Aparece un prototipo que funciona con aire de la atmósfera y deja fuera de juego a los motores eléctricos convencionales. Si el motor 100% de combustión que no contamina logró sorprenderte, no puedes perderte lo que viene a continuación. La llegada de otro prototipo al mercado responde a la necesidad de la que toda la humanidad ya es consciente: los combustibles fósiles ya no son prioridad. De hecho, son vistos como el peor enemigo del ser humano y el medio ambiente.
Los mismos combustibles que antes se veían como la vía para alcanzar el progreso, hoy se ven como aquello que lo entorpece. El fututo está teñido de sostenibilidad, un “color” que los fósiles todavía no han conocido. La liberación de los gases contaminantes de los fósiles a la atmósfera ha traído graves consecuencias a la Tierra como el aumento de la producción de gases de efecto invernadero o lluvia ácida. Un escenario demoledor que ha disparado la emergencia climática y ha obligado a las grandes compañías de todo el mundo a buscar soluciones de combustible más compasivas con el medio ambiente.
Los motores eléctricos y de hidrógeno han aumentado su popularidad en los últimos años debido a la intensa búsqueda de las empresas dedicadas al sector del transporte. Sin embargo, hay un prototipo que podría cambiarlo todo.
Adiós a los motores eléctricos convencionales: este prototipo muestra una nueva era
Gumpert RG Nathalie es el primer coche eléctrico alimentado por metanol que podría revolucionarlo todo. Roland Gumpert presentó en el Salón de Pekín 2018 esta creación conjunta con la startup china Aiways y la firma danesa Serenergy. Dispone de motores eléctricos alimentados por la primera pila de combustible alimentada por metanol.
El proyecto fue desarrollado por la startup china Aiways, de la que Roland Gumpert es su director de productor y de la mano con la marca danesa Serenergy. Se trata de un atractivo coupé de formas que evoca al diseño de Gumpert Explosion conceptual presentado previamente en 2014. Disponía de una arquitectura muy parecida, bastidor tubular y carrocería de fibra de carbono.
Sin embargo, lo más relevante de esta pieza es lo que está presente bajo la carrocería, ya que el esquema motriz es totalmente inédito. El modelo RG Nathalie se mueve con la ayuda de cuatro motores eléctricos alojados junto a las ruedas que se abastecen de electricidad a través de un pack de baterías situado en el suelo del vehículo en forma de ‘T’.
Obtiene la electricidad a partir de una pila de combustible ubicada en el vano delantero, aunque no se abastece con hidrógeno, como estamos acostumbrados a ver, sino con metanol. La compañía asegura que este sistema es más económico y rentable que las pilas de combustible convencionales, ya no es necesario recurrir a los complejos sistemas de almacenamiento del hidrógeno.
Además, cualquier estación de servicio puede brindar metanol en una bomba convencional, por lo que la estructura actual no tendría que modificarse. Según Gumpert, la autonomía de este modelo con un único depósito puede llegar a los 1.200 kilómetros.
Este prototipo único destierra a los motores eléctricos convencionales
Al pasar el metanol por la pila de combustible se produce dióxido de carbono y agua. No obstante, como al crear metanol se toma CO2 de la atmósfera (en otras palabras, aire), la firma expresa que “el resultado es de cero emisiones”. La longitud del modelo presentado es de 4,2 metros y el peso total está por debajo de los 1.600 kilos, con una distribución de masa de 45:55 delante-detrás respectivamente.
La potencia total combinada de los 4 motores oscila entre los 420 y los 430 caballos y puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 2,5 segundos. En definitiva, este prototipo funciona con “aire” de la atmósfera y revoluciona el mercado con una puesta más allá de los motores eléctricos. Algo que ni siquiera pudo lograr el primer motor fotovoltaico.
