El hidrógeno llega a un vehículo por primera vez logrando lo que muchos creyeron imposible. El motor de H que ningún experto creía que pudiera funcionar llegó y sorprendió al mundo, un impacto que volverá a producirse con esta noticia. La progresiva consolidación de los vehículos híbridos lleva a muchos a pensar que son la única alternativa viable a medio plazo a los tradicionales de combustión interna.
Sin embargo, los fabricantes están contemplando un amplio abanico de posibilidades, entre ellos los modelos que utilizan propulsores de pila de hidrógeno. Esta tecnología se conoce desde los años 60 y ya hemos visto varios fabricantes que se han animado a implementarla en coches, con modelos como el Toyota Mirai o la pieza Hyundai Nexo.
Un vehículo de hidrógeno trabaja con propulsión eléctrica, puesto que los motores que mueven ruedas son eléctricos, pero, a diferencia de los modelos eléctricos que circulan por el mercado, no es necesario enchufarlos ni recargarlos. En su lugar, la electricidad queda acumulada en las baterías y se produce mediante el sistema de “electrólisis inversa”.
En este método, el hidrógeno se mezcla con oxígeno y en el inmediato proceso de oxidación pierde electrones que forman una corriente eléctrica acumulable.
El hidrógeno llega a las motos
Después de utilizar el H en los automóviles, este combustible llega también a los motores. Según los ingenieros especializados, de una motocicleta con un depósito de hidrógeno de 3 kilos podría conseguirse una autonomía que podría acariciar los 500 kilómetros. Serían dos motos que equiparían baterías más pequeñas que las actuales, pero podrían repostarse en cinco minutos.
Hasta ahora, los proyectos más avanzados de motos con pila de hidrógeno corresponden a Kawasaki, Suzuki y Honda. La primera compañía presentó un prototipo avanzado de un motor, que desarrolló de la mano de Toyota, propulsado con garantías un quad y una carrocería basada en su modelo H2. El gas se almacena en depósitos situados en la zona trasera a modo de motomaletas.
Respecto a Suzuki, es una de las pioneras en lo que respecta a la experimentación con motos y scooters con una pila de combustible. La pieza Suzuki Crosscage apareció en 2007 y la firma desea reactivarla ahora en forma de pequeña moto urbana equivalente a 125 cc.
Siguiendo esta misma línea, Suzuki presentó en 2011 un Burgman Fuell Cell que podría retomar. Honda también tiene varias patentes activas en prototipos ad hoc. El gigante japonés expuso en 2004 un modelo de prueba de scooter y en PCX con motor de H. Para este año, la marca tendría planes de producir un coche utilitario urbano fuel cell, que sería la antesala de una moto también de ciudad.
Suzuki Crosscage, una moto eléctrica que utiliza hidrógeno
La moto Suzuki Crosscage es absolutamente funcional. Convierte el gas en electricidad gracias al trabajo de una pila de combustible de la firma británica ‘Intelligent Energy’. Así se mueve el motor eléctrico ubicado en el basculante, un monobrazo que envía la fuerza a las llantas y genera el movimiento deseado.
Incluye, además, un basculante con monobrazo trasero y delantero, horquilla de monotubo, llantas de aleación de 17 pulgadas y neumáticos creados en exclusiva para el desarrollo del vehículo. Puede vincularse con una moto de combustión de 125 cc.
En definitiva, el hidrógeno ya está llegando incluso a las motos, generando un cambio de paradigma radical. Sin embargo, para que se vuelva una opción tan habitual como las tradicionales, todavía debe solventar desafíos como su falta de infraestructura. Pese a los retos que tiene por delante este recurso, el H como combustible podría ser el principal competidor de los vehículos 100% eléctricos.

















