La polinización es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte femenina (estigma) de otra o de la misma flor. Es un proceso ecológico de gran importancia. El resultado de la transferencia es la fecundación de la planta. El nuevo cigoto formado contiene la carga genética de ambos padres con la que se formarán semillas, frutos y una nueva generación de plantas.
La transferencia de polen puede llevarse a cabo mediante el viento, o el agua, pero en la gran mayoría de las plantas se lleva a cabo a través de animales polinizadores.
Mariposas, abejas, colibríes, murciélagos y muchos otros grupos de animales buscan alimento en el néctar y polen de las flores. Al alimentarse, accidentalmente quedan impregnados de polen que transportan a las siguientes flores que visitan. Es así que la polinización resulta benéfica para ambos organismos.
Los polinizadores en Cataluña
El Departamento de Territori, Habitatge y Transició Ecològica ha impulsado el Plan Intersectorial de los Polinizadores Silvestres de Catalunya (PIPOL). Este documento, que ha sido precedido por un diagnóstico sobre el estado de conservación de los polinizadores silvestres en el territorio catalán, prevé hasta 2030 una serie de objetivos prioritarios y más de una treintena de medidas concretas para revertir su declive, un problema de alcance global.
El Plan es el resultado de un amplio proceso participativo y del trabajo de una comisión intersectorial formada por más de sesenta personas, procedentes de universidades y centros de investigación, administraciones públicas, el sector productivo y agrícola, empresas y organizaciones no gubernamentales.
El Plan incide en aspectos como la inclusión de los polinizadores silvestres en los objetivos de planificación y gestión de los espacios naturales protegidos, la identificación y protección de espacios de especial interés para su conservación, la promoción de buenas prácticas en el medio agrícola o la creación de hábitats favorables para los polinizadores en medios urbanos y periurbanos.
También incluye medidas para mejorar el conocimiento y fomentar la implicación de la sociedad en su conservación. El desarrollo del PIPOL contará con el acompañamiento del CREAF y del Observatorio del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, para garantizar que la ejecución del Plan se lleve a cabo con criterios y evidencias científicas contrastadas.
En la presentación del Plan, el secretario de Transición Ecológica, Jordi Sargatal, ha explicado que “anualmente se impulsará un programa de actuaciones concretas para alcanzar los objetivos del Plan. El de este año, por ser el primero, incide especialmente en la divulgación y sensibilización de la ciudadanía para dar a conocer qué son los polinizadores silvestres, cuál es su importancia, por qué su desaparición es un problema muy grave y qué podemos hacer para revertir esta situación”, ha destacado Sargatal.
En este sentido, se ha puesto en marcha un portal web específico sobre los polinizadores silvestres en Cataluña, que será el principal punto de referencia para la información y divulgación del PIPOL y de todas las iniciativas y avances que se produzcan en materia de conservación de estos insectos en Cataluña.
El secretario también explicó que próximamente se constituirá una comisión de gobernanza, integrada por la Generalitat de Catalunya y representantes de los sectores más relevantes para la conservación de los polinizadores silvestres, para hacer el seguimiento de la ejecución del Plan.
El Plan Intersectorial de conservación de los polinizadores silvestres de Catalunya se enmarca dentro de la Estrategia del patrimonio natural y la biodiversidad de Catalunya 2030, y forma parte de la Iniciativa sobre polinizadores de la Unión Europea, que insta a los estados miembros a impulsar instrumentos y acciones para revertir la pérdida de polinizadores silvestres.
El Plan también servirá de marco para desarrollar las medidas de restauración de las comunidades de polinizadores previstas en el reciente Reglamento de restauración de la naturaleza de la Comisión Europea, que entró en vigor en 2024.
¿Dónde están los polinizadores?
Entre otras medidas, el Plan propone la elaboración de un mapa de los espacios naturales y seminaturales de Catalunya de gran relevancia para la conservación de los polinizadores silvestres. Este mapa, que también incluirá zonas de conectividad entre los diferentes espacios, comenzará a elaborarse en 2025 y permitirá trabajar en la creación de una red de reservas naturales orientada a proteger comunidades completas de polinizadores.
Paralelamente, se incluirán los polinizadores silvestres en los objetivos de planificación y gestión de los espacios naturales protegidos, lo que permitirá impulsar medidas de gestión activa para mantener hábitats esenciales para estos insectos, como la restauración de hábitats, la compatibilidad de la actividad apícola con la conservación de los polinizadores silvestres, o la protección de zonas de vegetación especialmente vulnerables a las perturbaciones.
Asimismo, se prevé incorporar en las bases reguladoras de las subvenciones a los espacios naturales de Catalunya, a los hábitats y a las especies, un criterio de valoración que promueva actuaciones que incidan positivamente en la conservación de los polinizadores silvestres, como la creación o recuperación de espacios abiertos, la promoción de márgenes entomófilos, la creación de setos vegetales con especies autóctonas que proporcionen alimento a los polinizadores o la adecuación de lugares de nidificación.
Con esta estrategia, el Plan Intersectorial de conservación de los polinizadores silvestres de Catalunya busca introducir la gestión de este grupo como una prioridad en la planificación y gestión de los espacios naturales protegidos.
