La Xunta de Galicia incorpora al Catálogo de árboles singulares tres ejemplares en los ayuntamientos de Mondariz, Pontevedra y A Mezquita y cinco formaciones en Vilagarcía de Arousa, sumando el catálogo 202 elementos pertenecientes a 84 especies diferentes.
El Diario Oficial de Galicia publica hoy la resolución por la que se incorporan al Catálogo gallego de árboles singulares ocho nuevos elementos: un ejemplar de rebollo (Quercus pyrenaica Wild) situado en la localidad de Santigoso, en el ayuntamiento de A Mezquita (Ourense); una araucaria (Araucaria angustifolia) localizada en el pazo de Lourizán (Pontevedra); un alcanforero (Cinnamomum camphora) en el castillo de Sobroso de Mondariz y otras cinco formaciones arbóreas, todas ellas en el pazo de Rubiáns, en el ayuntamiento de Vilargacía de Arousa.
En concreto, en esta localización se incluyen: un conjunto de criptomerias elegantes (Cryptomeria japonica), una formación de calocedros (Calocedrus decurrens), otra de camelias (Camellia japonica), otra de magnolios (Magnolia grandiflora) y, por último, una formación de criptomerias japonesas (Cryptomeria japonica).
Con estas nuevas incorporaciones el catálogo registra ya 202 elementos: 155 árboles y 47 formaciones de 84 especies diferentes repartidas por toda la geografía gallega. En este registro público se incluyen todos aquellos árboles y formaciones destacables que merecen de una conservación y atención específica, de acuerdo con sus excepcionales características de porte, proporciones, edad, rareza, significación histórica o cultural, interés científico, educativo, estético, paisajístico o cualquier otra circunstancia que las haga merecedoras de una especial protección.
Rebollo de Santigoso: en la Mezquita
Este rebollo situado en la localidad de Santigoso, en el ayuntamiento de A Mezquita, llama especialmente la atención por su extraordinaria altura de 26 metros y cuenta con un perímetro de 5,05 metros.
El tronco crece vertical, sin ramificarse hasta 6,80 metros de altura, donde se forma la cruz, naciendo en ella varias ramas de grandes dimensiones que forman una majestuosa y amplia copa de alrededor del 30 m de diámetro. Con este ya serían 3 los rebollos incluidos en el Catálogo gallego de árboles singulares.
Araucaria del Pazo de Lourizán: en el ayuntamiento de Pontevedra
En el parque de las Rías del pazo de Lourizán se encuentra esta araucaria de grandes dimensiones (ronda los 35 metros de altura y un perímetro de 3,19 metros). La copa, debido a la competencia con otros ejemplares, tiene una forma irregular, con una proyección aproximada de 140 m2 sobre el suelo, y se estima que unos 130 años.
Este ejemplar de Araucaria angustifolia tiene un gran interés ornamental y estético, dada la peculiar forma de su tronco como una pata de elefante, pero también histórico por la vinculación con este lugar, y botánico, puesto que fue uno de los primeros ejemplares de esta especie que llegaron a nuestras latitudes.
Este nuevo ejemplar se suma a los siete árboles y una formación singulares ya incluidas en el catálogo presentes en el jardín de este Pazo.
Alcanforero del castillo de Sobroso: en el ayuntamiento de Mondariz
El alcanforero del castillo de Sobroso, en el lugar de Vilasobroso (Mondariz), tiene un tronco de grandes dimensiones y se asienta sobre un promontorio basal formado por los cordones radicales, que se encuentran parcialmente descubiertos. Comienza a ramificarse a casi dos metros de altura, en grandes ramas que se distribuyen radialmente alrededor del tronco, formando una cruz muy amplia que da lugar la una copa globosa y de gran volumetría.
Con esta nueva inclusión, en el ámbito del ayuntamiento de Mondariz se contaría con dos elementos incluidos en el Catálogo gallego de árboles singulares.
Formaciones del pazo de Rubiáns: en Vilagarcía de Arousa
Los jardines del pazo de Rubiáns, en Vilagarcía de Arousa, datan de finales del siglo XVII, cuando comienza el ajardinamiento de la zona más próxima al pazo y del área conocida como estanque de las ranas. Posteriormente, se lleva a cabo un importante incremento de las áreas ajardinadas, con la introducción de muchos ejemplares arbóreos, entre ellos algunos que actualmente forman parte del Catálogo gallego de árboles singulares.
Con la incorporación al catálogo de cinco nuevas formaciones publicada hoy en el DOG, el pazo de Rubiáns acogería un total de ocho elementos singulares. En concreto, se trata de una formación de criptomerias elegantes compuesta por 10 ejemplares de grandes dimensiones cuya plantación se corresponde con la ejecución de ajardinamiento realizado a finales del siglo XVIII.
En el caso de los calocedros, el conjunto reúne 14 ejemplares de grandes dimensiones y copas equilibradas. Las bases de los troncos están proveídas de gruesos contrafuertes que no desfiguran su contorno circular. Los troncos forman la cruz a más de cinco metros de altura, ramificándose en potentes brazos, algunos de los cuales comienzan su crecimiento horizontalmente, paralelo al suelo, irguiéndose después para configurar la característica arquitectura de la copa en forma de candelabro.
En lo que respeta a la formación de camelias, se trata de 10 ejemplares que posiblemente sean los primeros árboles de esta especie plantadas en Vilagarcía de Arousa, regalo del duque de Caminha de Portugal al señor de Rubiáns, que las plantó a principios del S. XIX.
Por último, la formación de magnolios está conformada por dos ejemplares únicos, que destacan por sus dimensiones (30 m de altura) y su plantación fecha del siglo XVIII, y la última incorporación al catálogo del Pazo de Rubiáns está integrada por cuatro criptomerias japonesas de 35 m de altura, plantadas a finales del XVIII y con tronco recto de gran anchura.
Ayudas para la conservación de los árboles
De cara a la protección de este tipo de elementos naturales, la Xunta de Galicia pone a disposición de sus propietarios desde hace años dos líneas de ayudas para contribuir a su conservación, que está previsto que se publiquen en el DOG en las próximas semanas.
En concreto, en el próximo año 2025 se reservan 30.000 euros para ayuntamientos o agrupaciones locales titulares de alguno de estos elementos singulares y otros 60.000 euros para propietarios particulares.
El importe de las ayudas podrá cubrir hasta el 100% de los gastos subvencionables —entre los que se incluyen trabajos de poda y control de la copa, tratamientos fitosanitarios, retirada de elementos perjudiciales o acciones de divulgación y señalización— con un límite de 8.000 euros en el caso de las formaciones y de 4.500 euros cuando se trate de un solo árbol.
En las próximas semanas está previsto que se publiquen en el Diario Oficial de Galicia las convocatorias para 2025, que contarán de dos líneas de ayudas con un presupuesto total de 90.000 euros, dirigidas a los propietarios y con el objetivo de facilitar la conservación de estos elementos.