Primero lo intentó la NASA, después Tesla y ahora España. Crean el motor del futuro para dominar el universo. Una novedad que impacta tanto como la nave solar en busca de vida que lanzó la NASA. Hablamos del motor de Arkadia Space. El combustible que usa el motor de Arkadia Space es el peróxido de hidrógeno, no la hidracina.
En la última década, el campo de la ciencia aeroespacial ha pasado de ser un sector de dominio público a convertirse en el foco predilecto para decenas de startups que buscan hacer historia. SpaceX comenzó con buen pie, pero enseguida aparecieron empresas rivales con el mismo objetivo. El propio Bill Gates ha manifestado su interés en competir con SpaceX con su propia compañía, mientras que las firmas privadas chinas están lanzando cohetes reutilizables con metano.
España no se queda atrás y ya existen varias corporaciones que buscan competir con el hombre más rico del mundo. No obstante, su misión va más allá, ya que también ansían ser sostenibles y terminar con las enormes emisiones dentro de este tipo de compañías. La competencia de Elon Musk y SpaceX está en España con la tecnología con motores ecológicos. Con sede en el aeropuerto de Castellón, Arkadia Space es una de las compañías que más está apostando por las energías verdes para conquistar el espacio.
Su apuesta es focalizarse en alguna parte del desarrollo en lugar del desarrollo de cohetes enteros. De esta manera, evita que el mercado competitivo actual siga saturándose y pierda la millonaria inversión que representa un proyecto de esta envergadura. La firma nació a partir de cuatro ingenieros que trabajaban en el área de propulsión de PLD Space, creando el motor de Miura 1. Decidieron crear Arkadia Space en 2020.
España compite con Tesla y la NASA con un motor revolucionario
El objetivo de la firma es alcanzar un combustible alternativo, verde y limpio. “Nos dimos cuenta de que había una necesidad muy grande y una oportunidad de mercado para encontrar una solución distinta y más sostenible”, expresó Sergio Soler, cofundador y director financiero de la empresa, según registra CincoDías El País.
El primer paso que dieron fue escoger el reemplazo de la hidracina: el peróxido de hidrógeno, el nuevo carburante. Se trata de un compuesto químico con amplios beneficios: es agua oxigenada, agua y oxígeno, ambos inocuos. No es un combustible tóxico ni cancerígeno, es fácil de usar, menos difícil de fabricar y puede almacenarse durante largos periodos de tiempo manteniendo sus cualidades. “Es mucho menos agresivo con las personas y con el medio ambiente”, acota Soler.
Estas ventajas se intensifican todavía más si tenemos en cuenta su coste, extraordinariamente competitivo si se compara con el combustible tradicional. Su precio es un 50% inferior. Hay un 60% de ahorro en el valor del motor de propulsión de Arkadia. Un dato relevante que se suma al hecho de que se elimina definitivamente el presupuesto de las operaciones de llenado, que con la hidracina ascendían a importes de entre 1 y 2 millones de euros.
Con un sistema como este es posible brindar servicio a satélites, plataformas y cápsulas para el transporte de astronautas. Se centran en este tipo de aparatos desde los 100 kilos en adelante, para servicios en órbita: mantenimiento, reparación, repostaje, recogida de basura, etc. “Estamos hablando de un mercado en nuestra tecnología que moverá 5.000 millones de euros en 2030″, aportó el experto.
NASA, Tesla y ahora España: el motor del futuro, cada vez más cerca
Utilizando el peróxido de hidrógeno ya han creado su primer propulsor monopropelente denominado Monark, que comenzará sus pruebas en 2025. Con sus predicciones claras, se centran en la construcción de motores con un enfoque más verde, lejos de la hidracina, un potente combustible que es tóxico.
En definitiva, España podría tener en sus manos el motor del futuro, con una perspectiva que no ha logrado consumar ni la NASA ni Tesla. Un hito que podría superar el impacto ocasionado por el motor de plasma magnético.