Según ha informado el CSIC, los investigadores han estudiado el desarrollo de estos hongos en condiciones controladas de luz y temperatura en el pino marítimo (Pinus pinaster) y el alcornoque mediterráneo (Quercus suber), detectando que en el caso de zonas con un intervalo medio de retorno del fuego, lo que antes era un bosque de pinos adultos ahora son arbustos y pinos jóvenes; mientras que en las zonas de retorno del fuego breve no había dado tiempo a que los pinos se regenerasen y sólo hay arbustos.
«Esto demuestra que la desaparición de grandes bosques de pinos y alcornoques en el Mediterráneo inducida por el fuego, así como las consecuencias en los cambios de la estructura de la vegetación y de las comunidades ectomicorrícicas, podría comprometer la resistencia de los ecosistemas», han advertido los autores del trabajo.
En este sentido, los investigadores han destacado que «en cualquier estrategia de gestión o restauración de un terreno tras un incendio, hay que tener en cuenta el papel de los hongos ectomicorrícicos».
Esta investigación, publicado en la revista ‘Fungal Biology’, es fruto de la colaboración de científicos del Real Jardín Botánico de Madrid (CSIC) y de las universidades de Coimbra y Lisboa (Portugal) y de Tuscia (Italia).
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