La pérdida de biodiversidad en el Mediterráneo es una realidad y la situación de los tiburones y las rayas es extrema. En los últimos años, varias especies han pasado de la categoría de “vulnerables” a la categoría de «en peligro» y otras tantas, a la categoría «en peligro» a la categoría «en peligro crítico». Una de estas especies es la tintorera (prionace glauca).
La pérdida de biodiversidad se comprende cada vez mejor en tierra, pero las trayectorias del riesgo de extinción siguen siendo en gran parte desconocidas en el océano. Está claro que la sobrepesca es la amenaza más inminente para muchos organismos marinos, entre ellos los tiburones.
Los gobiernos de los países mediterráneos necesitan realizar evaluaciones exhaustivas repetidas del riesgo de extinción para monitorear de manera efectiva el estado de la biodiversidad marina y rastrear el progreso hacia la recuperación de las especies y los objetivos de desarrollo sostenible. Esto hay que hacerlo ya, antes de que sea demasiado tarde, al menos para los tiburones y las rayas.
Hay que proteger a los tiburones Ahora
Bajo la superficie del Mediterráneo se esconde todavía un mundo rebosante de vida, en el que tiburones y rayas desempeñan un papel fundamental. Estas criaturas ancestrales son claves para el equilibrio de nuestros ecosistemas marinos. Sin embargo, estos guardianes del océano están en grave peligro. Hoy se hace pública una nueva web de WWF busca inspirar la protección de estas especies.
En este Día Mundial de los Tiburones, la ONG lanza un mensaje claro: el Mediterráneo es uno de los mares con mayores amenazas para tiburones y rayas. Más de la mitad de las especies presentes en esta región enfrentan un riesgo de extinción, y poblaciones de especies emblemáticas, como el tiburón martillo o la tintorera, han disminuido hasta en un 99 %.
«Los tiburones no son solo depredadores, son también ingenieros del ecosistema: cumplen múltiples funciones clave para la naturaleza y para las personas», afirma Simone Niedermüller, directora regional de la ONG para el Mediterráneo. «Son esenciales en las cadenas tróficas marinas y sostienen muchas pesquerías de las que dependen las comunidades costeras.
Además, contribuyen a la captura de carbono: cuando mueren y se hunden en aguas profundas, el carbono de sus cuerpos queda atrapado en los sedimentos oceánicos durante siglos. En un contexto de calentamiento marino acelerado, su papel puede ser más importante que nunca. Afortunadamente, aún estamos a tiempo de frenar su declive y promover su recuperación, y las recientes decisiones suponen un punto de inflexión».
La tormenta perfecta conformada por numerosas amenazas
Los tiburones del Mediterráneo se enfrentan a una combinación de presiones: sobrepesca (incluida la captura accidental), pérdida de hábitat, contaminación, cambio climático y una aplicación insuficiente de las normativas existentes. El mar Mediterráneo se está calentando un 20% más rápido que la media global, lo que está favoreciendo la expansión de especies invasoras como el pez león o el cangrejo azul, que compiten con la fauna nativa. Sin embargo, tiburones y rayas no solo sufren las consecuencias del cambio climático: también ayudan a fortalecer la resiliencia de los ecosistemas. Por ello, su conservación y recuperación es vital para la salud de nuestros mares.
Los ecologistas trabajan en toda la región mediterránea para evitar la extinción de los tiburones, colaborando con comunidades locales, pescadores, gestores pesqueros, autoridades de control y responsables políticos. Gracias a estas acciones, en 2023 se logró la protección de seis especies adicionales de tiburones y rayas.
Desde 2021, las organizaciones regionales de gestión pesquera han adoptado decisiones clave para mejorar la conservación de estas especies. Además, nuevas regulaciones bajo el convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas) han supuesto avances importantes para especies altamente migratorias en peligro crítico.
«Ahora contamos con un marco legal más sólido y complejo que nos brinda muchas oportunidades para frenar la extinción. Pero es fundamental seguir avanzando e implementar estas decisiones», explica Niedermüller. La ONG defiende que la clave está en trabajar junto a actores estratégicos, como los pescadores, para encontrar soluciones a la captura accidental, regular la pesca dirigida y proteger áreas esenciales, como las praderas marinas o las zonas profundas del océano.
Avances concretos
Recientemente, los esfuerzos de la ONG han dado lugar a avances concretos:
- En Grecia se están implementando nuevas medidas de cogestión.
- En Croacia, el hallazgo de una nueva zona crítica para el angelote —una especie que se creía extinta a nivel local— ofrece una esperanza real para su recuperación.
- En Túnez, las comunidades locales están desarrollando planes de recuperación de tiburones en el Golfo de Gabès.
- En Italia y el Adriático, se están utilizando marcas satelitales, tecnología de vídeo submarino y la innovadora plataforma TShark para rastrear el comportamiento de los tiburones, identificar zonas críticas de captura incidental y proteger áreas clave como criaderos o zonas de alimentación.
- En Francia, España e Italia, la organización impulsa la creación de un “Corredor Azul” para tiburones pelágicos, mientras el velero Blue Panda sensibiliza e involucra a diferentes actores mediante actividades educativas, ciencia ciudadana y recogida de datos.
- En España, varias organizaciones ecologistas están marcando tiburones y rayas con marcas satelitales para conocer su distribución y movimientos. Asimismo, están utilizando novedosas metodologías de ADN ambiental para conocer presencia y abundancia de tiburones y rayas amenazados en zonas críticas para su supervivencia y trabaja con el sector pesquero para definir medidas que reduzcan sus capturas accidentales en Mar de Alborán, Región de Murcia y Baleares.
A través de la innovación en artes de pesca, el impulso a políticas basadas en ciencia y la cogestión con comunidades locales, la ONG promueve la protección de los tiburones al mismo tiempo que apoya a la pesca artesanal, que depende de unos mares sanos.