primero de ellos su amplia autonomía, que puede otorgar viajes de entre 480 o 640 km con un solo tanque.
Otros aspectos destacados del coche de gasolina son su repostaje rápido y un costo de compra más bajo. El precio de compra inicial del coche de gasolina sigue siendo más bajo que el de los coches eléctricos, pese a su atractivo ambiental.
A pesar de las ventajas de las que ha gozado la humanidad durante décadas, el coche de gasolina se ha visto obligado a enfrentar severas críticas y desafíos.
Los retos se centran principalmente en los contaminantes nocivos que desprende el tubo de escape y el impacto climático que eso genera, además de la falta de recursos petroleros que se avecina.
En contraposición, los vehículos eléctricos parecen ser la luz al final del túnel con productos cero emisiones con una huella de carbono baja, costos operativos más bajos y un mantenimiento más sencillo.
Lugares del mundo que ya despiden el coche de gasolina
China, Europa y Estados Unidos atesoran la gran parte de las ventas mundiales de coches eléctricos. Mientras tanto, en América Latina empieza a vislumbrarse un creciente interés por la movilidad electrificada. Esta es la información que llega por parte de la Agencia Internacional de Energía. China es el líder global del sector.
Registró más de 9 millones de ventas de EV en 2024, que equivalen a más del 55% del total mundial. En su mercado es posible encontrar varias piezas automovilísticas accesibles. Algo que se ha conseguido a base de una amplia oferta, redes de carga en expansión y políticas de subsidios.
Todos estos factores han influido que hoy incluso los microvehículos urbanos sean una opción accesible. Compañías locales como BYD, NIO, Xpeng y Geely son las que dominan el mercado. Tesla, Volkswagen y BMW también disfrutan de presencia en China.
Europa tiene el puesto de segundo mercado más relevante, con un registro de unos 3,2 millones de coches eléctricos vendidos el año pasado. Países como Noruega, Suecia y Países Bajos son los que encabezan el ingreso de EV. Al tiempo, Alemania lidera en cuanto a volumen absoluto, con Reino Unido y Francia como siguientes en la lista.
Posición del coche de gasolina en la Unión Europea y América Latina
La Unión Europea sigue con su plan de acabar con la venta de coches a combustión a partir de 2035. En Estados Unidos, las ventas rebasaron los 1,4 millones de unidades, fomentadas por Tesla, Ford, GM y Rivian. Todo esto con créditos fiscales y programas de respaldo a la producción de baterías que fortalecen la situación del sector.
América Latina todavía supone una fracción del mercado global, muy por detrás del resto del globo terráqueo. Sin embargo, Brasil, México, Chile y Colombia viven un crecimiento sostenible. Contexto que se debe a varios incentivos fiscales y la irrupción de piezas chinas.
Según la agencia, para 2030, 1 de cada 3 vehículos nuevos vendidos en el mundo será eléctrico. Los países ya están empezando a despedirse del coche de gasolina. Apuestan por otro futuro que parece estar “bañado” en electricidad. Al mismo tiempo, se ha descubierto que la mayor ventaja del coche de gasolina ahora está a punto de convertirse en una desventaja.
















