Con el paso de los años y debido al aumento del precio del petróleo, las empresas y los inventores han estado buscando alternativas más eficientes y económicas, como fue el caso del primer coche fotovoltaico. Pero este interés por innovar viene desde mucho tiempo atrás, un ejemplo de ello fue Arturo Estévez Varela, que diseñó y patentó el primer motor de agua español.
Para muchos este invento fue un verdadero fraude, mientras que para otros era considerado una interesante innovación. Sin embargo, este motor escondía un misterio que su inventor nunca quiso revelar, pues es imposible que un motor funcione solo con agua, entonces ¿Cuál era el secreto para que funcione?
El inventor del motor ¿Un genio o un farsante?
Arturo Rufino Estévez Varela, nació en Valle de la Serena y estudió Técnica industrial en Areneros de Madrid. Posteriormente, como jefe de taller mecánico empezó a patentar inventos en 1931, llegando casi a un centenar de inventos.
Su fama aumentó en 1970, cuando presentó un invento que recuperaba piezas de cohetes espaciales que luego permanecían en la atmósfera. A este sistema lo denominó “plano ala”, un invento que interesó a los técnicos de la NASA. Luego, en provecho de su popularidad, presentó por primera vez en 1971 el polémico «motor de agua»
Durante las demostraciones públicas Estévez utilizaba un ciclomotor en el que había reemplazado el depósito de gasolina por uno de hidrógeno, luego llenaba el generador con agua que el mismo había bebido y de esta forma el motor funcionaba.
El misterio que escondía el motor español “de agua”
Hasta el día de hoy todos se preguntan ¿Cómo el inventor conseguía que el motor funcione? La respuesta efectivamente, es con agua, pero también con hidrógeno. El agua es solo uno de los pilares de su invento, otro de ellos era el hidrógeno y el tercero sigue siendo un misterio.
Anteriormente, Estévez declaró que el hidrógeno provenía de una pasta amorfa a la que se le echaba agua. Esta pasta era el resultado de una “arena” supuestamente inventada por él mismo y mezclada con un 20% de carbón de piedra, tratada en un horno a 1.800 grados.
Por su parte, el inventor entregó la patente de su invento al Estado sin cobrar un solo peso. “Mi patente, la licencia para España, la cedo gratuitamente al Estado para beneficio de todos los españoles”.
Luego el famoso motor español llegó a oídos de Francisco Franco ( integrante de la cúpula militar que dio el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno democrático) que encargó un análisis técnico donde se predijo que ese material secreto podría ser el boro.
¿Tiene sentido que el ingrediente secreto sea boro?
Este misterio ha sido un gran desafío para la ciencia, pues se sabe que el agua por sí sola no se puede quemar dentro de un motor de explosión, por lo que es necesaria una sustancia mineral como el boro para crear una reacción química.
De esta reacción “se libera hidrógeno gas que es el que se conduce al sistema de inyección del motor para ser quemado dentro de la cámara, y como subproducto el boro se oxida, desprendiendo calor”, añade Pablo Ibáñez, periodista.
Por su parte, el inventor negó que esta sustancia fuera boro y afirmó que se trataba de un material mucho más barato. Actualmente, esto sigue llamando la atención de los algunos expertos que han formulado diferentes teorías, algunos creen que la sustancia podría ser ferrosilicio, empleado en el siglo XX en dirigibles y globos estáticos para producir hidrógeno, pero tampoco hay mayores pruebas.
El invento de Estévez funcionaba y el agua era un pilar esencial, sin embargo el agua es prácticamente gratis, mientras que el boro tiene un coste muy elevado. Además, el óxido de boro se puede recuperar y reciclar pero necesita una gran cantidad de energía, lo que eleva drásticamente los costos.
Concretamente, Ibáñez afirma que entre la combustión del hidrógeno y el reciclaje del óxido de boro se gasta gasta 4,4 veces la “energía que obtenemos en el coche”.
Similar a lo que fue el misterioso motor de Suecia , el motor de agua continúa siendo una incógnita pero la idea de crear un motor con agua sigue siendo atractiva, aunque habría que encontrar otro ingrediente secreto que realmente lo vuelva viable.