El verano ya está bien establecido y las temperaturas en España están subiendo. Y dentro de nuestro coche eléctrico puede superar los 50 °C, lo que supone graves riesgos para la salud. Hoy haremos un balance de algunas de las formas de reducir el calor, tanto cuando están parados como mientras los conducimos.
La sombra es fundamental para nuestro coche eléctrico
Cuando el coche eléctrico está aparcado, lo ideal es, evidentemente, que esté a la sombra, bajo algún tipo de elemento (árboles, techos, etc.) que lo proteja de la radiación solar. Si esto no es posible, se recomienda el uso de un parasol que se instala bajo el parabrisas, reduce el aumento de temperatura y al mismo tiempo protege el salpicadero, el volante y los numerosos dispositivos electrónicos de esta zona del habitáculo.
Después de una hora de exposición al sol, el club automovilístico suizo (conocido por las siglas TCS) registró temperaturas de hasta 77 °C en un salpicadero sin parasol, pero por debajo de 40 °C con él colocado. También hay parasoles para las ventanillas laterales traseras. La opción más onerosa es la instalación de una película tintada anti-UV en las ventanillas y en la luneta trasera de nuestro coche eléctrico.
Según el TCS, dejar las ventanas entreabiertas tiene un impacto muy limitado en la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior, medida en 2 °C como máximo después de 30 minutos. Además, el club también notó pequeñas diferencias en la temperatura interior entre un coche eléctrico de tonalidades claras y otro de colores oscuros.
Según sus pruebas, el tinte incide en la velocidad de aumento de temperatura, que es menor durante los primeros 20 minutos de exposición. Después de un tiempo, la diferencia se vuelve insignificante para el interior de nuestro coche eléctrico.
Ventilar antes de conducir
Sin dudas, antes de sentarnos a conducir, puede resultar útil dejar las puertas y ventanas abiertas durante unos minutos para que pueda salir el aire caliente de nuestro coche eléctrico. Abrir solo un lado y abrir y cerrar una puerta en el otro lado varias veces seguidas para expulsar el aire caliente antes de repetir la operación cambiando de lado puede acelerar el proceso
La mayoría de coches eléctricos e híbridos enchufables cuentan hoy en día con una función específica de preacondicionamiento. La misma suele controlarse a través de un teléfono inteligente y es un sistema que permite activar el aire acondicionado con la idea de comenzar a bajar la temperatura interior y aclimatar el habitáculo.
Acondicionamiento climático
Si el coche eléctrico está equipado con aire acondicionado manual, no es necesario ponerlo al máximo al arrancar, porque el sistema realmente es eficaz al cabo de unos minutos de estar funcionando. Por motivos de salud, se recomienda que la diferencia de temperatura que haya entre el exterior y el interior del vehículo no supera los 6º.
Por otra parte, los expertos recomiendan no orientar las rejillas de ventilación directamente hacia las personas. Girarlos hacia arriba optimiza la distribución del aire fresco a bordo, por lo que se logra un máximo de eficiencia energética.
Apagar el aire acondicionado unos minutos antes de llegar a nuestro destino puede ayudar a evitar que los pasajeros se expongan a sufrir un choque térmico al salir del coche eléctrico. Para que el sistema de acondicionamiento térmico sea eficiente se le debe hacer un mantenimiento adecuado y oportuno.
Es fundamental tener en cuenta que la temperatura exterior que aparece registrada en el salpicadero de nuestro coche eléctrico no siempre es exacta, ya que la resistencia que la mide puede estar a merced de otros factores que dificulten una toma de datos exactos.
