Trump le acaba de hacer el primer favor a Elon Musk: Ha aplastado a su competencia con la implementación de nuevas políticas ambientales (cuyo impacto ampliamos en este artículo). La alianza sin precedentes entre Elon Musk y Donald Trump tiene al mundo en vilo. El jefe de Tesla y SpaceX financió la campaña del ahora Presidente de Estados Unidos, según recoge Perfil.
Una realidad que ha derivado en que dos importantes personalidades queden unidas por intereses políticos y financieros. Elon Musk tomó un gran riesgo al apoyar la candidatura del republicano con un capital de unos 100 millones de dólares, pero ya ha empezado a dar frutos, al menos por ahora. También utilizó su influencia en la red social X, donde posee más de 200 millones de seguidores.
Donald Trump beneficia a Elon Musk con una de sus primeras decisiones en el Gobierno de EEUU
El primer día en su regreso al poder, Donald Trump se dispuso a declarar emergencia energética nacional como parte del plan de su administración para incrementar la producción de energía con recursos nacionales.
El nuevo Presidente de Estados Unidos busca producir más petróleo y descartar los incentivos para los vehículos eléctricos regulados por Joe Biden. Donald Trump se convirtió el pasado 20 de enero en el 47º Presidente de Estados Unidos y ese mismo día firmó unas 200 órdenes ejecutivas, memorandos y proclamaciones.
Muchas de ellos tenían que ver con deshacer regulaciones impuestas por la administración de Biden e instaurar sus políticas de “Estados Unidos primero”. Los planes de Trump contemplan órdenes ejecutivas que “liberan la energía estadounidense”, focalizándose en desbloquear los recursos petrolíferos gasísticos de Alaska, además de terminar con lo que un funcionario de Trump llamó “el mandato de los vehículos eléctricos” de Joe Biden.
Trump incrementará la producción nacional de petróleo y gas para bajar los precios para los consumidores de Estados Unidos. Los precios de la energía tienen incidencia en todos los puntos de la economía, desde los precios del combustible hasta el precio de los productos que necesitan combustibles fósiles para su producción.
Donald Trump deja fuera de juego a los competidores de Elon Musk
Uno de los anuncios más polémicos del discurso de investidura Donald Trump fue la eliminación de los créditos fiscales para vehículos eléctricos (VE), una ventaja crucial para impulsar la transición hacia una movilidad más sostenible.
Trump justificó esta medida como una manera de “proteger a los grandes trabajadores de la automoción estadounidenses”, advirtiendo que estas políticas favorecieron a los competidores externos al país.
Según registra Coche Global, “los analistas señalan que el principal beneficiario de esta medida podría ser Tesla, líder del mercado de los vehículos eléctricos”. Por su parte, Elon Musk ha mostrado su conformidad con la idea de suprimir los incentivos fiscales públicamente para afianzar la competitividad de la firma.
Descartando los créditos, los costos de los coches eléctricos fabricados por competidores más discretos y dependientes de las subvenciones podría subir, bajando su atractivo frente a lo que el gigante Tesla puede ofrecer.
“Hoy, le devolvemos al consumidor la libertad de elegir el automóvil que quiera, sin imposiciones ni subsidios artificiales”, acuñó Donald Trump. Hasta ahora, el gobierno federal otorgaba hasta 7.500 dólares de ayudas a la compra de un vehículo eléctrico. Una cifra que podía cambiar según el estado.
Estados Unidos va a “perforar” más para incrementar la producción convencional de petróleo y gas, y así bajar los precios de la energía para los ciudadanos/as estadounidenses.
Trump le acaba de hacer el primer favor a Elon Musk. Ha aplastado a su competencia y allanado el camino para que triunfe con sus coches eléctricos. Esto es solo un ápice de lo que se espera que suceda con Tesla.