Las adaptaciones de los animales que viven en la Antártida básicamente se rigen por dos reglas, la regla de Allen, la cual dice que los animales endodermos que viven en climas fríos tienen las extremidades, las orejas, el hocico o la cola más reducidos para minimizar las pérdidas de calor, y la regla de Bergmann, que dice que para regular las pérdidas de calor, los animales tienen el cuerpo más grande que las especies que viven en lugares templados o tropicales.
Animales que viven en la Antártida
El continente antártico ostenta el título del lugar más frío de la Tierra y es un extenso territorio cubierto de hielo, azotado por fuertes vientos fríos y sin luz solar en invierno. Aun así, unas pocas especies se han adaptado a vivir en tan duro escenario. En esta lista encontrarás algunas de ellas.
Págalo o Skúa Polar del Sur
Los págalos (Catharacta skua o Stercorarius skua) son animales que viven en la Antártida, unas grandes aves marinas con alas voluminosas que se reproducen en la costa de la Antártida. Les gusta vivir en zonas de mar abierto, crecen hasta alcanzar un tamaño de medio metro y son de color marrón grisáceo.
Las skúa comparten un mismo nido con un solo compañero año tras año. Anidan cerca de las colonias de pingüinos, para obtener alimentos más fácilmente, especialmente peces y polluelos de otras aves. En temporada de invierno migran al océano Pacífico Norte.
Petrel de la nieve
Los petreles blancos (Pagodroma nívea) también son animales que viven en la Antártida. Pasan la mayor parte del tiempo en el agua o en los icebergs de hielo. Es muy difícil identificar esta ave, ya que tienen el cuerpo blanco y se mimetizan a la perfección con el medio ambiente.
Estos animales que viven en la Antártida anidan en altos acantilados cerca del mar y se alimentan de pequeños peces y calamares. Necesitan 45 a 50 días para incubar sus huevos y tras la eclosión cuidan a los polluelos en parejas por dos meses más.
Cormorán antártico
Esta subespecie del cormorán imperial es un ave de color blanco y negro que se encuentran en las regiones costeras rocosas de la Antártida. El cormorán antártico (Leucocarbo bransfieldensis) alcanza una altura de hasta 78 cm y llega a pesar unos 5 kg.
Estos animales que viven en la Antártida tienen las patas de color rosado y sus ojos son de un azul característico. Son monógamos y hacen sus nidos con hierba y lodo, donde ponen de 4 a 5 huevos, que demoran entre 45 y 50 días en eclosionar. Se alimentan de pequeños peces y poliquetos.
Albatros errante
Los albatros errantes (Diomedea exulans) tienen la mayor envergadura (longitud de alas desplegadas) de cualquier ave del mundo, de 2,5 a 3,5 metros. Esta característica les permite planear durante horas. Animales que viven en la Antártida.
Son nativos de la región del Océano Antártico. Pasan la mayor parte de sus vidas en vuelo y se los ve en tierra solo durante los períodos de cría. Anidan en sitios remotos y ponen un solo huevo. Se alimentan de pequeños peces, crustáceos y cefalópodos.
Orca
Las orcas (Orcinus orca) son animales que viven en la Antártida, unos cetáceos dentados, que se encuentran en todos los océanos, entre ellos el Antártico. Cazan una gran variedad de presas: peces, pingüinos, focas e incluso otras ballenas, que son animales que viven en la Antártida.
Pueden medir hasta 9,5 metros y pesar de 10 a 11 toneladas. Son muy comunes en el mar de la Antártida, aunque en invierno emigran hacia aguas más cálidas. Viven en grandes grupos, son muy sociables y se organizan para cazar y cuidar de las crías del grupo.
Delfín de Fitzroy
Los delfines oscuros (Lagenorhynchus obscurus) o de Fitzroy se encuentran en las aguas más frías del hemisferio sur. Son los más pequeños de las 33 especies que se conocen, con una longitud máxima de 2 metros. Su cuerpo liso les ayuda a deslizarse fácilmente a través del océano.
Estos animales que viven en la Antártida viajan largas distancias en busca de alimento y solo migran durante la noche. Son animales muy sociales que viven en grupos de 20 a 25 miembros. Al igual que otras especies de delfines, tienen su propia forma de comunicación mediante silbidos y su especial capacidad de geolocalización.
Elefante marino
Los elefantes marinos del sur (Mirounga leonina) son los más grandes del continente antártico. Crecen unos 2 metros y pesan hasta 4 toneladas. Viven colonias multitudinarias y los machos luchan entre sí por el dominio de sus territorios y de las hembras.
Se reproducen en tierra, pero durante la temporada de invierno, pasan la mayor parte del tiempo en el océano Antártico. Se alimentan de peces, calamares y crustáceos que encuentran en la naturaleza. Las hembras pueden pasar grandes temporadas sin comer mientras crían a los bebés.
Foca cangrejera
La foca cangrejera (Lobodon carcinophagus) es uno de los animales que viven en la Antártida y pasa la mayor parte de su vida en los hielos antárticos. Aunque son capaces de desplazarse grandes distancias en busca del krill, su alimento principal (se sumergen en las zonas más profundas para conseguirlo).
Con un peso de entre 200 y 300 kilos y una longitud de hasta 2,5 metros, es capaz de nadar a más de 25 km/h. Y se cree que habitan la Antártida desde hace más de 23 millones de años. Su esperanza media de vida en la naturaleza está en los 20 años. Animales que viven en la Antártida.
Pingüino barbijo
Los barbijos (Pygoscelis antarcticus) son la segunda especie de pingüinos más grande de la Antártida. Con una población casi 12 millones de individuos. Su nombre se debe a la estrecha y característica banda de color negro que tiene debajo de la cabeza.
En invierno viven en los icebergs más grandes. En la época estival, hacen nidos en tierra usando piedras de diferentes tamaños, donde ponen hasta dos huevos. Cuando nacen los polluelos son cuidados por ambos progenitores. Se alimentan de camarones, krill y peces pequeños.
Pingüino emperador
El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) es el más grande de todas las especies de pingüino y es endémico de la región antártica. Crecen hasta los 115 cm y pesan entre 40 y 45 kilogramos. Es la única especie de pingüino que se reproducen en la temporada de invierno en la Antártida.
Ponen un solo huevo y el macho se encarga de empollarlo y cuidarlo mientras las hembras salen a buscar alimento. A la vuelta regurgitan lo que han comido para alimentar al polluelo y a su pareja. Son monógamos, pero se ha comprobado que pueden ser animales bisexuales.