Aparece en escena un motor que se predijo en el siglo XIX, el combustible “imposible” que solo produce vapor. Si te sorprendió lo que te contamos sobre el motor de 80 años que podría ser el fin de los aviones, este dato no te pasará desapercibido. En los últimos años, han proliferado nuevas tecnologías y combustibles producto de los desoladores datos del cambio climático y del calentamiento global.
El planeta Tierra se encuentra en una tesitura complicada producto del uso exacerbado que ha hecho el ser humano de los combustibles fósiles. Aunque al principio parecen sinónimo de progreso y, de hecho, lo fueron, ahora se ven como los principales culpables del colapso del mundo. Es por eso que las autoridades y diferentes compañías trabajan arduamente para traer nuevas alternativas al mercado.
En este contexto, ha llegado un motor del que ya se habló en el siglo XIX, un combustible “imposible” que solo produce vapor de agua. Seguro que ya has oído hablar de él.
Un motor revolucionario con un combustible «imposible»
Toyota GR Yaris H2 presentará en Goodwood un coche diferente. Es uno de los nuevos Toyota Yaris GR, una versión 2024 con un motor de 280 caballos de potencia. A simple vista no resultará más llamativo que otros que hayamos visto con anterioridad. Sin embargo, el gran cambio está en su interior, concretamente en el motor: ¡utiliza hidrógeno!
De hecho, su logotipo luce el logo H2 decorado con los mismos colores que Toyota utiliza en el Mundial de Rallies. Esto no es una novedad, ya que es de público conocimiento que Toyota es una compañía defensora del hidrógeno y los motores térmicos como los eléctricos. En el último caso tiene al modelo Mirai como su carta ganadora, una berlina que utiliza la tecnología ‘fuel cell’ para crear electricidad a partir del hidrógeno.
Volviendo al Toyota Yaris GR H2, esta pieza muestra una clara evolución respecto al Toyota Yaris H2 que vimos en acción hace dos años en el Rally de Ypres con Juha Kankkunen al volante y Akio Toyoda como copiloto. La conversión de un motor térmico para utilizar hidrógeno como combustible no es demasiado compleja.
Se necesitan depósitos especiales, con capacidad suficiente para mantener el hidrógeno a una previsión elevada, sobre 700 bar, y baja temperatura para tener una cantidad suficiente que garantice autonomía. El Yaris GR H2, que aún está en la fase de prototipo, se ha valido de dos depósitos tomados del Mirai, un claro indicativo de que utiliza hidrógeno gas y no líquido.
El hidrógeno llega como un «combustible imposible» a este motor de Toyota
La principal diferencia es que un mismo peso de hidrógeno ocupa más volumen como gas que como líquido, pero en este último caso es necesaria una mayor presión para que la temperatura del gas sea de alrededor de -250º. Sin embargo, no necesita depósitos presurizados y consiente formas de depósito más compatible con un automóvil que los cilíndricos del H2 gaseoso.
Respecto al motor, este necesita pocos cambios. Los conductos de combustible originales han sido reemplazados por otros adaptados a las exigencias del H, un nuevo método de alimentación e inyección adaptado, bujías y retoques en el software. Muchos de los cambios realizados se asemejan a los que se ejecutan en un motor térmico para que funcione con GNC o GPL.
Hace tres años que Toyota transita en el camino de la tecnología de motores de combustión que usan hidrógeno como combustible. En definitiva, un motor que ya se predijo en el siglo XIX está más cerca de lo que pensamos. Al igual que la empresa japonesa se considera defensora del uso del hidrógeno, se ha desentendido del uso del motor de amoníaco.