Colón descubrió un ‘tipo de energía’ que vamos a usar YA. Ahorra 3 toneladas de CO2 al día y es contraria a todo lo que conocemos. Aunque el dióxido de carbono no es tóxico en sí mismo, altas concentraciones de él dificultan la respiración del ser humano, punto en el que sí tenemos que tenemos cuidado con él. Bajo estas circunstancias, la aparición de proyectos que permiten ahorrar toneladas de dióxido de carbono es un punto positivo para la pervivencia del ser humano.
La reducción de emisiones contaminantes es un paso importantísimo para frenar el calentamiento global del planeta, algo absolutamente necesario dada la situación en la que nos encontramos. A escala mundial, las aportaciones de este gas por la quema de combustibles fósiles y destrucción de bosques, junto con otras emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por la actividad humana, han aumentado los gases causantes del cambio climático.
Estas cantidades ya están afectando a la temperatura media del mundo, un contexto que ya es notable en nuestro país, donde ya hay zonas en las que el clima templado permanece inmutable durante todo el año. ¿La respuesta para todo este caos podría ser Colón? ¡Vamos a comprobarlo!
Colón sabía cómo ahorrar toneladas de CO2: vamos a seguir su ejemplo
La solución radica en el buque de carga Pyxis Ocean, convertido en el primer navío en utilizar tecnología eólica para reducir su huella de carbono. Es un buque con velas que miden 37,5 metros. Una apuesta arriesgada para un sector que sigue probando cosas nuevas. La compañía responsable de esta hazaña es Cargill, que afirma estar dispuesta a implementar este tipo de tecnología en otros barcos. Puede ser un antes y un después para el sector naviero.
Para cumplir con su objetivo, utiliza las velas Windwings para impulsar el motor del barco carguero y disminuir los requisitos de combustible exigidos en un viaje tradicional. No estamos ante un navio estrictamente eólico. Sin embargo, instalando esta estructura sobre la cubierta, bajará hasta un 30% el combustible fósil necesario para su trayecto.
Aunque este proyecto llega ahora, no podemos evitar recordar la carabela, uno de los barcos utilizados por Cristóbal Colón en su primer viaje. Era una embarcación a vela ligera que usaba en viajes oceánicos en los siglos XV y XVI. Estas velas WindWings hacen resurgir esta idea arcaica que podría ser la clave para acabar, o al menos mitigar, la contaminación en el transporte naviero.
Colón tenía la clave para acabar con el CO2 en alta mar
Cargill defiende que la reducción de la huella ecológica aumentará conforme vayan desarrollándose y adaptándose combustibles alternativos. De momento, cada vela instalada en el Pyxis Ocean supone un ahorro de 1,5 toneladas de combustibles al día. Esto quiere decir que el buque disminuirá su expulsión de dióxido de carbono en 9,3 toneladas por cada día de viaje.
“La industria marítima está en un viaje hacia la descarbonización, no es fácil, pero es emocionante”, expuso Jan Dielemen, presidente del negocio de transporte marítimo de Cargill. Y agregó: “En Cargill tenemos la responsabilidad de ser pioneros en soluciones de descarbonización en todas nuestras cadenas de suministro para satisfacer las necesidades de nuestros clientes y las necesidades del planeta”.
“Una tecnología como WindWings no está exenta de riesgos, y como líder de la industria, en asociación con el visionario armador Mitsubishi Corporation, no tenemos miedo de invertir, asumir esos riesgos y ser transparentes con nuestros aprendizajes para ayudar a nuestros socios en la transición marítima hacia un futuro más sostenible”.
En definitiva, Colón descubrió esta forma de mover los barcos que permite ahorrar hoy toneladas de CO2 al día. Solo el tiempo dirá si esta solución es tan efectiva como se pronostica. Mientras tanto, están apareciendo otras vías para mitigar la contaminación como el árbol líquido que absorbe el dióxido de carbono en las ciudades.