Alemania demuestra que el hidrógeno no es el futuro. Lo han hecho con un motor a la altura del motor más potente del mundo. El hidrógeno se torna como un importante vector para la descarbonización de la industria y la movilidad sostenible, con múltiples aplicaciones versátiles, que van desde su uso como materia primera hasta la producción de combustibles.
Conforme el mundo se mueve hacia un futuro energético más sostenible, el hidrógeno resalta como un posible heredero al trono de los combustibles fósiles. Una de sus ventajas más significativas es su potencial para reducir el impacto ambiental de las actividades energéticas del ser humano. Al usar hidrógeno creado por electrólisis de agua con electricidad renovable, el ciclo de vida completo puede alcanzar las cero emisiones.
Aunque el hidrógeno tiene un potencial relevante, no es la única opción que la industria del automóvil está considerando para cambiar de combustible. Existe otra que está ganando un gran número de adeptos y sobre la que están poniendo especial énfasis dos importantes empresas de Alemania.
Alemania liquida al hidrógeno con su nueva apuesta
Las alemanas Audi y Porsche lanzan la plataforma PPE para ampliar su gama de coches eléctricos. Con esta medida, muestran su predilección por las piezas electrificadas. Bajo las siglas PPE (Premium Platform Electric) hallamos la plataforma elaborada por Audi, en conjunto con Porsche. Este es el elemento fundamental para la extensión de la gama de modelos 100% eléctricos.
De cara a la próxima generación de coches eléctricos de Audi, el fabricante de Alemania ha realizado un rediseño de los motores eléctricos, baterías, electrónica de potencia, transmisiones y otros componentes vinculados, adaptándolos de manera específica a las necesidades que muestra este sistema de propulsión.
Fue desarrollada para soportar modelos de todos los formatos, contemplando berlinas, todoterrenos y SUV. Además, se adapta a todas las dimensiones (longitud, anchura, altura y distancia entre ejes). Incluye un sistema eléctrico de 800 voltios con una potencia de recarga de hasta 350 kW y tiene compatibilidad con diversos tamaños de batería.
Tomando en consideración la tecnología actual, la estimación es que las capacidades de la batería proporcionen una autonomía de más de 500 kilómetros. El sistema de propulsión se erigió para ser una pieza más compacta y eficiente que modelos anteriores. Los nuevos motores eléctricos de la plataforma PPE brindan una autonomía adicional de 40 kilómetros si los comparamos con los Audi e-tron de primera generación.
Alemania se lanza a la electricidad con una nueva plataforma
Tiene una arquitectura de 800 voltios, que hace posible el empleo de cables más delgados en la batería y el motor eléctrico. De esta manera, el espacio de instalación queda reducido, así como su peso y el consumo de materias primas. Sumado a esto, al producir menos calor por pérdidas menores de energía, el sistema de enfriamiento se vuelve más compacto y eficiente.
Esta arquitectura de 800 voltios, requerida para soportar potencias de carga de hasta 270 kW, es crucial para asegurar un elevado rendimiento durante el proceso de carga. La química de las celdas de la batería ha sido optimizada de manera específica para adaptarse a este alto voltaje.
Audi señala que, con esta nueva plataforma, es posible recuperar una autonomía de hasta 25 km en solo 10 minutos si usamos una estación de recarga de 270 kW.
Para pasar de un estado de carga (SoC) de alrededor del 10% a 80%, la batería necesita 21 minutos. Audi usa la unidad de control de comunicaciones Dispositivo de Interfaz de Carga con Actuador Inteligente (SACID) para posibilitar este procedimiento. Junto a la nueva plataforma PPE, en torno al 95% del proceso de frenado diario queda cubierto a través de recuperación, o sea, frenado regenerativo por medio de motores eléctricos.
Alemania demuestra que el hidrógeno no es el futuro. Se decanta por los eléctricos con este motor cero emisiones, del que te ampliamos mucho más en este artículo.
