Lo que pasa con este combustible llama la atención en todo el planeta. Lo van a transformar para que sea aceptable en los coches del futuro. El combustible del subsuelo del que todo el mundo hablaba en España fue una revolución y lo más probable es que estemos ante otra. Recordemos que la Unión Europa tiene en mente sacar de circulación los coches de combustión a partir de 2035, un contexto que obliga a la industria a buscar nuevas alternativas.
La eurodiputada de Ciudadanos, integrante del grupo Renew Europe, Susana Solís, expuso hace un tiempo atrás que esta prohibición tiene una cláusula de revisión en 2027. Esto significa que, hasta que llegue ese momento no sabremos realmente lo que sucederá con los vehículos con motores de combustión.
Pueden salir definitivamente de las carreteras en la fecha pactada o quedarse un poco más. En 2027, la Comisión Europea analizará la situación actual y determinará si se están dando “todas las condiciones habilitantes” para que se implemente la prohibición.
Transforman este combustible para hacerlo apto para los coches del futuro
Después de que el Parlamento Europeo ratificara el acuerdo inicial de expulsar los vehículos de combustión en 2035, varios países se dieron la mano para que esta prohibición no tuviera lugar. Alemania está a la cabeza de este grupo, que no busca que los automóviles de combustión sigan en la calle, sino que haya más alternativas.
No ven claro que la tecnología eléctrica sea la única viable. Consideran que deberían ser tomadas en consideración otras propuestas, como el e-fuel o combustible sintético, aptos para su uso en motores tradicionales sin producir emisiones contaminantes. Este hito se ha hecho realidad gracias a la intervención de la ingeniería química, que permite la obtención del metanol a partir de agua y aire.
El metanol (CH3OH) también se conoce con el nombre de alcohol metílico o alcohol de madera. Antes, su obtención tenía que ver con la destilación de astillas de madera, pero ahora se genera gracias al monóxido de carbono e hidrógeno.
Actualmente, se emplea para fabricar anticongelantes y disolventes, producción de tintes, resinas y adhesivos, elaboración de vino y fabricación de formaldehído. De forma eventual, también vemos su nombre en combustibles para motores.
Porsche se anima a transformar este combustible
Algunas marcas, como Audi o Mercedes, han desarrollado e-fuel o combustibles sintéticos, pero Porsche ha sido la firma que ha marcado la diferencia. En colaboración con HIF Global, Siemens Energy y ExxonMobil, entre otros socios, se han logrado considerables avances. Uno de los más relevantes ha sido la apertura de su planta experimental ‘Haru Oni’ en Punta Arenas, al sur de Chile.
Hacerlo en esta ubicación forma parte de su estrategia, ya que es un territorio donde se produce gran parte de la materia prima necesaria para que el proyecto salga adelante: aire. Esta planta dispone de un pequeño parque eólico. El objetivo es que se realice una expansión significativa.
La combustión del carburante resultante no emite CO2 adicional a la atmósfera. Es decir, aunque existen emisiones de CO2 en la combustión, no se aumenta la cantidad total, considerándose una tecnología neutra en carbono. Porsche ha ejecutado varias pruebas con este combustible sintético y no ha necesitado hacer modificaciones mecánicas en su uso.
Los coches del futuro ya tienen combustible, pero hay un problema
Tratándose de una tecnología novedosa, su producción es costosa. De hecho, una de las solicitudes de Alemania a la Unión Europea es contar con políticas que apoyen su uso. Si se aprobara el uso de este tipo de combustible, probablemente varias empresas de la industria se animarían a invertir y ver hasta dónde puede llegar, un panorama que a largo plazo reduciría los costos.
En definitiva, el combustible que hoy se ve como veneno para el planeta puede transformarse y verse como una segunda oportunidad para los coches del futuro. Sea como fuere, 2027 será un año decisivo y vendrá con muchas novedades.