El fin del hidrógeno se acerca con la aparición de un revolucionario motor con forma de donut. Ni siquiera la patente de motor de hidrógeno de Ferrari podría lograr que el mundo cambiara de opinión tras conocer esta pieza. Los acuerdos internacionales para bajar las emisiones están jugando un papel decisivo en la transformación del sector automotriz hacia la electromovilidad.
El compromiso internacional con el medio ambiente ha logrado una aceleración de la adopción de tecnologías limpias, fijando objetivos claro que presionan a las autoridades y las empresas a tomar acción. Así es como han proliferado nuevos formatos de vehículos impulsados por electricidad o hidrógeno.
Las ventas mundiales de coches eléctricos de batería (BEV) lograron los 10,4 millones de unidades en 2014, sentando un progreso del 14% respecto a 2023, de acuerdo a un informe del cuarto trimestre confeccionando por la consultora PwC.
Este motor en forma de donut se convierte en lo peor que le ha pasado al hidrógeno
La nueva familia de motores eléctricos de Donut Lab fue un éxito en el conocido evento CES 2025. Con esta presentación, mostró ante el mundo una nueva forma de movilidad con grandes posibilidades y prestaciones. Cuenta con 5 variantes que combinan potencia y un bajo peso, además de un elevado nivel de combinación con una o más unidades del mismo tipo.
A nivel técnico, impacta con 845 CV de potencia, 4.300 Nm de par máximo y un peso homologado de 40 kilogramos. Verge Motorcycles ya no se conforma con triunfar en el sector de dos ruedas. Por eso, ahora en conjunto con Donut Lab, una filial de la empresa finlandesa, explorará una nueva faceta que planea implementar en vehículos con presencia por tierra, mar y aire.
Para lograr su cometido, están trabajando en esta gama de motores eléctricos de diferentes dimensiones, peso y potencia. La finalidad es brindar abastecimiento a vehículos de todo tipo con una o más unidades, dependiendo de las necesidades que registra cada uno de ellos.
Centrándonos en el sector de las ruedas, encontramos el motor eléctrico de 17’’ que con 21 kg de peso registra 200 CV de potencia y 1.200 Nm de par. A su vez, la alternativa en 12’’, de 8 kilos de peso, otorga una potencia final de 20 CV hasta 300 Nm de par máxima.
El hidrógeno tiembla con la implementación de este motor en forma de donut
Con este enfoque, la compañía busca proporcionar a sus clientes la posibilidad de contar con una plataforma escalable en cuestiones de potencia y espacio. Además, dispone de un sencillo sistema plug-and-play, ajustable según necesidades.
Donut Lab todavía no ha confirmado la fecha exacta del lanzamiento de su nueva familia de motores eléctricos, aunque ya advierte que este solo será el primer capítulo de una larga historia.
Donut Lab ofrece un motor deslumbrante, tanto que opaca al hidrógeno
Una de las claves de su tecnología es que el motor puede colocarse de forma directa en el neumático, aunque en el CES de las Vegas de este año ha ampliado mucho más la propuesta. Los sistemas tradicionales de transmisión eléctrica han generado que las piezas electrificadas se encarezcan en términos de fabricación y mantenimiento.
Al mismo tiempo, disminuyen las prestaciones del vehículo y suben su peso y complejidad. Por este motivo, un motor integrado directamente en la rueda, entre otros beneficios, elimina por completo la necesidad de transmisión eléctrica, lo que hace que los vehículos sean significativamente más ligeros, económicos y fáciles de fabricar.
Sumado a esto, existe otro beneficio considerable y es que logra que la masa no suspendida sea irrelevante. Además, este tipo de motor consigue una potencia mayor y un par en un espacio mucho más acotado.
Por ejemplo, la versión planta llanta de 21 pulgadas pesa 40 kilos y puede producir una potencia de 856 CV (630 kilovatios) y un par de 4.300 Nm. Ha sido diseñada especialmente para la industria del automóvil, aunque hay un formato para camiones y otro para motos.
Así es como un motor con forma de donut que pesa solo 40 kilos podría convertirse en la peor pesadilla del hidrógeno. Un clima que también se está sintiendo en Alemania, donde se ha demostrado que el hidrógeno no es el futuro con este motor.



















