La salvación humana depende de diferentes aspectos que se han ido recopilando a través de la historia. Se trata de elementos vitales que permiten que el ser humano se mantenga con vida y pueda enfrentar los retos diarios que se van presentando.
Uno de ellos, y quizás el de mayor de importancia, es el agua. Nadie puede sobrevivir sin ella. Para asegurar la salvación humana, es vital que se busquen fuentes de agua potable. En situaciones extremas, como escasez de este recurso, es vital conocer cómo purificar el agua para evitar enfermedades o pasar el agua salada a dulce.
Otro aspecto crucial, que va de la mano con el anterior, es la alimentación. Contar con plantas comestibles o alimentos marca la diferencia. Ni las plantas ni los animales pueden sobrevivir sin agua. Por este motivo, podríamos resumir la lista de elementos necesarios para la salvación humana a un solo elemento: el agua.
La salvación humana es el agua: esta vez la respuesta parece venir del futuro
España ya se ha coronado como líder mundial en desalación de aguas. Sin embargo, un nuevo descubrimiento podría hacerle perder el protagonismo adquirido. Investigadores de Hong Kong han diseñado una esponja impulsada por el Sol capaz de transformar el agua salada en dulce, sin necesidad de utilizar electricidad.
La mayor parte del agua del planeta se sitúa en los océanos, pero el ser humano no puede beberla porque es demasiado salada. Si bien las plantas desalinizadoras pueden transformar el agua de mar en potable, su actividad requiere de imponentes cantidades de energía, haciéndolas costosas y poco sostenibles.
Ante este desafío, un equipo de expertos ha creado un material esponjoso y poroso capaz de acabar con el problema. Está impreso en 3D y emplea únicamente luz solar para convertir agua salada en agua limpia.
Este nuevo recurso se elabora con una pasta de nanotubos de carbono y nanofibras de celulosa, cuya impresión se ejecuta capa por capa sobre una superficie congelada. Cada capa se solidifica antes de agregar la siguiente, desarrollando una matriz con discretos poros verticales de 20 micrómetros que pasan por toda la estructura.
La salvación humana llega en forma de esponja: el agua pasa de salada a dulce sin electricidad
Lo vanguardista de este sistema es que el aerogel conserva su eficiencia en evaporación sin que importe su tamaño. Esto a diferencia de otros materiales como los hidrogeles, que son más blandos y están plagados de líquido.
A través de diferentes pruebas, se analizaron unidades de entre 1 y 8 centímetros de ancho, sin que se vislumbraran pérdidas de rendimiento en las más grandes. Efectuando una prueba real al aire libre, los expertos ubicaron el material en una taza con agua de mar.
Estaba tapada con una cúpula transparente de plástico. La radiación solar calentó la superficie del aerogel, evaporando el agua, no la sal.
El vapor se condensó en la zona interna del plástico, goteando hacia un embudo y recolector. Tras seis horas expuesto al Sol, el mecanismo consiguió producir alrededor de 45 mililitros de agua potable, similar a alrededor de tres cucharadas.
Este material es el elemento potencial para la salvación humana
Dicha solución supone un salto vital hacia la democratización del acceso al agua potable, sobre todo en comunidades costeras o zonas áridas en las que la infraestructura eléctrica es acotada.
Al realizar su función sin consumo energético, aminora la emisión de carbono y la dependencia a fuentes fósiles. Sumado a esto, al usar materiales reciclables y naturales, el impacto ambiental del método es mínimo.
Es como si estos científicos hubieran viajado al futuro y regresado con la molécula de vida para la salvación humana: agua dulce. Descubrimiento que llega en una instancia crucial para Europa, donde los retos del agua deben abordarse de forma resiliente y moderna.