Stellantis, la jugada maestra con el coche eléctrico que acabó destrozando sus planes

Publicado el: 15 de noviembre de 2024
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Stellantis coche electrico

Tras el relanzamiento de un mito con motor eléctrico, Stellantis se encuentra con un escenario completamente inesperado con el coche eléctrico. Tenía un plan estratégicamente pensado, pero se ha venido abajo. Antes de desmenuzar sus planes, conviene aclarar la importancia que la compañía le está brindando el vehículo eléctrico, el futuro de la automoción según los expertos. Bajo estas circunstancias, José Antonio León Capitán, director de Comunicación y Relaciones Institucionales para Iberia en Stellantis, analizó en Intereconomía la situación de este vehículo en el mercado español.

En el país europeo, solo un 5% de las ventas son de vehículos 100% y un 10% si agregamos los híbridos enchufables. Para generar un impulso en las ventas y el empleo de automóviles electrificados, León considera vital que el cliente tenga la “seguridad de que va a poder recargar el coche en un trayecto más largo”.



Respecto a la situación del sector del automóvil, el director de Comunicación para Iberia de Stellantis aclaró que se trata de “un sector que está en plena transformación con desafíos a corto y largo plazo, y una necesidad de descarbonización y electrificación de nuestras ventas que está haciendo que toda la estrategia se enfoque hacia ese camino. Para cumplir los objetivos de sostenibilidad que marca Europa hemos tenido que invertir mucho en tecnología”.

Stellantis tenía un plan para crecer, pero lo que ha pasado con el coche eléctrico ha sorprendido

Stellantis creyó que con un acuerdo podría dejar atrás los aranceles al coche eléctrico, pero no contaba con las últimas noticias. Hace menos de un año, la firma alcanzó un acuerdo con el fabricante chino Leapmotor. En ese entonces, se presentaba como una de las empresas con mayor perspectiva de crecimiento y el conglomerado de automóviles encabezado por Carlos Tavares tenía grandes esperanzas en esta unión.



Finalmente, Tavares hizo público un acuerdo con el que Stellantis se comprometía a fabricar y distribuir los coches de Leapmotor fuera del país asiático. Un movimiento magistral que en aquel entonces se veía como una oportunidad de negocio: solo reportaba beneficios a ambas partes. Leapmotor podía desarrollar coches y producir el coche base para venderlo en China y Stellantis comercializar el mismo artículo, más barato que el europeo, fuera del continente de Asia Oriental.

Sin embargo, el destino le depararía algo muy distinto. El conglomerado automovilístico no vislumbrará beneficios de lo que se venda en China y la división china de Leapmotor tampoco tendrá en sus manos lo que se venda fuera del país.

Mientras tanto, el fabricante chino gana popularidad internacional sin generar gastos en distribuidoras o desarrollar su propia red comercial y Stellantis no invierte en la creación de producto y usa sus propios concesionarios para poner un vehículo en el mercado con el riesgo mínimo. Parecía un negocio redondo, pero los aranceles amenazan los planes de esta alianza.

Stellantis pierde de la forma menos pensada con el vehículo eléctrico

Con todo lo que podía llegar a ganar en mente, Stellantis comenzó a movilizarse para vender sus coches eléctricos chinos en Europa. Los aranceles abren dos escenarios. Por un lado, la venta de los coches asumiendo los aranceles para mantener los modelos en precios interesantes o fabricar en Europa las piezas y venderlas, un contexto en el que los aranceles no aplicarían. Esta segunda opción es la que parecía más atractiva para Stellantis.

Según registra Automotive News Europe, Stellantis se está planteando bajar la producción de sus vehículos en Europa. Las nuevas normativas contra la contaminación obligan al conglomerado (y al sector en general) a llevar al mercado menos vehículos de combustión. Para paliar este problema, el conglomerado había pensado fabricar los coches de origen chino en Italia.

Otra opción era realizar el montaje en Polonia. En ambos casos, es fundamental para el conglomerado traer al mercado modelos eléctricos a precios asequibles. No obstante, las presiones del Estado chino a sus fabricantes para que pausen sus inversiones en Europa (en respuesta a los aranceles) pueden echar abajo gran parte de la estrategia.

Recordemos que, además, China ha denunciado a Europa por los aranceles. En este contexto, Stellantis permanece alerta sobre el futuro del coche eléctrico y su toma de decisiones.