Otro vertedero bajo una joya natural: el entorno de Sálvora volverá a recibir lodos: la isla de Sálvora, un pequeño paraíso natural situado en la costa atlántica de Galicia, España, es un tesoro escondido que cautiva a quienes tienen la fortuna de descubrirla.
Esta isla forma parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia, junto con otras joyas insulares como Cíes, Ons y Cortegada.
La fauna que podemos encontrar en Isla de Sálvora es muy variada, podemos encontrar 28 especies protegidas y otras migratorias, como la gaviota tridáctila, el paíño europeo y el cormorán moñudo.
Es paso migratorio de la pardela balear, en peligro de extinción, y alberga poblaciones de marsopa común, delfín común, delfín mular y rorcual común
En cuanto a la flora de la isla de Sálvora, podemos destacar su gran variedad de algas de todo tipo, que tapizan el sistema marino de la isla.
23 años de ‘lodos contaminantes’ frente a la isla, entre críticas de pescadores y ecologistas
Las aguas al sur de la isla de Sálvora, joya natural de Galicia, recibieron durante 23 años lodos de dragados de puertos entre críticas de pescadores y ecologistas. Tras cuatro años de paralización en los vertidos, ahora se ha autorizado un nuevo vertedero a menos de 2 kilómetros del anterior.
Sálvora integra junto a Cíes, Ons y Cortegada el Parque Nacional Illas Atlánticas, uno de los principales patrimonios naturales de Galicia.
A dos millas náuticas de la isla, bajo el mar, reposa gran parte de los 3,8 millones de metros cúbicos de lodos vertidos entre 1998 y 2021, mientras otra parte se dispersó por la Ría de Arousa.
Este vertedero, situado en una zona denominada E/8, fue clausurado en 2021 por el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) para examinar su «idoneidad» por la cercanía a Sálvora.
Cuatro años después, ha recomendado depositar los dragados en dos nuevas áreas: la D, en la Ría de Vigo, y la B, en la misma Ría de Arousa y a menos de 2 kilómetros de E/8, lo que no convence a sus detractores.
Ahora quieren hacer ‘Exactamente lo mismo’
«Es exactamente lo mismo, porque está a 1,07 millas náuticas, y no es solo un problema de proximidad, sino que además está ubicado en el mismo canal de entrada de las aguas de afloramiento«, refiere a EFE el presidente de la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), Xaquín Rubido.
Esta entidad, que reúne a cofradías y productores de mejillón, alerta de que las corrientes arrastraron hacia la ría casi el 50 % de los vertidos, lo que hace mella en una zona en la que la producción marisquera se ha desplomado por diversos factores.
Según la PDRA, el berberecho ha caído un 93 % y la almeja fina y babosa un 86 %, y si se coloca un nuevo punto de vertido en «el mismo sitio» es porque «no hay mayor ciego que el que no quiere ver«.
El punto B queda fuera del Parque Nacional, pero tanto este como el D están en una zona de especial protección para las aves (ZEPA) pero el Miteco asegura que los vertidos no supondrán afección a los espacios de la Red Natura 2000 ni a la biodiversidad marina.
Este Ministerio toma como base un informe del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX), que considera que el punto E/8 no conlleva una «afección negativa significativa«, pero establece como «preferentes» las otras zonas.
Desbloquearán 16 obras de dragados pendientes
Los nuevos puntos de vertido desbloquearán 16 obras de dragados pendientes, entre ellas la del río Lérez, tras cuatro años de «parálisis«, como ha criticado la Xunta a través de Portos de Galicia.
Del Lérez se extraerán 330.000 toneladas entre el centro de Pontevedra y la contestada fábrica de celulosa de Ence, y la PDRA alerta de que se trata de vertidos de actividades industriales «singularmente contaminantes» y sus analíticas son «muy preocupantes«.
Sin embargo, Portos de Galicia ha precisado a EFE que los materiales son de categoría A y B «por su baja concentración de metales pesados«, según las caracterizaciones científicas realizadas en 2009, 2026, 2020 y 2024.
Y defiende que desde el sector pesquero y marisquero les vienen trasladando «de forma reiterada durante más de una década la demanda enfática de esta actuación«.
Desde que se autorizaron los vertidos, la Xunta está trabajando en la tramitación de la declaración de impacto ambiental para «minimizar los plazos para poder licitar y ejecutar cuanto antes las obras«, un proceso «complicado» que demora meses.
Portos de Galicia prevé incluir una partida en sus presupuestos para 2026 para financiar estas obras en el período 2026-2028.
Aun así, la PDRA espera aún cambiar el destino de esos residuos y ha pedido reunirse con el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, tras un intento infructuoso con el Miteco.
La plataforma quiere que se inmovilicen en tierra los dragados con contaminantes persistentes y que el resto se vierta en un punto denominado A, fuera de las áreas de protección.
«La única diferencia son 6 millas náuticas. No vemos que sea tan grave el gasto«, concluye su presidente. EFE / ECOticias.com