El objetivo principal del proyecto MICROFAGO es acelerar la biodegradación de los bioplásticos compostables durante los tratamientos biológicos industriales del residuo orgánico, como compostaje y digestión anaerobia, a través de técnicas biotecnológicas específicas utilizando microorganismos y fagos que modulen la degradación, una solución biotecnológica para acelerar la biodegradación de bioplásticos compostables.
El objetivo principal de MICROFAGO se alcanzará mediante la modulación de la población microbiana responsable de la biodegradación de bioplásticos en diversos entornos de tratamiento industriales.
Por un lado, la eliminación de las bacterias que pueden inhibir el proceso se puede conseguir mediante el uso de virus naturales específicos conocidos como bacteriófagos (o fagos).
Los fagos son virus que infectan exclusivamente a bacterias, de forma muy específica y, en este proyecto, los fagos serán unos de los responsables del control y mejora de la población microbiana, eliminando los microorganismos inactivos que pueden ocupar el nicho o utilizar recursos que inhiben el proceso de biodegradación por parte de los microorganismos beneficiosos.
Bioplásticos compostables
La creciente preocupación por la gestión de residuos plásticos y la necesidad de reducir la dependencia de combustibles fósiles ha impulsado el desarrollo de bioplásticos compostables, cuya capacidad de producción mundial alcanzará los 5,7 millones de toneladas en 2029, según la asociación European Bioplastics.
Sin embargo, la configuración actual de algunas plantas de compostaje y digestión anaerobia no siempre asegura que estos materiales se degraden por completo, lo que supone un reto para el medio ambiente y para el aprovechamiento de los residuos.
AIMPLAS y el Proyecto MICROFAGO
Con el objetivo de dar respuesta a este desafío, AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, coordina el proyecto MICROFAGO, en el que participan el Departamento de Biología Vegetal de la Facultat de Farmàcia de la Universidad de Valencia, Darwin Bioprospecting Excellence, Evolving Therapeutics y la empresa Gestión Integral De Residuos Sólidos (Girsa).
La iniciativa propone una solución innovadora: acelerar la descomposición de los bioplásticos compostables en los procesos de tratamiento de residuos orgánicos mediante el uso combinado de microorganismos y virus naturales (fagos) que favorezcan una biodegradación más rápida y eficaz.
Desde AIMPLAS han destacado que este proyecto supone un paso adelante para conseguir que los bioplásticos cumplan realmente con su función sostenible. “MICROFAGO nos permitirá mejorar los procesos de tratamiento de bioplásticos compostables sin necesidad de modificar las instalaciones existentes, lo que es clave para facilitar su implantación”, ha señalado el investigador del Laboratorio de Biodegradabilidad y Compostabilidad en AIMPLAS, Giovanni Gadaleta.
Biodegradación de bioplásticos
El planteamiento del proyecto es sencillo: por un lado, se emplearán fagos, que actúan sobre bacterias que dificultan la degradación, favoreciendo así el trabajo de los microorganismos beneficiosos.
Y, por otro, se potenciará la presencia de microorganismos que ayudan activamente a descomponer los bioplásticos, introduciéndolos en el proceso para reforzar la biodegradación.
En palabras de Gadaleta, “la clave está en identificar los microorganismos más activos y asegurarnos de que estén presentes en cantidad suficiente para que el proceso biológico de descomposición sea realmente eficiente”. Además, ha apuntado que la eficacia de estas técnicas se evaluará en diferentes escalas —laboratorio, piloto e industrial— y se contrastará con ensayos de biodegradación o fragmentación regulados por la normativa vigente.
Economía circular
El proyecto no solo tiene un impacto ambiental positivo, sino también un gran valor práctico para las empresas y plantas de gestión de residuos. En este sentido, Giovanni Gadaleta ha explicado que “gracias a este enfoque, podemos integrar la biodegradación de bioplásticos compostables en los procesos actuales sin realizar grandes inversiones en nuevas infraestructuras. Es una solución que genera un beneficio inmediato para el sector”.
El resultado esperado del proyecto es el desarrollo de un proceso innovador que permita acelerar la biodegradación de los bioplásticos compostables de manera ecológicamente segura.
Todo ello se alinea con los principios de la economía circular, impulsando la valorización de los residuos, tanto en forma de materia, como de energía y contribuyendo a reducir el impacto de los plásticos en el medio ambiente.
Este proyecto cuenta con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i), a través del programa de Proyectos Estratégicos en Cooperación en su convocatoria de 2024, y los fondos FEDER. Seguir leyendo: ECOticias.com
















