El fin de los motores de combustión se acerca con la proyección puesta en el coche del futuro. La cuenta atrás para el vehículo movido por combustión ya ha comenzado. 2035 es el año límite para decirles adiós a estos motores. La Unión Europea aprobó en 2023 que, a partir de ese año, en su territorio solo podrán venderse coches nuevos que desprendan CO2, con el fin de disminuir las emisiones un 55% en 2030 y rozar la neutralidad climática en 2050. La norma está en revisión y alrededor de ella se ciernen intereses y peticiones muy distintas.
El debate sobre el fin de los motores de combustión está abierto
Tras exponerse que la Junta de Andalucía amplía en 13,36 millones las ayudas para la compra del coche eléctrico, la atención del sector se posiciona sobre el debate abierto. Fabricantes tradicionales, eléctricas, petroleras y gobiernos tienen posturas contrapuestas.
Mercedes, BMW y otras marcas de “toda la vida” solicitan extender la fecha límite. Desde su punto de vista, la transición hacia el coche eléctrico es demasiado rápida. Resultaría difícil cumplir con los objetivos impuestos producto de unos costes elevados.
Además, Europa es dependiente casi por completo de Asia para la elaboración de baterías. Del otro lado, más de 150 empresas asociadas al vehículo eléctrico, Volvo, Polestar e Iberdrola entre ellas, quieren conservar el año 2035 como fecha límite.
Advierten que ya se han invertido miles de millones en gigafactorías de baterías, redes de carga y nuevas plantas. Echarse para atrás ahora podría ser contraproducente y un duro golpe para los inversores que apostaron por las nuevas tecnologías.
El escenario actual deja entrever que el coche del futuro no necesitará de los motores de combustión, sino de baterías a la altura de lo que se espera de la nueva realidad automovilística.
El coche del futuro no necesita motores de combustión, sí este tipo de baterías
Nissan ya ha tomado sobre sus hombros la responsabilidad de dibujar un nuevo futuro para el marco automovilística. Promete unas baterías de estado sólido capaces de otorgar hasta 1300 km de autonomía y a un precio mucho más económico.
Desde hace unos años, las baterías de estado sólido representan el Santo Grial de los coches eléctricos. Diferentes firmas y grupos automovilísticos quieren ubicarse en el primer puesto del mercado de las baterías. La meta es alcanzar piezas capaces de duplicar la autonomía y a un precio más asequible del actual.
Chery ha anunciado unas baterías de este tipo de 1300 km de autonomía. De cara al año 2028, Nissan quiere disponer de sus propias baterías de estado sólido. Algo que acaba de exponer en un comunicado a las puertas del Japan Mobility Show. Hace dos años que Nissan trabaja en esta tecnología de baterías.
Ya en la presentación de su prototipo Nissan Hyper Force, un futuro superdeportivo eléctrico de 1340 CV que podría adelantar el próximo Nissan GT-R, manifestó que podría contar con baterías de estado sólido. Para alcanzar sus objetivos, ha unido fuerzas con la startup norteamericana LiCAP Technologies.
Recientemente, el diario económico Nikkei expresó que las baterías creadas por Nissan ya habrían registrado las metas de rendimiento exigidas para su posterior ingreso en la producción en masa.
Promesas de las baterías de estado sólido de Nissan: Se viene el coche del futuro
Las baterías de estado sólido ofrecen una mayor densidad energética, una autonomía más amplia (hasta 1300 km en el caso de las expuestas por Chery), un menor peso y, con su producción en gran serie, un valor más económico que el de las baterías actuales. Contexto para lo que es vital, como ha manifestado Nissan, la tecnología de LiCAP.
El fin de los motores de combustión está cada vez más cerca. El coche del futuro no los necesita porque viene cubierto de electricidad. Siguiendo esta línea, se dice que el futuro del coche eléctrico podría radicar en otro motor de 13 kilos que rompe récords de eficiencia.
			
			















