En la búsqueda constante de combustibles más sostenibles, la industria de la automoción ha posado sus ojos en los coches de hidrógeno. De hecho, uno de los más famosos es el vehículo de hidrógeno que consume basura. Sin embargo, el uso de automóviles de H podría desaparecer muy pronto. Ha salido a la luz el impacto extremadamente grave que causa en el planeta.
La huella ambiental que deja un producto es un rasgo cada vez más importante a la hora de tomar decisiones de consumo.
Cada vez son más los fabricantes y conductores que se decantan por propuestas sostenibles en lugar de los típicos automóviles de diésel o gasolina, conocidos por sus altas emisiones contaminantes. Sin embargo, los modelos que antes parecían ideales para combatir la contaminación están dando más de una sorpresa.
Los coches eléctricos y de hidrógeno, expuestos ante el mundo como dos opciones alternativas y viables a los automóviles de diésel y gasolina, podrían aumentar la huella hídrica del transporte.
Nadie esperaba que los coches de hidrógeno tuvieran este impacto hídrico
La huella hídrica de un producto es un indicador medioambiental que representa la cantidad total de agua dulce usada en todo su ciclo de vida. O sea, desde la producción de materias primas hasta su consumo final y la gestión de residuos producidos en todo ese periodo.
Si nos vamos al ámbito de los automóviles, esta métrica cambia, además de con el uso del modelo, en función del tipo de fuente energética que usa. La generación de combustibles fósiles no necesita la misma cantidad de agua que la generación de electricidad o de biocombustibles.
Cuando hablamos de huella hídrica debemos tener en cuenta que puede analizarse desde dos enfoques: el de consumo y el de uso de agua. El primero se refiere al agua dulce que es totalmente consumida para realizar el proceso y el segundo al agua dulce usada, pero que, después de su uso, se devuelve el ciclo hidrológico.
Estudiando la huella hídrica de los coches turismo es óptimo concentrarse en el consumo de agua. Este consumo se da tanto en el ciclo de vida de la fuente energética (concretamente en la etapa de producción) y en el ciclo de vida del vehículo (fabricación, mantenimiento y gestión al final de la vida útil del propio automóvil y cada componente).
El impacto de estos coches es algo sorprendente y nadie lo esperaba
La Vanguardia seleccionó 16 artículos científicos publicados a partir de 2015 para confeccionar un estudio de la huella hídrica de diferentes tipos de automóviles. Los resultados son sorprendentes. En los vehículos de combustión interna, entre el 70 y el 80% del consumo del recurso hídrico viene de la producción de la fuente energética.
El ciclo de vida del coche representa entre el 20 y el 30% restante. Yéndonos al caso de los coches eléctricos de batería, esa distribución no cambia de manera considerable. De esta manera, la producción de la fuente energética (electricidad) es también la principal contribución al consumo del recurso.
El vehículo con pila de combustible de hidrógeno tiene un consumo de agua que puede llegar a un 147 o 178%, unos valores dependientes de la producción de hidrógeno y la materia prima que se necesita.
Por ejemplo, se estima que la producción de hidrógeno mediante la gasificación de biomasa quintuplica la huella hídrica del hidrógeno que viene del gas natural y la electrólisis del agua. Así, el automóvil de hidrógeno cuyo origen es la gasificación de la biomasa subiría la huella hídrica más de un 1.000% respecto al vehículo de combustión.
Cuando el hidrógeno viene del gas natural, el porcentaje es un 147%. Finalmente, cuando viene de la electrólisis del agua depende de cómo se produzca la energía eléctrica: si es vía eólica el impacto será más bajo.
Frente a estos datos, cabe destacar que el consumo híbrido es un impacto ambiental más de los automóviles, como ya lo son la conocida huella de carbono u otros impactos relevantes. Elegir una tecnología u otra puede reducir las consecuencias en mayor o menor medida, pero, por ahora, no hay soluciones únicas que dejen fuera de juego todos los agentes negativos.
Pese a su impacto, los coches de hidrógeno siguen teniendo un gran público dispuesto a conocer más sobre sus ventajas. Si es tu caso, aquí te contamos todos los secretos sobre los dos únicos modelos disponibles en España este año.