Los e-fuels que nadie conoce llegan a Europa. Con su aparición, la expansión de los eléctricos estaría en peligro. Ya es evidente que la era de los combustibles fósiles está acercándose a su final. La emergencia climática ha llevado a diferentes naciones a unirse a tratados internacionales para tratar de mitigar el cambio climático y el calentamiento global. La transición energética y la descarbonización ya son un hecho debido a la emisión de gases contaminantes que produce la quema de fósiles.
La combustión de estos libera gases como el benceno pireno, dióxido de carbono, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono, nocivos para el entorno. Su liberación a la atmósfera ha ocasionado graves escenarios: incremento de la producción de gases de efecto invernadero y lluvia ácida, calentamiento global, deshielo de los casquetes polares, aumento del nivel del mar, incremento de lluvias torrenciales y registro más frecuentes de huracanes.
Además, tenemos que lidiar con la contaminación del suelo, aire y aguas superficiales y subterráneas. Hace décadas, los combustibles fósiles fueron el medio por el que el ser humano alcanzara grandes avances industriales. Sin embargo, la liberación de gases contaminantes ahora los lleva a ser cuestionados y empuja al ser humano a buscar nuevas alternativas. Su reemplazo por fuentes de energía limpias y renovables resulta inevitable.
Europa apuesta por los e-fuels: los eléctricos peligrarían
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afianzó su objetivo de vender solo vehículos eléctricos nuevos a partir de 2035 en Europa, junto después de ser reelegida. No obstante, su posición respecto a los combustibles sintéticos se mostró más plácida. Aseguró que se ejecutará una modificación de la política automovilística para permitir los e-fuels. Con esta decisión, se abre la puerta a una de las aspiraciones del Partido Popular Europeo (PPE).
Mantiene su puesto frente al Ejecutivo Europeo tras las últimas elecciones con 401 votos de eurodiputados a su favor, 284 en contra y 15 abstenciones que cuentan como voto contrario. Por ahora, no revisará la prohibición de la venta de coches nuevos y furgonetas de gasolina y diésel de cara a 2035 como propuso el PPE. Sin embargo, sí que abre la puerta a los e-fuels o combustibles sintéticos, una noticia que podría ser la tabla de salvación de millones de vehículos de combustión.
Esta promesa es un alivio para un gran número de conductores europeos. Aun así, los combustibles sintéticos o e-fuels todavía tienen varios inconvenientes que superar. Cabe destacar que los carburantes sintéticos o e-fuels son combustibles líquidos, parecidos a los hidrocarburos tradicionales, como la gasolina o el diésel. Lo que los diferencia es no proceden de fuentes de energía fósiles.
Al contar con propiedades fisicoquímicas parecidas a las de los combustibles tradicionales, es posible utilizarlos en motores términos sin recurrir a complejas adaptaciones, como sí sucede en el caso del hidrógeno. Su uso también permite aprovechar la cadena de distribución y almacenaje de carburantes actual.
Europa suaviza su postura con los e-fuels
No obstante, la generación de e-fuels todavía se trata de un proceso complejo con varias etapas intermedias, que depende de energías renovables, un aspecto que no es económico, al menos hasta que se realice una producción superior a la actual.
Según informa la Agencia Efe, Von der Leyen expuso en un encuentro con periodistas que los combustibles sintéticos “tendrán un papel que desempeñar”, junto con el anuncio de que la Comisión Europea introducirá una enmienda específica para hacer posible su uso.
En definitiva, Europa permitirá el uso de los e-fuels, abriendo la puerta a nuevas posibilidades automovilísticas. Aunque la propuesta de los coches eléctricos sigue adelante, teniendo la posibilidad de aprovechar los motores tradicionales, un gran número de compradores potenciales podría destacar los eléctricos, al menos por ahora.
