El primer motor fotovoltaico deja de lado al hidrógeno y al amoniaco. Si lo del motor de aire comprimido te resultó sorprendente, esto es pasar a otro nivel. Es un secreto a voces que los paneles solares son una opción más que popular cuando hablamos de autoconsumo energético. Los ciudadanos los ven como una solución eficaz para ahorrar en su factura de la luz.
Con el paso del tiempo, ha salido a la luz el increíble potencial que atesoran los paneles solares, que ya han llegado a colocarse en vallas del jardín o sobre las tejas de las casas. No obstante, todavía resulta difícil ver este tipo de tecnología en comunidades pobres y remotas, donde a los meses de uso queda abandonada por falta de piezas de respuesta o averías que no se solventan.
Una persona vio esta problemática y decidió poner fin con el primer motor fotovoltaico. Es autónomo, duradero y no necesita mantenimiento. ¡Te va a sorprender!
El sorprendente e increíble motor fotovoltaico
Alain Coty, un ingeniero eléctrico francés retirado de 83 años, es el creador de Saurea, un motor solar autónomo que desarrolló en su tiempo libre. Nunca se descompone y no emplea partes separadas. Esto quiere decir que su funcionamiento puede desempeñarse sin problema alguno durante 25 años. Fue en el año 2008 cuando el jubilado completó su primer prototipo y, pese a que ya existían motores similares, este era mucho más potente.
A partir de ese momento, se creó una compañía con el mismo nombre y el dispositivo mejoró con el tiempo. El último modelo se hizo en una serie piloto de 100 unidades que se instalaron en lugares remotos y soleados de África, Australia, América y Asia con el objetivo de analizar su funcionamiento.
Verificar su correcto desempeño en zonas alejadas es especialmente importante, dado que su diseño ha sido preparado para áreas remotas sin acceso a la electricidad para poder suministrar energía a bombas de agua o sistemas de irrigación. Esta nueva generación de motores debe su funcionamiento al sol y puede dedicarse a pequeños dispositivos mecánicos (bombas, turbinas de ventilación, nebulizadores o pequeñas máquinas agrícolas, entre otros).
El motor fotovoltaico va conectado a un panel solar exterior constantemente expuesto a la luz que abastece de electricidad a las bobinas electromagnéticas. Al ser un aparato fácil de instalar y utilizar, Saurea es perfecto para utilizar en zonas de difícil acceso o de muy bajos recursos. Además, cuenta con otras ventajas: coste bajo, gran rendimiento y partes no susceptibles al desgaste.
La vida útil del motor fotovoltaico es la misma que la que presentan los paneles solares, o sea, entre 25 y 30 años. Esta es una clara diferencia con los motores convencionales que tienden a averiarse pasados unos meses.
El primer motor fotovoltaico deja de lado al hidrógeno
La empresa destaca en su página web que en el motor fotovoltaico no existen dispositivos como escobillas conmutadoras (estas desgastarían rápido) ni elementos electrónicos sensibles. Solo usa células fotovoltaicas en la fuente de energía de las placas solares exterior y el encaminamiento de la corriente en las diferentes etapas del proceso.
Saurea puede aplicarse en varios ámbitos. La energía mecánica generada por el motor permite que pueda utilizarse en cualquier equipo que necesite impulsarse, como la ventilación y extracción del aire en viviendas o la ventilación en clases y edificios públicos.
La tecnología del primer motor fotovoltaico ha despertado el interés de varios lugares del mundo. Es el caso de Francia, que tiene planes de emplearse en el sector educativo y el riego de jardines públicos y comunitarios. En estos momentos, la firma busca inversores y socios de la industria para terminar de desarrollar el motor y producirlo a gran escala. Un hito que supera incluso al primer hipermotor de 1.000 CV.