En pleno proceso de descarbonización, aparece un motor que no usa combustible ni se coloca bajo el capó. Puede significar el fin del hidrógeno. Un concepto que ya empezamos a palpitar con este motor de aire. Las innovaciones en vehículos sostenibles están transformando la manera en la que el ser humano se desplaza, contribuyendo de manera significativa a la disminución del gasto de combustible y la contaminación ambiental.
Con el auge de vehículos eléctricos y sistemas híbridos, se han alcanzado mejoras destacadas en la eficiencia energética, permitiendo la reducción del consumo de combustibles fósiles. Durante décadas, los fósiles han sido los ‘mejores amigos’ del hombre. Han permitido que varios de los logros tecnológicos se hicieran posible y mejorado la calidad de vida del ser humano.
Sin embargo, la alta huella ambiental que dejan en la Tierra es demasiado alta para obviarla. Por lo tanto, el mundo se encuentra ahora en un momento de transición. Uno en el que los combustibles fósiles están siendo desplazados por nuevas alternativas más compasivas con el medio ambiente.
En este contexto, el desarrollo de baterías más eficientes y combustibles alternativos está revolucionando la industria de la automoción, brindando opciones más limpias y rentables para el transporte cotidiano. El crecimiento de la tecnología de baterías ha facilitado un aumento considerable en la autonomía y eficiencia de vehículos eléctricos.
Asimismo, el uso de biocombustibles, hidrógeno y otros combustibles alternativos se está generalizando. Es así como ha aparecido en el sector un motor que no utiliza combustible ni se coloca bajo el capó. Supone una revolución y una nueva manera de ver la movilidad sostenible.
No usa combustible ni se coloca bajo el capó: este motor de DeepDrive llega para quedarse
DeepDrive presentó un prototipo de motor integrado en la rueda durante el Salón del Automóvil de Frankfurt en 2021. Desde el principio, consiguió llamar la atención de la imponente marca BMW, por lo que el fabricante alemán decidió acrecentar su colaboración con DeepDrive hasta llegar a una nueva arquitectura de motor instalado directamente en las ruedas.
Esta arquitectura patenta brinda un mayor par y potencia en comparación con otras tecnologías. El motor eléctrico de flujo radial de doble rotor incrementa la densidad de potencia y el par generado. Asimismo, difunde un nivel mínimo de ruido y usa un método de refrigeración simple y eficiente.
Un sistema que se traduce en un 20% más de autonomía para los coches eléctricos en los que se implemente o la posibilidad de usar una batería un 20% más reducida. Según han comunicado ambas firmas, incluye tecnología de doble rotor que otorgará transmisiones poderosas y sumamente eficientes, aportando una considerable autonomía.
La innovación más destacada de esta tecnología es la fusión de dos motores eléctricos en una única unidad. A diferencia de lo que sucede con un motor eléctrico tradicional (donde un estator moviliza un rotor interno o externo), el estator de este diseño impulsa los dos rotores (interno y externo en simultáneo).
Así, conforma un sistema compacto, eficiente y con una elevada densidad de par motor. Asimismo, permite la incorporación de este sistema en las ruedas, por lo que cada una goza de su propio motor eléctrico.
Un motor sin combustible y ubicado en el lugar menos pensado: las ruedas
La disposición del motor ocasiona importantes beneficios, como que el sistema de control del coche gestiona cada rueda de forma independiente, ofreciendo mejoras en cuanto a seguridad y eficiencia.
BMW y DeepDrive se encuentran diseñando la primera prueba de campo con la implementación de diferentes unidades del motor en piezas de la firma bávara. Un hito significativo para el sector que sorprende tanto como este motor híbrido que no usa nada de electricidad (el combustible que utiliza puede cambiar el mundo).



















