Una media de 528 parejas reproductoras de aguilucho cenizo se incluyen en el Programa de Conservación lanzado para este año por la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Una iniciativa que forma parte de un proyecto público que sirve de modelo de conservación riguroso, participativo y eficaz con esta especie.
Un programa que, en la última década, ha traído consigo un éxito reproductor (que se mide en el porcentaje de nidos que logran sacar pollos adelante) de alrededor de un 51%.
Pero, este proyecto no solo se limita a la protección directa de nidos de aguilucho cenizo, sino que en este trabajo se lleva a cabo una recopilación y análisis de datos que resultan útiles para entender mejor la dinámica de esta especia, así como su respuesta y adaptación ante factores externos como el clima o la presión predadora.
Activada la campaña del aguilucho cenizo con una media anual de 528 parejas reproductoras
La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha activado el Programa de Conservación del Aguilucho Cenizo para este año, una especie que tiene una media de 528 parejas al año.
En un encuentro celebrado en el entorno de la Laguna de Zóñar, en Aguilar de la Frontera (Córdoba), los profesionales implicados en la protección de esta especie han analizado los resultados medios obtenidos a lo largo de los últimos diez años, un periodo en el que Andalucía ha consolidado un modelo de conservación riguroso, participativo y eficaz, según un comunicado de la Junta de Andalucía.
En esta última década, la media de nidos localizados se sitúa en 626 por campaña. La productividad, entendida como el número de pollos que llegan a volar por cada nido seguido, alcanza el valor medio de dos, un dato que «refleja una evolución reproductiva muy favorable». El éxito reproductor, que mide el porcentaje de nidos que logran sacar pollos adelante, ronda el 51 por ciento.
Y la estimación media de parejas reproductoras cada año se sitúa en torno a las 528, lo que confirma la estabilidad de este núcleo reproductor en el conjunto del territorio andaluz.
En el encuentro abordaron los retos para este año que pasan por intensificar la búsqueda de nidos en zonas con colonias de baja densidad o de presencia más dispersa, así como la importancia de seguir perfeccionando los métodos de manejo y protección.
En este sentido, han avanzado en la propuesta de nuevas tipologías de cercados y en la evaluación de medidas complementarias como la alimentación suplementaria en aquellos casos donde se detecten situaciones que puedan comprometer el desarrollo normal de las nidadas.
También han implementado medidas vinculadas con apoyo al seguimiento y la compra de cultivos en pie para el retraso de cosecha como ejecución de medidas compensatorias de proyectos vinculados con proyectos de energías renovables.
El trabajo del equipo del aguilucho cenizo no se limita a la protección directa de nidos. Incluye también la recopilación y análisis de datos que ayudan a entender mejor la dinámica de la especie, la respuesta ante factores externos como el clima o la presión predadora, y la evolución de sus principales parámetros reproductivos. Esa información es clave para ajustar las estrategias de intervención y para anticiparse a posibles situaciones de riesgo.
El aguilucho cenizo cada año, tras cruzar el desierto del Sáhara desde sus zonas de invernada en África, regresa a los campos andaluces para reproducirse. Su presencia «está íntimamente ligada a las buenas prácticas en la gestión del territorio y a la implicación activa de agricultores, cosechadores y propietarios de fincas, que colaboran con el programa retrasando siegas, informando sobre la presencia de nidos o facilitando el acceso a los equipos técnicos». EFE / ECOticias.com