Hoy comienza la campaña de recogida de pardelas cenicientas juveniles que por culpa de la contaminación lumínica caen deslumbradas en Canarias cuando comienzan su primera migración. Estos rescates son posibles gracias al voluntariado.
Tras casi una década difundiendo el problema de la contaminación lumínica y poniendo en marcha diferentes acciones para erradicarlo, SEO/BirdLife inicia en Canarias, una nueva campaña de recogida de aves marinas, fundamentalmente pollos de pardelas cenicientas, deslumbradas por efecto de esta amenaza, que incide en otras especies y también en los seres humanos. Desde hoy y hasta el 15 de noviembre, la organización SEO/BirdLife lleva a cabo esta campaña, dentro del proyecto Life Natura@night.
Salvando a los polluelos de pardelas cenicientas
La campaña tiene lugar en estas fechas, que es cuando los juveniles de las pardelas cenicientas abandonan sus nidos y emprenden sus primeros vuelos hacia el mar. En ese periplo desde tierra se encontrarán con deslumbramientos producidos por la luz artificial, con una mayor incidencia los días de luna llena. Una vez en el suelo, especies exóticas como los gatos depredan a menudo sobre estos ejemplares indefensos.
«Esta campaña de recogida de aves deslumbradas -apunta Yarci Acosta, delegado de SEO/BirdLife en Canarias- no se podría llevar a cabo sin la colaboración de decenas de personas voluntarias que, de manera desinteresada, dedican su tiempo a evitar que el deslumbramiento impida a las pardelas realizar el primer viaje de sus vidas.
A las pardelas todavía les quedan miles de kilómetros por recorrer e innumerables amenazas a las que enfrentarse hasta alcanzar la madurez sexual para volver a Canarias a reproducirse. Ya que somos nosotros los que generamos la contaminación lumínica que las desorienta, esto es lo mínimo que podemos hacer».
Un voluntariado que crece año a año
Las personas que de forma voluntaria participan en la campaña crece año a año, lo que implica que la concienciación de esta amenaza crece entre la ciudadanía. En la campaña de rescate del pasado año, en la isla de Tenerife, se recogieron más de 3.200 ejemplares. La mayor parte de ellos pudieron ser devueltas al medio natural.
Cómo colaborar
- Grupo de apoyo en la recogida de los ejemplares que caigan en los municipios tinerfeños de Santa Cruz, La Laguna, El Rosario, Güímar, Arafo y Candelaria. Esta recogida será coordinada desde el grupo local SEO-Tenerife, en el marco del proyecto Life Natura@night en apoyo al Centro de Recuperación de Fauna (CRF) La Tahonilla del Cabildo de Tenerife y se realizará a partir del 21 de octubre hasta el 15 de noviembre, de 9.00 h a 23.00 h.
- Recorridos nocturnos por tramos concretos del litoral de los municipios antes mencionados para localizar y rescatar posibles aves marinas accidentadas.
- ‘Brigadas científicas’: recorridos por un sector de litoral dos veces por noche en horario de 20.00h a 24.00h, desde el 30 de octubre hasta el 8 de noviembre, concretamente en los municipios de Buenavista del Norte (Tenerife) y Mogán (Gran Canaria).
A las personas que colaboran en cualquiera de las tres formas de voluntariado se les da formación capacitadora, y se les ofrece un seguro, cajas de rescate y certificado de su participación.
¿Qué es el Life Natura@night?
El proyecto Life Natura@Night, ‘Por una noche con más vida’, echó a andar en 2022 de la mano de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), quienes desde entonces y durante un período de cuatro años trabajan junto a SPEA Madeira (BirdLife en Portugal) en acciones de investigación y divulgación ciudadana para mapear y reducir la contaminación lumínica en los archipiélagos de la Macaronesia.
Se trata, asimismo, de trabajar con las autoridades y las comunidades locales para reducir este tipo de contaminación, con lo que se favorece una iluminación más eficiente y sostenible.
El proyecto, coordinado por la SPEA, se concreta en 27 áreas protegidas de la Macaronesia de la red Natura 2000, con 150.000 hectáreas amenazadas por la pérdida de biodiversidad debido al impacto de la luz artificial nocturna, y pretende proteger a endemismos de aves (como es el caso de la pardela), murciélagos e insectos a los que perjudica la luz artificial nocturna.
Además de las diez especies de aves marinas, como las pardelas cenicientas, que anidan en estos archipiélagos, también se ven afectados centenares de mariposas nocturnas y nueve taxones de murciélagos nativos. La contaminación lumínica es un gravísimo problema con el que deben lidiar muchísimos lugares en el mundo.