La ONG Oceana denuncia que la sobrepesca subsidiada sigue campando a sus anchas y que la Organización Mundial del Comercio (OMC) está ‘jugando a hacer política’ con las vidas de millones de personas que dependen de que miles de poblaciones de peces permanezcan saludables, para su sustento y seguridad alimentaria.
La semana pasada se llevó a cabo la 13ª conferencia ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Abu Dhabi, los ministros no pudieron finalizar una adenda a su Acuerdo sobre Subsidios a la Pesca que tenía el potencial de frenar los subsidios pesqueros dañinos que permiten la sobrepesca.
La OMC asumió por primera vez el compromiso de luchar contra esta perniciosa práctica de la sobrepesca subsidiada durante la Conferencia Ministerial de Doha de 2001. Esto implica que en más de dos décadas después aún no ha cumplido con su palabra, y esta fue otra oportunidad perdida para hacerlo.
Oceana denuncia la continuidad de la sobrepesca subsidiada
El Dr. Daniel Skerritt, analista senior de Oceana, afirma: “Este resultado no solo es decepcionante; es un duro golpe para la biodiversidad marina mundial. Nuestros gobiernos no miran más allá de sus propios intereses a corto plazo y priorizan las posturas políticas por encima de alcanzar un acuerdo que beneficie a todos.
El continuo fracaso de la OMC a la hora de prohibir el exceso de capacidad y la sobrepesca subsidiada pone en peligro las vidas de millones de todas aquellas personas que dependen de poblaciones de peces saludables para obtener su sustento y disfrutar de un nivel aceptable de seguridad alimentaria”.
Según una investigación apoyada por Oceana, los subsidios pesqueros de las principales naciones que se dedican a esta actividad en todo el mundo son dañinos e impactan de manera desproporcionada a las naciones en desarrollo más vulnerables. Que dependen del pescado para su seguridad alimentaria y sus medios de vida. El borrador del acuerdo incluía medidas que podrían haber ayudado a rectificar este desequilibrio global. Sin ellos, estas prácticas de sobrepesca subsidiada continuarán.
El Dr. Rashid Sumaila, miembro de la Junta Directiva de Oceana y destacado economista pesquero, afirma: “Hoy en día, la mayoría de las poblaciones de peces están plenamente explotadas o sobreexplotadas. Sin pescado, se acabó el juego. Dado el esfuerzo masivo realizado por tantas personas desde 2001, el hecho de que la OMC no haya tomado medidas efectivas esta semana para eliminar la sobrepesca subsidiada cuestiona si la organización es capaz de abordar estos subsidios”.
Hay que hacer un cambio en el enfoque
Oceana está pidiendo a sus miembros que cambien su enfoque para primero ratificar y luego fortalecer el primer acuerdo, que al menos prohíbe los subsidios a la pesca ilegal y la pesca de poblaciones de peces agotadas. Hasta la fecha, 70 miembros han aceptado el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca, lo que significa que restan 40 aceptaciones para que el acuerdo entre en vigor.
Una vez ratificada, entrará en vigor la cláusula de extinción del acuerdo, una disposición que exige la terminación del acuerdo si no se establecen disciplinas integrales en un plazo de cuatro años. Esta cláusula no es solo una salvaguardia contra perpetuas negociaciones fallidas en la OMC; es una fecha límite clara, lo que inyecta una urgencia muy necesaria en el proceso hacia una pesca sostenible a nivel mundial.
“Este mecanismo ofrece un rayo de esperanza, proporciona un cronograma concreto para poner fin al estancamiento de dos décadas y obliga a la OMC a demostrar su compromiso con la sostenibilidad global. Ahora depende de los miembros ratificar e implementar el acuerdo. El mundo está mirando”, añadió Skerritt.
