Termina el debate sobre el vehículo eléctrico. Decretan que es mucho más barato de lo que pensábamos. Una sorpresa inaudita que llega justo después del anuncio de un vehículo eléctrico que cuesta menos de 10.000 euros. En los últimos años, los coches eléctricos han logrado captar la atención de los consumidores potenciales y fabricantes por igual, mostrándose como la respuesta moderna a los retos instalados a causa del cambio climático y la dependencia a los combustibles fósiles.
No obstante, a pesar de su creciente popularidad y los avances tecnológicos que aparecen en el mercado, todavía hay usuarios que se muestran reticentes a la idea de obtener un vehículo eléctrico. Una de las razones por las que potenciales compradores de coches eléctricos no se deciden es el precio de entrada. El valor del vehículo eléctrico sigue siendo un factor determinante a la hora de tomar decisiones. A pesar de la implementación de incentivos fiscales en algunos países y los menores costos operativos a largo plazo que presentan estas piezas, el desembolso inicial suele ser superior al de los automóviles tradicionales de combustión.
Este escenario hace que muchas personas interesadas desistan de su deseo de adquirir un vehículo eléctrico. De esta manera, el factor económico continúa siendo una barrera significativa para la adopción masiva de coches eléctricos. No obstante, un informe inesperado ha aparecido mostrando que la esfera eléctrica puede cambiar drásticamente. Los modelos eléctricos pasarán a ser más baratos, modificando un sector hasta ahora dominado por los fósiles.
El vehículo eléctrico toma fuerza con una información impensada
Un informe de Recurrent Auto ha sacado a la luz la caída del precio de las baterías de coches eléctricos. Ahora sustituir la batería de un coche eléctrico costará menos que cambiar un motor térmico. Otra de las grandes preocupaciones con las que tienen que lidiar los conductores interesados en modelos eléctricos es el uso que le pueda dar al vehículo eléctrico en el futuro, cuando la batería quede desgastada. Los potenciales compradores se plantean que, si van a tener que pagar miles de euros en el futuro para sustituir una batería, quizás no merezca la pena apostar por una pieza de estas características.
Sin embargo, el paso del tiempo está demostrando que las baterías experimentan mejor y muy pronto este inconveniente dejará de ser. Una perspectiva que ha aclarado el último informe de Recurrent Auto, que advierte que, en pocos años, el cambio de una batería en un coche eléctrico será más asequible que reemplazar un motor de combustión interna. No supondrá un elevado desembolso como se piensa en la actualidad. Y más si se toma en consideración que el reemplazo de esta batería no es muy habitual y, de producirse, suele tener que realizarse dentro de los periodos de garantía brindados por las marcas: alrededor de 8 años y 150.000 km de media.
“Los días de preocuparse por los costosos recambios de baterías de los vehículos eléctricos están contados”, expone Recurrent Auto. Un enfoque que obtiene un aval con los costes del kWh y la caída del precio del litio en los últimos (y próximos) años.
Lo que nadie te cuenta sobre el vehículo eléctrico: llega un bajón importante en su precio
En números, el año pasado el precio del kWh para una batería de iones de litio era de 149 dólares (alrededor de 142 euros). Por otra parte, según Goldman Sachs, se estima que para 2026 disminuya a 80 dólares el kWh (76 euros). Esto quiere decir que en tres años el precio caerá prácticamente a la mitad. Asimismo, Recurrent Auto recalca que CATL ya ofrece algunas baterías LFP a 56 dólares el kWh (53 euros).
“El mercado mundial de baterías de iones de litio seguirá sobreabastecido hasta 2028, lo que hará que los precios sean incluso más bajos de lo previsto”, registra la consultora. En definitiva, el vehículo eléctrico se convertirá en una pieza mucho más barata de lo que es hoy. Una noticia extremadamente destacada dado el “difícil momento” por el que pasa el vehículo eléctrico.



