Polinizadores en el medio urbano
El PIPOL dedica una atención especial a la necesidad de promover hábitats favorables para los polinizadores en el medio urbano y periurbano. Hay que tener en cuenta que el desarrollo de la urbanización y las infraestructuras ha sido uno de los factores de transformación del suelo más importantes a lo largo del último siglo.
Actualmente, el 4,42% de la superficie de Catalunya está clasificada urbanísticamente como suelo urbano y el 2,17% como suelo urbanizable. En el caso de las infraestructuras viarias y de comunicación, estas ocupan una superficie relativamente pequeña (solo un 0,21% del territorio), pero generan importantes procesos de fragmentación. Todo ello afecta a los polinizadores silvestres, especialmente porque conlleva la eliminación de vegetación autóctona, que es su fuente de alimento, y la alteración de los sustratos de nidificación de los que dependen.
Sin embargo, el medio urbano puede generar algunas oportunidades para la conservación de los polinizadores y la concienciación ciudadana. Los espacios verdes urbanos y periurbanos tienen un gran potencial como hábitats favorables si se mantiene la conectividad ecológica.
El Plan propone medidas como la publicación de guías técnicas para fomentar los polinizadores silvestres en entornos urbanos y periurbanos. Un ejemplo claro sería la recientemente publicada Guía de ambientalización del jardín resiliente mediterráneo, elaborada por el Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica con el apoyo del Gremio de Jardinería de Catalunya.
También se contemplan acciones para incorporar criterios técnicos para el fomento y la conservación de los polinizadores en la planificación de la infraestructura verde municipal urbana y periurbana, así como en el planeamiento urbanístico; la programación de formaciones sobre conservación de polinizadores silvestres dirigidas a responsables municipales, escuelas de formación en arquitectura, paisajismo y jardinería.
Y hasta la creación de microreservas de polinizadores, aprovechando el impulso de iniciativas similares como los jardines de mariposas o jardines de polinizadores, de los cuales ya hay más de un centenar en todo el territorio.
Cuidemos a los polinizadores en todos lados
Las infraestructuras, como carreteras o vías de ferrocarril, disponen de espacios de servidumbre y márgenes laterales que, a pesar de su exposición al tráfico y a la contaminación, pueden ser hábitats interesantes para muchos polinizadores. Además, estos espacios adyacentes a las infraestructuras viarias pueden servir también como corredores de conectividad para los polinizadores entre diferentes áreas naturales.
Por otra parte, infraestructuras como las depuradoras de aguas residuales, u otras instalaciones del ciclo del agua, plantas de tratamiento de residuos, depósitos municipales o algunos polígonos industriales, disponen de amplias superficies no pavimentadas, que no son zonas de trabajo ni de paso y tienen un acceso público controlado. Estos espacios pueden servir como conectores y áreas de transición entre las zonas urbanas y el medio natural.
Por todo ello, el Plan quiere promover, entre otras medidas, la creación de una red de corredores para polinizadores apoyada en las grandes infraestructuras viarias, ferroviarias y eléctricas. Gestionar estas zonas de servidumbre, generalmente de gran anchura, para favorecer hábitats para insectos, no debería suponer ningún riesgo para el funcionamiento de la infraestructura. Al contrario, pondría a disposición de los polinizadores vastas superficies de hábitat útil.
Hábitats favorables y buenas prácticas en el medio agrícola
El sector agrícola, que depende de las comunidades naturales de polinizadores para la producción, es una pieza clave para detener la pérdida de esta biodiversidad. En este sentido, el Plan ha contado con la participación del Departamento de Agricultura, Ramaderia, Pesca y Alimentació y prevé una serie de medidas específicas para colaborar con el sector en la conservación de los insectos polinizadores.
Como la introducción de un módulo específico sobre polinizadores silvestres en los programas de formación y asesoramiento agrario, o la elaboración de materiales divulgativos y guías técnicas dirigidas al sector para que puedan beneficiarse de la polinización gratuita que ofrecen estos insectos.
Asimismo, se incide en la necesidad de incentivar prácticas agrícolas más sostenibles, como la conservación, instalación y mantenimiento de los márgenes de los campos de cultivo, y apuesta especialmente por la producción agraria sostenible (PAS), la agricultura ecológica y la producción integrada, modelos más respetuosos con los polinizadores y la biodiversidad.
El Plan también hace referencia a la promoción de una gestión integrada de plagas y métodos de control alternativos a los productos químicos, con el fin de reducir en la medida de lo posible el uso de fitosanitarios.
La polinización es un servicio ecosistémico vital
La polinización es un servicio ecosistémico insustituible, ya que cerca del 90% de las plantas silvestres con flores dependen de los polinizadores para producir frutos y semillas.
Por otro lado, contribuye de manera decisiva a la producción agrícola y es esencial para garantizar la seguridad alimentaria. De los principales cultivos del mundo, un 75% dependen en mayor o menor grado de la polinización, principalmente por insectos silvestres, para producir frutos y semillas. Se estima que actualmente el 51% de la superficie agrícola en Europa sufre déficit de polinización.
Una ausencia total de polinizadores supondría una disminución de la producción del 7%, con pérdidas de 3.000 millones de euros al año. En Catalunya, el valor de la polinización de los cultivos por insectos se estima entre 290 y 321 millones de euros anuales. Se calcula que solo en especies de abejas hay aproximadamente unas 700, y más de 200 especies de mariposas diurnas.