Sale a la luz el primer motor que funciona con aire. Un invento revolucionario a la altura del motor de agua. Actualmente, hay pocas dudas del fin de la era de los combustibles fósiles. Durante décadas fueron la opción más acertada para el ser humano producto de su eficacia y rendimiento.
Sin embargo, el precio a pagar su calidad como combustible es demasiado alta. Le ha costado al planeta el avance del cambio climático y el calentamiento global. Es por que se han llevado adelante diferentes tratados internacionales que hoy obligan a las naciones a permitir únicamente combustibles sostenibles y compasivos con el medio ambiente.
En la carrera por encontrar el combustible más ecológico, se ha oído hablar sobre la electricidad y el hidrógeno, dos tecnologías emergentes que, aunque tienen su público, todavía no están del todo instauradas en el mercado. Mientras tratan de ganarse un lugar en el sector, la transición energética avanza mostrando ante el mundo los últimos avances tecnológicos y propuestas nunca vistas para utilizar como combustible.
Los fósiles liberan gases como el benceno-pireno, dióxido de carbono, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono. Un mix catastrófico para el planeta que se traduce en escenarios trágicos de desastres naturales y transformaciones impactantes de diferentes puntos del globo terráqueo. En este contexto, el primer modelo que funciona con aire podría ser la salvación que la humanidad lleva años esperando, pero ¿hasta qué punto llega su potencial?
Primer motor de aire: una investigación que podría cambiar cómo vemos el mundo
Tras un exhaustivo análisis de todos los conceptos del modelo, el equipo de Saint-Hilaire diseñó una pieza única denominada motor de combustión Cuasiturbine en 1996. No tiene ninguna de las partes intrincadas de un modelo de pistón tradicional, como cigüeñal, válvulas, pistones, varillas de empuje, balancines o levas.
Su funcionamiento se parece más a un modelo rotativo (Wankel). La carcasa (estator) crea el hueco en el que gira el rotor. Asimismo, tiene un puerto de admisión, un puerto de escape y un puerto para la bujía.
El rotor está conformado por 4 palas, que reemplazan los pistones de un modelo de combustión interna convencional. Conforme las palas del rotor giran, el volumen de las cámaras va cambiando. Primero sube el volumen, permitiendo que la combinación de combustible y aire se extienda.
Después, el volumen se reduce. Así se comprime la mezcla en un emplazamiento más moderado. A medida que la mezcla se comprime, una chispa prende la combinación que empuja el rotor otorgando movimiento.
No obstante, a diferencia de un modelo de 4 tiempos, tan pronto como culmina una carrera de combustión, la siguiente está preparada para comenzar. En una revolución del rotor, se desarrollan 4 carreras de potencia. Una cantidad que supone 8 veces más que un modelo de pistón tradicional (un extraño efecto que nadie esperaba).
El resultado es una combustión continua, como la turbina de gas de un avión. El motor de cuasiturbina tiene la capacidad de quemar combustible de forma más eficiente que cualquier otro tipo de motor.
También dispone de algunos otros beneficios significativos, como casi ninguna vibración porque el modelo se encuentra equilibrado, una aceleración más rápida sin volante, un par más alto a rpm más bajas, un funcionamiento casi sin aceite y un menor desgaste debido a un menor número de piezas móviles.
El motor de aire ya está aquí, pero ¿por qué no lo utilizamos?
El único motor Wankel que continúa en producción, el modelo del Mazda RX8 ya genera unos increíbles 2xx CV con un motor de 1.3 litros. Sin embargo, al contrario de lo que sucede con el motor Wankel, la cuasiturbina también registra una eficiencia mayor en el consumo de combustible que un motor de combustión interna tradicional.
Una investigación de la Universidad de Suecia advierte que es hasta un 60% más eficiente en el consumo de combustible que un motor típico. Por ende, si la cuasiturbina se convierte en una realidad, sería posible extraer más de 300 CV y 30 km/h de, por ejemplo, un motor de 1,3 litros.
Aunque se torna como un concepto prometedor, el motor Cuasiturbine todavía está en su fase de prototipo. El motor no se emplea en ninguna aplicación real que pruebe su potencial como sustituto del motor de combustión interna convencional.
La mayoría de las empresas grandes ya han invertido millones de dólares en el desarrollo de motores conocidos, por lo que tomará un tiempo de investigación que el motor de aire llegue al uso real. Mientras tanto, el mundo mira de cerca el potencial de este motor que fusiona hidrógeno con un poderoso nuevo combustible.