Un grupo de investigadores ha creado un material que infunde vida. Podría ser justo que lo que necesitamos para salvar a más de 2200 millones de personas. En estos momentos, la humanidad se topa con uno los principales problemas del mundo. Es la falta de acceso a agua potable. La ONU reporta que más de 2000 millones de personas en el mundo no cuentan con acceso a los servicios básicos de agua y saneamiento.
2200 millones de personas no tienen acceso a agua potable
Diferentes organismos internacionales han alertado que las soluciones que se están llevando a cabo en estos momentos no son suficientes. En el año 2010, la Asamblea General de la ONU decidió tomar una resolución histórica.
Advirtió que el acceso al agua potable y el saneamiento corresponde a un derecho humano. El escrito asienta que los Estados deben establecer condiciones óptimas de acceso universal al agua y al saneamiento.
Todo esto sin discriminar y otorgando cierta prioridad a los sectores más vulnerables de la sociedad. Este propósito se engloba también en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. No obstante, pese a los progresos alcanzados en los últimos quince años, esta meta continúa fuera del alcance de gran parte de la población mundial.
Millones de personas siguen sin acceso a este bien de primera necesidad sumamente necesario para la vida. 3 de cada 10 personas (2100 millones) no disponían de acceso a agua potable en 2015.
6 de cada 10 (5400 millones) no tenía acceso seguro a instalaciones de saneamiento. En este contexto, ha surgido una nueva línea de investigación que ha captado por completo la atención de la comunidad científica.
Crean el material de la vida: justo lo que necesitábamos para la salvación de millones de personas
Tras conocerse esta bestia de 740 CV que quema moléculas de agua, ha salido a la luz la creación del material de vida. Este recurso ha estado a cargo de un grupo de ingenieros del MIT. Han dedicado un tiempo al desarrollo de un dispositivo pasivo del tamaño de una ventana.
Es capaz de extraer agua potable del aire sin necesidad de usar energía. A través de este proceso, se gesta la promesa de una cantidad de agua suficiente como para paliar este problema mundial.
Una cantidad superior a 2200 millones de personas carecen de agua. La creciente necesidad de este líquido está derivando en el agotamiento de ríos, lagos y embalses. Espacios que una vez estuvieron cargados de vida ahora luchan por sobrevivir.
Con el deseo de mejorar el acceso a agua potable, los ingenieros del MIT han tomado la decisión de aprovechar el aire. Esta se trata de una fuente poco convencional. La atmósfera terrestre alberga miles de millones de galones de agua en forma de vapor.
Si se logra capturar y condesar este vapor de forma eficiente, podría ofrecer abastecimiento de agua limpia en lugares en los que los recursos hídricos tradicionales resultan inaccesibles. Por ejemplo, el desierto. Así lo han expresado los ingenieros vía comunicado.
Han inventado y probado para esto un nuevo recolector de agua atmosférica. Tiene capacidad para capturar eficazmente el vapor de agua, haciendo que sea potable en una amplia gama de humedades relativas. Incluso si se trata del aire seco del desierto. Todo esto sin usar electricidad, ni baterías ni placas solares.
Cómo es el material de vida que acabaría con la escasez mundial de agua
El dispositivo está conformado por un panel vertical negro del tamaño de una ventana. Su fabricación se ha desplegado con un material absorbente de agua. Asimismo, está encerrado en una cámara de vidrio recubierta con una capa refrigerante.
Un hidrogel parecido a un plástico de burbujas negro, con discretas estructuras en forma de cúpula. Cuando el hidrogel absorbe el vapor de agua, se hinchan. Los ingenieros desean continuar probando sus paneles en múltiples regiones con recursos limitados. Sueñan con el día que puedan instalarse varios de estos paneles a escala doméstica.
En conclusión, este material de la vida (porque el agua es vida) podría ser la clave para salvar a más de 2200 millones de personas. Mientras se determina hasta dónde podría llegar este invento, España invertirá más de 2400 millones para cumplir la nueva Directiva de Tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas.
