Sentir malestar en los coches es algo que ha acompañado a los pasajeros desde tiempos inmemoriales. De hecho, no solo sucede con el transporte por carretera, sino también con los vehículos que se mueven por aire o mar.
Ciertos individuos tienen una tolerancia menor al movimiento y sienten malestar durante los viajes. Este cuadro se da especialmente cuando el usuario no conduce, realizando un desplazamiento “involuntario”. La sensación desagradable del mareo es la más famosa en estos contextos.
Surge de manera inesperada y puede convertir cualquier tramo en una experiencia incómoda. A veces, viene acompañado de otros síntomas como confusión visual, náuseas ligeras o hasta sudor frío.
Hay determinados coches en los que es más común sentir malestar
Pero hay un tipo coche donde las probabilidades de sufrir malestar aumentan: el coche eléctrico. Se habla mucho de los últimos modelos electrificados que salen al mercado como el coche eléctrico más barato de España.
Sin embargo, la mayor probabilidad a sentir malestar en el automóvil es otro aspecto asociado a este vehículo que suele quedar silenciado. Nuestro cerebro es el “culpable” de que tengamos una tendencia mayor a sentirnos mal en los coches eléctricos.
La humanidad lleva décadas confiando en los coches de combustión para movilizarse. Por este motivo, nuestro sistema neurológico tiende a desorientarse al no recibir señales cotidianas como el rugido del motor o las vibraciones del cambio.
William Emond, un investigador de la Université de Technologie de Belfort-Montbéliard, explicó este fenómeno en The Guardian. Expresó que “el cerebro necesita adaptarse”.
Si bien los coches eléctricos proporcionan una experiencia de conducción más suave y silenciosa, es precisamente esa suavidad la que puede sacarnos de nuestro eje (porque no estamos acostumbrados). Los mareos tienen lugar cuando el oído interno, la vista y el cuerpo le envían señales contradictorias al cerebro.
¿Por qué sentimos más mareo en los coches eléctricos?
En el caso de los coches eléctricos, esta descoordinación es más amplia debido a la ausencia de ruidos del motor, vibraciones del cambio o señales sensoriales que sí se ven en los vehículos de gasolina o diésel. Algunas tecnologías rutinarias de los coches eléctricos también tienen su cuota de importancia en el malestar.
La frenada regenerativa, por ejemplo, es una tecnología sumamente eficiente (porque recupera energía al desacelerar). Sin embargo, frena el coche de forma más sostenida y continua de lo normal. Este cambio altera la percepción que el ser humano tiene del movimiento.
Algo parecido sucede con la aceleración instantánea habitual de los coches eléctricos, que brindan todo su par motor desde parado. Si el conductor o la conductora no cuenta con un tacto fino, los tirones al acelerar o desacelerar terminan siendo impredecibles para los pasajeros.
Ante este escenario, los expertos sugieren utilizan lo máximo posible el modo ECO, que permite suavizar la reacción del acelerado y permite una conducción más progresiva.
¿Por qué el conductor de coches eléctricos no se marea?
Tiene sentido que los conductores de coches eléctricos no suelan tener mareos, dado que es la única persona con control y capaz de anticiparse a las fuerzas. Es el caso contrario de sus acompañantes.
Acostumbrados a los coches de combustión, sin darse cuenta se predisponen de forma automática a lo que sucedería en un vehículo de combustión y cuando no ocurre exactamente lo mismo comienzan a marearse. Dicho “conflicto” o desajuste neuronal necesita de un tiempo de adaptación.
Se estima que, con el crecimiento en las ventas de los coches eléctricos, el ser humano comience a acostumbrarse y los mareos empiecen a aminorar.
Algunas estrategias útiles para evitar el mareo en los coches (a nivel general) es mantenerse mirando hacia delante, tener una ventilación adecuada, hidratarse lo suficiente y elegir transportes con conducción suave.
¿Has notado el extraño malestar que producen ciertos coches? La ciencia ya tiene su explicación y es posible que pronto los casos comiencen a bajar, como sucedió en su momento con los vehículos de combustión. Mientras tanto, el mercado ya ve llegar esta bestia rosada de 1000 CV.