La UE ha decidido cambiar de planes respecto a los coches de gasolina y no hay buenas noticias. Hace un tiempo atrás, existía la duda de si la Unión Europea podía echarse para atrás en su imposición de dejar fuera de escena a los vehículos de gasolina y diésel. Sin embargo, cuando parecía que los usuarios iban a contar con un poco más de tiempo para cambiar su movilidad, se decide que todavía no es el momento de tomar una decisión.
Con el paso del tiempo, el ser humano se ha ido dando cuenta de las consecuencias fatales que tiene confiar en los combustibles fósiles. El resultado de hacerlo durante años ha sido un avance exacerbado del calentamiento global.
Está claro que hay que poner soluciones y el sector automovilístico está acaparando mucha atención. Se piensa que cambiando la manera en la que los ciudadanos se mueven, podrán cambiar bastante las cifras registradas de polución. Sin embargo, los coches más populares para lograrlo han sido (hasta ahora) los de hidrógeno y eléctricos, ambos con importantes desafíos técnicos por solventar.
La UE ha hablado: el destino de los coches de gasolina se determinará en 2027
La eurodiputada de Ciudadanos, integrante del grupo liberal Renew Europe, Susana Solís, señaló que la prohibición de la Unión Europea a la venta de coches de combustión a partir de 2035 tiene una cláusula de revisión en 2027. Esto quiere decir que, hasta ese momento, no sabremos a ciencia cierta si los coches de gasolina salen de las carreteras o no.
Entonces, la Comisión Europea evaluará si se están dando “todas las condiciones habilitantes” para la imposición.
“Se examinará en 2027 si la red de puntos de recarga está preparada, si tenemos los materiales, el índice de las baterías, si la demanda de los coches eléctricos evoluciona como debería, si hay recursos para capacitar al personal, para formarse, para transformar a sus profesionales”, explicó la eurodiputada en el Congreso Anual de Faconauto, la patronal de los concesionarios.
En este contexto, los ciudadanos de la UE se quedan como estaban, ya que la incertidumbre sobre si los vehículos de gasolina saldrán de circulación sigue. Solís ha expresado que esta realidad “deja la puerta abierta a una revisión sucesiva”.
El objetivo es que en 2035 las cosas cambian radicalmente, algo que “todos tenemos claro”. De hecho, es el “compromiso de todo el sector”. Señaló, además, que no se debe “confundir más a la industria y a los ciudadanos”.
¿Qué pasará con los coches de gasolina? Todavía hay que esperar para saberlo
Respecto a la negociación de Euro 7, en la que Solís participa, ha advertido que fue “como un parto” y lograron darle la vuelta a la propuesta “irracional” de la Comisión, con tiempos y límites “inasumibles”.
“Lo importante, tenemos un Euro 7 que se parece a un Euro 6, pero con filtros para las partículas finas, que son fáciles de implementar, que no incrementa el precio del coche ni un solo euro, porque lo importante es sacar de mercado los coches contaminantes, que es la seguridad crítica de los fabricantes para que puedan dirigir las inversiones a abaratar los coches eléctricos”, resaltó.
Solís ha señalado que “algo está cambiando en Europa” y no solo se trata de la cercanía a las próximas elecciones europeas. También ha hecho mención a que el Viejo Continente presenta “un grave problema de competitividad en todos los sectores”, entre ellos el del automóvil.
Asimismo, se ha referido a la próxima legislatura como la del “Pacto Industrial” para la competitividad de las diferentes compañías y la autonomía geográfica.
Sea como fuere, la UE todavía no ha tomado una decisión definitiva respecto a los coches de gasolina. Pretende sacarlos de circulación, pero solo si los usuarios tienen asegurado una nueva movilidad instalada. ¿Llegarán los fabricantes a solventar los problemas técnicos de los modelos eléctricos y de hidrógeno para 2027?
Hasta que ese momento llegue, solo queda estar atentos a las noticias que aparezcan sobre ellos, como la del primer coche eléctrico que no necesita recargarse.